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La Controversia de Sión
Douglas Reed

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Capítulo 31

La red de la intriga

Palabras tales como "conspiración" e "intriga", a menudo usados en esta narrativa, no son originales mías; ellas vienen de fuentes autorizadas. El Sr. Arthur D. Howden, quien escribió su biografía en consultación con el hombre descrito, suministró el título de este capítulo; allí describe el proceso por el cual el Sr. House fue (en EEUU) el centro durante la guerra 1914-1918 con las palabras, "una red tejida de intriga fue hilada por el Atlántico."

En Inglaterra el gobierno de Lloyd George y en Norteamérica el presidente fueron al principio entrampados separadamente. Entre 1914 y 1917 estas "redes tejidas" en Londres y Washington fueron unidas por los hilos transoceánicos que el Sr. Howden describe de la red. Después de esto, los dos gobiernos fueron capturados en el mismo tejido y desde entonces nunca se pudieron liberar. En la Norteamérica del Presidente Wilson, el verdadero presidente era el Sr. House ("funcionario del enlace entre la administración de Wilson y el movimiento Sionista", Rabino Wise). El Sr. Justice Brandeis que había decidido "dar su vida" al Sionismo, era el "consejero del presidente en asuntos judíos" (Dr. Weizmann); ésta es la primera aparición en la casa Presidencial de una autoridad anteriormente desconocida en ella y ahora aparentemente permanente. El organizador Sionista principal era el Rabino Wise, constantemente en contacto con los otros dos hombres.

El Sr. House (y Sr. Bernard Baruch), escogieron a los funcionarios del Gabinete del presidente, de tal manera que cada uno de ellos tuviera que presentarse así al Sr. Wilson: "Mi nombre es Lane, Sr. Presidente, creo que yo soy el Ministro del Interior". El presidente vivía en la Casa Blanca en Washington pero frecuentemente fue visto visitar un pequeño apartamento en la Calle Este 35, en Nueva York, dónde vivía el Sr. House. En su momento esto llevó a filosas preguntas y a un hombre-de-Partido se le dijo, "El Sr. House es mi segunda personalidad; él es mi ego independiente. Sus pensamientos y los míos son uno". El Sr. House estaba a menudo en Washington, dónde él dirigía las entrevistas del presidente y la correspondencia, y, deteniendo a los funcionarios ministeriales fuera de la sala ministerial, les decía qué decir dentro de ella. Incluso desde Nueva York él dirigía a EEUU por medio de líneas telefónicas privadas que lo unían con Washington: "sólo es necesario alzar el auricular y yo alcanzo el escritorio del Ministro de Relaciones Exteriores inmediatamente."

El asentimiento del presidente a las acciones de política Estatal no fue requerido. El Sr. House "no esperaba una alabanza afirmativa. . . si el Presidente no lo objetara, yo sabía que estaba seguro de proseguir. Así el Sr. Wilson tenía que expresar el disentimiento, tardar o enmendar cualquiera acción (e inmediatamente después de la elección él había sido hecho prometer no actuar independientemente en el futuro").

En 1914, el Sr. House, quien en 1900 se había resuelto para extender su poder desde Texas a la política nacional, se preparaba para entrar en los asuntos internacionales: "él quiso ejercer su energía en un campo más amplio. . . Desde principios de 1914, se entregó cada vez más a pensar en lo que consideraba la forma más alta de la política [262] y para la cual estaba peculiarmente preparado: los asuntos internacionales". De hecho, la educación tejana no calificaba al Sr. House. En Texas las palabras "asuntos internacionales" tenía, en la mente pública, un sonido semejante a "mofeta", y allí, más que en cualquier parte de Norteamérica,"las tradiciones del Siglo 19 todavía se mantenían en la mente pública; tradiciones que yacían profundo, como el principio básico de la política norteamericana, una abstención completa de los asuntos políticos de Europa" (Sr. Seymour). El Sr. House que en alguna parte de Texas había absorbido "las ideas de los revolucionarios de 1848" iba a destruir esa tradición, pero esto no lo hacía "peculiarmente apto" para intervenir en los "asuntos internacionales".

El Sr. House era de un tipo diferente del lánguido Sr. Balfour, con su trasfondo de colinas escocesas y lloviznas, y del Sr. Lloyd George, el Artero Trampista del Sionismo de Gales, pero él actuaba como si él y ellos se hubieran graduado juntos de alguna academia Ocultista de maquinación política. En 1914 comenzó a designar a los embajadores norteamericanos (tal como lo dice) e hizo su primer llamado a los gobiernos europeos como "un amigo personal del Presidente."

El Sr. Seymour, su editor, dice: "Sería difícil en toda la historia encontrar otro caso de diplomacia tan no-convencional y tan efectiva. El Coronel House, un ciudadano privado, extiende todas las cartas sobre la mesa y concierta con el Embajador de un poder extranjero los despachos que tienen que ser enviados al Embajador norteamericano y al Ministro del Exterior de ese poder". El Sr. Howden, su confidente, se espacia: "el Sr. House tomaba la iniciativa en lo que se hizo. . . El Departamento de Estado fue relegado al estatus de un intermediario de sus ideas, un depositario de los archivos públicos. Mucha de la correspondencia diplomática más secreta pasaba directamente a través del pequeño apartamento en la calle East 35. Los Embajadores de los beligerante le llamaban a él cuando querían influir en la Administración o buscaban ayuda en la red tejida de intriga que estaba siendo hilada cruzando el Atlántico."

El Sr. House: "La vida que estoy llevando transciende en interés y excitación a cualquier romance. . . La información de cada región del globo entra a raudales en este pequeño y discreto estudio". El Sr. Seymour nuevamente dice: "Los miembros ministeriales en la búsqueda de candidatos, candidatos en busca de posiciones, hicieron de su estudio una cámara de compensación. Editores y periodistas buscaban su opinión y despachos a la prensa extranjera a su dictado. Oficiales del Tesoro de Estados Unidos, diplomáticos británicos. . . y los financistas metropolitanos llegaban a su estudio para discutir sus planes."

Un ascendente hombre al otro lado del Atlántico también estaba interesado en los"financieros". La Señora Beatrice Webb dice que el Sr. Winston Churchill, en una cena le confidenció a ella que "él buscaba las altas finanzas para mantener la paz y por esa razón objeta un Imperio autónomo ya que piensa que destruiría este capitalismo cosmopolita, los financieros cosmopolitas eran los pacificadores profesionales del mundo moderno y en su mente, el apogeo de la civilización". Los eventos posteriores no apoyaron esta noción que los financieros más importantes("metropolitanos" o "cosmopolitas" [263]) era "pacificadores profesionales".

Tal era el cuadro norteamericano entre bastidores en 1915 y 1916. El propósito del grupo gobernante cuya red tejida comenzó ahora a extenderse sobre el Atlántico se muestra por los eventos que le siguieron. El Sr. Asquith fue derrocado con el pretexto que su incompetencia ponía en peligro la victoria; El Sr. Lloyd George arriesgó una derrota total desviando los ejércitos a Palestina. El Sr. Wilson fue reelecto con el pretexto que él, en la antigua tradición, dejaría a EEUU fuera de la guerra"; Una vez electo, en seguida EEUU estaba envuelto en la guerra. "Las palabras y los hechos de los Diplomáticos fueron diferentes".

El Sr. House privadamente "concluyo que la guerra con Alemania es inevitable" el 30 de mayo de 1915, y en junio de 1916 inventó el eslogan ganador de la reelección para la segunda campaña del Sr. Wilson: "Él nos mantiene fuera de la guerra". El Rabino Stephen Wise, antes de la elección, apoyó los esfuerzos del Sr. House: en las cartas al Presidente, el rabino "lamenta su defensa de un programa de estar preparados" y desde las plataformas públicas predicaba contra la guerra. Todo salió como fue planeado: "la estrategia de House funcionó perfectamente" (Sr. Howden), y Sr. Wilson fue re-elegido triunfalmente.

El Sr. Wilson parece en ese momento haber creído las palabras puestas en su boca. Inmediatamente después de la elección se preparó como pacificador y bosquejó una nota a los beligerante en que él usó la frase, "las causas y objetivos de la guerra son oscuras". Éste era un acto culpable de "independencia" de parte del presidente, y el Sr. House estaba furioso. El atormentado presidente enmendó la frase a "los objetivos que los estadistas y los beligerante en ambos lados tienen en mente en esta guerra son virtualmente los mismos". Esto dejó al Sr. House aun más enfadado, y los esfuerzos del Sr. Wilson por exponer la naturaleza del"tejido de red" en el que él fue cogido desde este mismo momento expiraron. Él permaneció en la ignorancia de lo que habría de ser su próxima acción, informando al Sr. House el 4 de enero de 1917, "No habrá ninguna guerra. Este país no piensa involucrarse en la guerra. . . Sería un crimen contra la civilización por parte nuestra entrar allí”.

El grupo-poder se movió para dispersar estas ilusiones en cuanto la segunda elección del Sr. Wilson fuera un pasado asegurado (el 20 de enero de 1917). El Rabino Stephen Wise informó al presidente de un cambio de mente; le convencieron ahora que había llegado el momento para que el pueblo norteamericano comprendiera que podría ser nuestro destino tener parte en la lucha". El Sr. House (quién durante la elección del "no a la guerra" había hecho notar, "Nosotros estamos al borde de la guerra") confió a su diario el 12 de febrero de 1917, "Nosotros estamos siendo ‘llevados’ a la guerra tan rápidamente como yo esperé" (lo cual dio un nuevo significado a la palabra "tendencia").

Entonces el 27 de marzo, 1917, el Presidente Wilson le preguntó al Sr. House "si debía pedir al Congreso declarar la guerra o si él debía decir que existe un estado de guerra", y el Sr. House "aconsejó lo último", así el pueblo norteamericano fue informado, el 2 de abril de 1917, que un estado de guerra existe. (*) Entre noviembre de 1916 y abril de 1917, por consiguiente, "la red tejida de la intriga", tendida a través del océano, logró estos objetivos decisivos: el derrocamiento del Sr. Asquith en favor del Sr. Lloyd George [264], el compromiso de los ejércitos británicos a la diversión en Palestina, la re-elección de un presidente que sería reprimido para apoyar esa empresa, y Norteamérica envuelta.


La declaración de guerra existente hizo que el Congreso dijera que el propósito de la guerra (qué el Sr. Wilson, unas semanas antes, había declarado en su proyecto que era "oscura") era "preparar un nuevo orden internacional". Así, un nuevo propósito fue mostrado abiertamente, aunque fue revelado en forma críptica. Para las masas públicas las palabras significaron algo o nada. Para los iniciados ellas portaban un compromiso para apoyar el plan, del cual ambos, el Comunismo y el Sionismo eran instrumentos, para establecer una "federación mundial" fundada en la fuerza y en la eliminación de la nacionalidad, con la excepción de "una nación" que debía ser creada.

Desde este momento los grupos-de-poder en Norteamérica e Inglaterra trabajaron en sincronización perfecta, de tal manera que las dos historias se transforman en una historia, o un "tejido de red". Los hombres aparentemente poderosos en Washington y Londres coordinaron sus acciones al incitamiento de los intercomunicados Sionistas a ambos lados del océano. El conocimiento previo de lo que pasaría, había sido desplegado antes por el Dr. Weizmann en Londres, que en marzo de 1915, escribió a su aliado, el Sr. Scott del Manchester Guardián, que él "entendía" al Gobierno británico en estar deseoso de apoyar las aspiraciones Sionistas de la conferencia de la paz venidera (el evento también predicho por Max Nordau en 1903). Esto era exactamente lo que el Sr. Asquith no consideraría, de tal manera que el Dr. Weizmann, en marzo de 1915, ya estaba describiendo al suplantador del Sr. Asquith en diciembre de 1916, como "el Gobierno británico".

Este "Gobierno británico", dijo el Dr. Weizmann, dejaría "la organización de la comunidad de la nación judía "completamente en Palestina, al cuidado de los judíos". Sin embargo, los Sionistas posiblemente no podrían, incluso en una Palestina conquistada para ellos

 

(*) Lord Sydenham, cuando escribió sobre la "mortal exactitud" de la pre-visión en los "Protocolos" de aproximadamente 1900, podría haber tenido particularmente en la mente el pasaje, ". . Nosotros investiremos al presidente con el derecho de declarar un estado de guerra. Nosotros justificaremos este último derecho sobre la base que el presidente como jefe del ejército de la totalidad del país, debe tenerlo a su disposición en caso de necesidad". La situación aquí descrita se ha transformado en una práctica establecida durante el presente siglo. En 1950, el Presidente Truman envió las tropas norteamericanas en Corea, "Para verificar la agresión comunista", sin consulta al Congreso. Después esto fue declarado ser una guerra de las "Naciones Unidas" y a ellos se unieron las tropas de otros diecisiete países bajo un comandante norteamericano, el General MacArthur. Éste fue el primer experimento en una guerra del tipo "gobierno-mundial" y su curso provocó la pregunta del Senador Taft de 1952. "¿Queremos decir realmente nuestra política anti-comunista?” El General MacArthur fue despedido después de protestar una orden que le prohibía seguir a los aviones comunistas en su santuario chino y en 1953, bajo el Presidente Eisenhower, la guerra fue cancelada, dejando la mitad de Corea en las manos del "agresor". El General MacArthur y otros comandantes norteamericanos acusaron después que la orden de prohibir la persecución fue dada a conocer al enemigo por "un anillo de espías responsable del hurto de mis informes secretos a Washington" (Life, 7 de feb de 1956), y el Comandante comunista chino confirmó esto (New York Daily News, 13 de feb de 1956). En junio de 1951, dos oficiales de la Oficina de Extranjeros británica, Burguess y Maclean, desaparecieron y en septiembre de 1955, el Gobierno británico, después de negar la información durante cuatro años, confirmó la creencia general que ellos estaban en Moscú y habían "espiado para la Unión Soviética durante un largo período". El General MacArthur acusó entonces que estos dos hombres habían revelado la orden del non-persecución al"agresor" comunista (Life, arriba citado).
El 4 de abril, 1956, el Presidente Eisenhower fue consultado por un periodista en su conferencia de prensa regular, si ordenaría o no un batallón de marines de Estados Unidos, en ese momento recién enviado al mediterráneo, a la guerra "sin consultar primero al Congreso" (en ese momento una guerra en el Medio Oriente era una posibilidad obvia). Contestó airadamente. "Yo he dicho una y otra vez, nunca seré culpable de algún tipo de acción que pueda ser interpretado como guerra hasta que el Congreso (decida), el cual tiene la autoridad constitucional". El 3 de enero de 1957, como primer acto mayor de su segundo mandato, envió a un borrador de ley al Congreso, diseñada para investirlo con la autoridad ilimitada, en pie para actuar militarmente en el Medio Oriente para detener la agresión Comunista armada".
[265],

preparar "una comunidad de naciones" contra los habitantes nativos. Ellos podrían hacer eso sólo detrás de la protección de un gran poder y sus ejércitos. Por consiguiente, el Dr. Weizmann (prediciendo exactamente en 1915 lo que iba a pasar en 1919 y en las siguientes dos décadas) consideró que un "protectorado británico" debería ser dispuesto en Palestina (para proteger a los intrusos Sionistas). Esto significaría, dijo, que "los judíos toman el país; toda la carga de la organización yace en ellos, pero durante los próximos diez o quince años, ellos trabajarán bajo un protectorado británico temporal".

El Dr. Weizmann agrega que ésta era "una anticipación del sistema de mandato", para que el estudioso de hoy también aprenda de dónde nació la noción de"mandato". La idea de gobernar los territorios conquistados bajo un "mandato", dado por una autodenominada "liga de naciones" se inventó solamente con un ojo puesto en Palestina. (Los eventos han demostrado esto. Todos los otros "mandatos" distribuidos después de la guerra de 1914-1918, para dar la apariencia de un procedimiento generalmente aplicable, han sido dejados de lado, o por la renuncia del territorio a sus habitantes o por su conversión de hecho, en una posesión del conquistador. El concepto de "mandato" se mantuvo tanto tiempo como fue necesario para que los Sionistas pudieran juntar las armas suficientes para tomar posesión de Palestina para ellos).

Así, después de la investidura del Sr. Lloyd George y la segunda elección del Sr. Wilson, la forma del futuro, mucho más allá del fin de la guerra, era totalmente conocida por el Dr. Weizmann en el centro de la red tejida que entró en la acción. En un memorándum al Gobierno británico exigió que: "La población judía de Palestina. . . se reconocerá oficialmente por el gobierno señorial como la Nación Judía". La "primera conferencia oficial que llevaba a la "Declaración Balfour" fue sostenida entonces. Este comité, se reunió para bosquejar un documento gubernamental británico, reunido en una casa judía privada, consistía en nueve líderes Sionistas y un representante del gobierno involucrado, el Señor Mark Sykes (quién asistió "en su capacidad privada"). Como resultado, Sr. Balfour acordó ir a EEUU en seguida para discutir la materia.

El Dr. Weizmann y sus socios tenían que dirigir un curso muy estrecho entre dos dificultades en ese momento, y podrían haber fallado, si no hubiesen tenido "la red tejida" que les permitía dictar qué le dirían al Sr. Balfour los hombres con los cuales se reuniría al otro lado del océano. El Gobierno británico, por todo su celo, se alarma ante la perspectiva de actuar como único protector de los Sionistas y quería que EEUU compartiera la ocupación armada de Palestina. Los Sionistas sabían que esto perturbaría la opinión norteamericana violentamente, (los cual deterioraría la acción en Norteamérica, por la amarga experiencia compartida, habría sido muy más difícil ganar para los hechos de 1948) y no querían que se levantara el asunto de co-ocupación norteamericana. Los presentimientos del Dr. Weizmann fueron aumentados cuando, en "una larga charla" encontró al Sr. Balfour, antes de su salida, ansioso por "un protectorado anglo-norteamericano".

El Dr. Weizmann escribió en seguida al Sr. Justice Brandeis advirtiéndole oponerse a tal plan, pero asegurar al Sr. Balfour del apoyo norteamericano para la propuesta de [266] un protectorado únicamente británico, (el 8 de abril de 1917), y esta carta al Sr. Brandeis "le debe haber llegado aproximadamente al momento de la llegada de Balfour". El Sr. Brandeis, izado a la Corte Suprema de los Estados Unidos, se había retirado de la dirección pública del Sionismo en EEUU. En la tradición de su oficina, él debería haber permanecido apartado de todos los asuntos políticos, pero de hecho, como "consejero del Sr. Wilson en el asunto judío", informó al presidente que él estaba "en favor de un protectorado británico y absolutamente opuesto a un condominio" (es decir, una junta de control Anglo-norteamericana).

Cuando el Sr. Balfour llegó a EEUU (entonces en un estado de "guerra existente" por exactamente 18 días) aparentemente nunca discutió el asunto Palestina con el Presidente norteamericano. El rol del Sr. Wilson en esta fase "se limitó a una humilde tarea" dice el Rabino Wise, "Cuando llegue el momento y usted y Justice Brandeis sientan que el tiempo está maduro para que yo hable y actúe, yo estaré listo". Por ese tiempo el rabino había informado al Sr. House:“Él esta alistado en nuestra causa. No hay ningún cuestionamiento a alguna cosa. El asunto pasará por Washington, pienso, sin retrasos" (el 8 de abril de 1917, seis días después de la proclamación de la "guerra existente").

El Sr. Balfour vio al Sr. Brandeis. Claramente él también podría haberse quedado en casa con el Dr. Weizmann, ya que el Sr. Brandeis meramente repitió el contenido de las cartas del Dr. Weizmann; El Sr. Balfour simplemente se movió de un extremo de "la red tejida de la intriga" al otro. El Sr. Brandeis (tal como la Señora Dugdale lo archiva) se "volvió' aumentadamente empático sobre el deseo de los Sionistas de ver una administración británica en Palestina". El Sr. Balfour, agrega su su biógrafo, "empeñó su propio apoyo personal al Sionismo; él lo había hecho antes al Dr. Weizmann, pero ahora él era el Ministro del Exterior británico".

Un comentario norteamericano posterior sobre el rol jugado por el Sr. Brandeis en este asunto es aquí pertinente. El Profesor John O. Beaty, de la Universidad Metodista del Sur de los Estados Unidos, dice que el día cuando la designación del Sr. Brandeis a la Corte Suprema fue confirmada, fue "uno de los días más significantes en la historia norteamericana, porque nosotros teníamos por primera vez, desde la primera década del Siglo 19, un funcionario estatal del más alto nivel, cuyo el interés de corazón estaba en algo fuera de los Estados Unidos."

El Sr. Brandeis "hizo más que imprimir la idea de una Palestina judía bajo un protectorado británico" (Dr. Weizmann). Él y el Sr. House emitieron (sobre la firma del presidente) la famosa declaración repudiando los tratados secretos). Esta declaración era popular con las masas, que oyeron en él la voz del Brave New World que reprende al antiguo malo. Las palabras evocaron cuadros de diplomáticos encubiertos subiendo las oscuras escaleras de servicio hasta secretas cancillerías; ahora que EEUU estaba en la guerra, estas maquinaciones feudales se detendrían y todo sería hecho sobre la mesa.

Lástima por la agradable ilusión; el noble reproche era otra sumisión al Sionismo. Turquía tenía aun que ser derrotada para que los gobiernos franceses y británicos (cuyos soldados estaban involucrados) desearan ganar definitivamente sobre losÁrabes [267] y con ellos hacer "el acuerdo Sykes-Picot" que visualizó una confederación independiente de Estados árabes y, entre ellos, una administración internacional para Palestina. El Dr. Weizmann supo de este acuerdo y había visto que no podría haber algún estado Sionista si Palestina estaba bajo el control internacional; la "protección" británica exclusiva era esencial. La presión fue aplicada y las denuncias del Presidente Wilson sobre los"tratados secretos" fueron de hecho apuntadas solamente a los Árabes de Palestina y sus esperanzas para el futuro. EEUU insistió que Inglaterra debía mantener al bebe.

De este logro secreto el biógrafo del Sr. Balfour alegremente archiva que mostró que "ahora se estaba en presencia de una diplomacia nacional judía"; las palabras pueden usarse como título alternativo a este capítulo, si alguien así lo desea."La Oficina Extranjera británica "reconoció por fin, con algún ligero horror, que el Gobierno británico fue virtualmente comprometido". EEUU, aunque en la guerra, no estaba en guerra con Turquía, y aun así se había comprometido en secreto (por el Sr. Brandeis) para apoyar la transferencia de territorio turco a una parte externa. Por consiguiente la participación norteamericana en la intriga tenía que permanecer públicamente desconocida por el momento, aunque el Sr. Balfour había estado informado sobre esto en tonos imperativos.

El verano de 1917 pasó, mientras se preparaba la Declaración de Balfour, con EEUU estando secretamente involucrado así en la aventura Sionista. La única oposición restante, aparte de aquellos generales y de unos pocos oficiales de la Oficina de Exterior o del Departamento de Estado, venía de los judíos de Inglaterra y Norteamérica. No tuvo efectos, porque los políticos principales, en ambos países, eran aun más hostiles con sus conciudadanos judíos que los Sionistas mismos. (El rol jugado en todos esto por los non-judíos fue tan grande, aun cuando era el rol de títeres, que uno es constantemente recordado de la necesidad de sospechar la atribución de los Protocolos a una paternidad literaria exclusivamente judía).

En Inglaterra en 1915, la Asociación anglo-judía, a través de su Comité Conjunto, declaró que "los Sionistas no consideran la emancipación civil y política como un factor suficientemente importante para la victoria sobre la persecución y opresión de judíos y piensan que tal victoria sólo puede lograrse estableciendo un hogar legalmente asegurado para el pueblo judío. El Comité Conjunto considera peligroso y provocador de anti-semitismo los postulados de los Sionistas, así como los privilegios especiales para los judíos en Palestina. El Comité no podría discutir el asunto de Protectorado británico con una organización internacional que incluye diferentes elementos, incluso enemigos".

En cualquier tiempo racional, los gobiernos británicos y norteamericanos habrían hablado así, y ellos habrían sido apoyados por los ciudadanos judíos. En 1914, sin embargo, el Dr. Weizmann había escrito que tales judíos "tienen que ser hechos comprender que nosotros y no ellos, somos los amos de la situación". El Comité Conjunto representaba a los judíos largamente establecidos en Inglaterra, pero el Gobierno británico aceptó la demanda de los revolucionarios de Rusia de ser "los amos" de la Judería. [268]

En 1917, cuando el momento irrevocable se acercaba, el Comité Conjunto declaró nuevamente que los judíos eran una comunidad religiosa y nada más, que ellos no podrían exigir "un hogar" nacional, y que los judíos en Palestina no necesitaban nada más que "la seguridad de libertad civil y religiosa, medios razonables para la inmigración y similares."

Tales declaraciones enfurecieron, en ese momento, a los alistados Goyim alrededor del ruso Dr. Weizmann. El Sr. Wickham Steed del The Times expresó la"clara molestia" después de discutir "durante una buena hora" (con el Dr. Weizmann) "el tipo de líder que podría hacer la mejor apelación al público británico", produjo "una magnífica presentación del caso Sionista".

En EEUU el Sr. Brandeis y el Rabino Stephen Wise, estaban allí igualmente vigilantes contra los judíos. El rabino (de Hungría) le preguntó al Presidente Wilson, "¿Qué hará usted cuándo sus protestas lleguen hasta usted? " Sólo por un momento él se quedó en silencio. Entonces apuntó a un gran cesto de papeles basura junto a su escritorio. "¿No tiene ese cesto la capacidad suficiente para todas sus protestas? "

En Inglaterra el Dr. Weizmann estaba enfurecido por "la interferencia externa, enteramente de los judíos". A estas alturas, sentía ser un miembro del Gobierno, o quizás el miembro del Gobierno, y en el poder que él manejaba, aparentemente era eso. Él no se detuvo sólo en desechar las objeciones de los judíos británicos como "interferencia externa"; ¡dictaba lo que el Gabinete debía discutir y exigió sentarse en las reuniones Ministeriales para que él pudiera atacar al Ministro judío! Él requirió que el Sr. Lloyd George pusiera el asunto "en la agenda del Gabinete de Guerra del 4 de octubre de 1917" y el 3 de octubreescribió a la Oficina del Exterior británica protestando contra objeciones que él esperaba serían presentadas en esa reunión "por un prominente inglés de la fe judía".

El Sr. Edwin Montagu era un miembro del Gabinete de Ministros y un judío. ¡El Dr. Weizmann instó implícitamente que él no fuese escuchado por sus colegas, o que siél fuese escuchado, el Dr. Weizmann debía ser llamado para contestar! En el día de la reunión, el Dr. Weizmann apareció en la oficina del secretario del Primer Ministro, el Sr. Philip Kerr (otro "amigo") y propuso que él permaneciera allí en caso de que el Gabinete "decidiera hacerme algunas preguntas antes de que ellos decidan la materia". El Sr. Kerr dijo, "Desde que el Gobierno británico ha sido gobierno, ninguna persona privada ha sido admitida en alguna de sus sesiones", y el Dr. Weizmann se marchó entonces.

Pero para eso el Sr. Lloyd George habría puesto el precedente, porque cuando el Dr. Weizmann recién se había marchado, el Sr. Lloyd George y Sr. Balfour, después de oír al Sr. Montagu, mandó que entrara el Dr. Weizmann. El Sr. Montagu tuvoéxito entonces, con los dientes de los Gentiles formados contra él, en obtener modificaciones menores en el proyecto, y el Dr. Weizmann reprendió al Sr. Kerr después por este pequeño compromiso: "El Gabinete e incluso usted mismo, concede una importancia indebida a la opinión sostenida por la llamada 'Judería británica'". Dos días más tarde (el 9 de octubre) el Dr. Weizmann cablegrafió triunfalmente al Sr. Justice Brandeis que el Gobierno británico había emprendido para establecer "un hogar nacional para la raza judía" en Palestina [269].

El proyecto experimentó reveladoras aventuras entre el 9 de octubre y el 2 de noviembre, cuando fue publicado. Fue enviado a EEUU, dónde fue revisado por Sr. Brandeis, el Sr. Jacob de Haas y el Rabino Wise antes de ser mostrado al Presidente Wilson para su "última aprobación". Él lo envió simplemente al Sr. Brandeis (quién ya lo había recibido del Dr. Weizmann), quién lo pasó al Rabino Stephen Wise,"para ser entregado al Coronel House para su transmisión al Gabinete británico".

De esta forma se preparó una de las acciones más fatales tomadas por el gobierno británico en su vida. El proyecto, incorporado en una carta dirigida por el Sr. Balfour al Lord Rothschild, se transformó en "la Declaración Balfour". La familia Rothschild, tal como muchas familias judías importantes, estaba agudamente dividida acerca del Sionismo. El nombre de un Rothschild que era simpatizante, como destinatario de la carta, fue usado evidentemente para impresionar a la judería Occidental, y para desviar la atención del origen judío-Oriental del Sionismo. El verdadero destinatario era el Dr. Weizmann. Él parece haberse vuelto un asiduo de la antecámara del Gabinete de Guerra y el documento fue entregado aél, el Señor Mark Sykes lo informó, "¡el Dr. Weizmann, es un muchacho! (hoy la forma del hombre puede verse).

Ninguna explicación racional para la acción de guiar a los políticos Occidentales a apoyar esta empresa foránea extranjera se ha entregado alguna vez, y como la tarea era hasta ese punto secreta y conspiracional ninguna explicación genuina puede darse; si no se requería hacerlo, y el secreto en sí mismo indica motivos que no pueden divulgarse. Si cualquiera de estos hombres alguna vez diera alguna razón pública, normalmente tomaba la forma de alguna invocación vaga del Antiguo Testamento. Esto le da un cierto anillo beato, y puede sostenerse probablemente para acobardar a los objetores. El Sr. Lloyd George le gustaba decirle a los visitantes Sionistas: (como el Rabino Wise irónicamente lo archiva), "Usted tendrá Palestina desde el Dan a Beersheba", y así para presentarse como el instrumento de una voluntad divina. Él le pidió una vez a Sir Charles y a Lady Henry convocar a los ansiosos Miembros judíos del Parlamento, "para que yo pueda convencerlos de la justicia de mi posición Sionista". Un Minyan (el quórum religioso judío de diez) se acordó reunirse en la sala del desayuno del Primero Ministro británico, dónde el Sr. Lloyd George leyó a una serie de pasajes, que, en su opinión, prescribía el traslado de los judíos a Palestina en 1917: Entonces él dijo, "Ahora, señores, usted saben lo que vuestra Biblia dice; ése es el fin del asunto."

En otras ocasiones él dio diferentes, y mutuamente destructivas, explicaciones. Él le dijo a la Comisión Real Palestina de 1937 que él actuó para ganar "el apoyo de la Judería norteamericana" y que él tenía "una promesa definida" de los líderes Sionistas "que si los aliados se comprometieran a dar los medios para el establecimiento de un Hogar nacional para los judíos en Palestina, ellos harían lo mejor para reunir el sentimiento judío a lo largo del mundo para apoyar la causa Aliada".

Ésta era la falsedad de latón en la barra misma de la historia. EEUU ya estaba en la guerra [270] cuando el Sr. Balfour fue allí para acordar la Declaración Balfour, y el biógrafo del Sr. Balfour explora la noción de cualquier ganga así. El Rabino Elmer Berger, un comentarista judío, dice que la supuesta promesa dada por los líderes Sionistas inspira en él, "... una indignación irreprimible, para mí, mi familia, mis amigos judíos, todos los cuales son justamente judíos normales. . . constituye uno de los libelos más obscenos en toda la historia. Sólo la dureza y el cinismo podrían implicar que los judíos en las naciones Aliadas ya no estaban dando lo sumo a la prosecución de la guerra."

La tercera explicación del Sr. Lloyd George (la "Acetona me convirtió al Sionismo") es lo más conocido. ¡Según esta versión, el Sr. Lloyd George le preguntó al Dr. Weizmann cómo podría él ser compensado por un útil descubrimiento químico hecho durante la guerra (cuando Dr. Weizmann trabajó para el gobierno, en algún tiempo sobrante de su trabajo para el Sionismo). El Dr. Weizmann es citado contestando, "no quiero nada para mí, pero todo para mi pueblo", ¡fue allí donde el Sr. Lloyd George decidió darle Palestina! El propio Dr. Weizmann se burla esta historia ("la Historia no se reparte en lámparas de Aladino. La abogacía del Sr. Lloyd George de la patria judía, predató largamente a su llegada a Primer Ministro"). Por ese asunto, es la práctica británica entregar los premios en dinero en efectivo para cosas así y el Dr. Weizmann, lejos de no querer nada para sí mismo, recibió diez mil libras. (Si la investigación química se premiara habitualmente en tierras, él podría haber exigido un ducado menor de Alemania con respecto a una patente que previamente fue vendida a German Dye Trust, y probablemente encontrada útil en la guerra como en la paz; él estaba naturalmente satisfecho con el ingreso que él recibió de esta patente durante varios años).

La conclusión no puede escapar: si alguna explicación honesta de sus acciones en esta materia pudiera encontrarse, el Sr. Lloyd George la habría entregado. De este período en 1916-1917, puede remontarse el decaimiento del gobierno parlamentario y representativo, en Inglaterra y EEUU. Si los hombres secretos pudieron dictar los mayores actos de política estatal norteamericana y las mayores operaciones militares del ejército británico, entonces claramente "las elecciones" y "la oficina responsable" eran términos desprovistos de significado. Las distinciones de los Partidos empezaron a marchitarse en ambos países, una vez que esta oculta autoridad suprema fue aceptada por los líderes políticos Occidentales, y los electores norteamericanos y británicos comenzaron a ser privados de toda opción verdadera. Hoy esta condición es general, y ahora es pública. Los líderes de todos los Partidos, antes de las elecciones, hacen un homenaje al Sionismo, y la selección de los votantes a Presidente, Primer Ministro o Partido da lo mismo.

En noviembre de 1917, la República norteamericana entonces, junto con Gran Bretaña llegó a ser igualmente involucrada con el Sionismo que ha demostrado ser una fuerza destructiva. Sin embargo, era sólo una agencia del "Principio Destructivo". El lector recordará que en la juventud en Rusia del Dr. Weizmann, la masa de judíos, bajo sus directores Talmúdicos, estaban unidas en su objetivo revolucionario, y sólo divididos entre el Sionismo-revolucionario y el comunismorevolucionario.

En la misma semana de la Declaración Balfour, el otro grupo de judíos en Rusia [271] lograba su objetivo, la destrucción de la nación-estado rusa. Los políticos Occidentales entonces, engendraron a un monstruo bicéfalo, una cabeza es el poder del Sionismo en las capitales Occidentales, y la otra, el poder del Comunismo avanzando desde la cautiva Rusia. La sumisión al Sionismo debilitó el poder de Occidente para preservarse contra la revolución-mundial, ya que el Sionismo trabajaba para mantener a los gobiernos Occidentales en sumisión y desviar sus políticas de los intereses nacionales; de hecho, en ese momento, se levantó por primera vez el lamento que la oposición a la revolución-mundial, también, era"anti-semitismo". Los Gobiernos estorbados por capitulaciones secretas en cualquier dirección no pueden actuar firmemente en alguna otra, y la timidez de Londres y Washington en sus relaciones con la revolución-mundial, durante las cuatro décadas a seguir, evidentemente derivaron de su sumisión inicial al "la red tejida de intriga" hilada a través del Atlántico entre 1914 y 1917.

Después de 1917, por consiguiente, la pregunta que el resto del Siglo 20 tendría que contestar es si Occidente podría encontrar todavía en sí mismo la fuerza para romper y liberarse, o apreciar a sus líderes políticos libres de esta doble esclavitud. En consideración con lo que resta de este relato, el lector debe tener presente qué acciones los políticos británicos y norteamericanos fueron inducidos para llevar a cabo durante la Primera Guerra Mundial.

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