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Capítulo 40
La invasión de Estados Unidos
Mientras las invasiones militares y contra-invasiones se multiplicaban durante los
seis años de la Segunda Guerra, absorbiendo todo el pensamiento y la energía de
las masas encerradas en el combate, una invasión silenciosa se llevaba a cabo
produciendo efectos más importantes que las invasiones armadas. Esta fue la
invasión política de la República norteamericana y su éxito fue mostrado por el
diseño de la política del estado norteamericano al final de la guerra, la cual fue tan
dirigida para asegurar que las únicas invasiones militares que rindieran
permanentemente “ganancias territoriales” eran aquellas de la revolución en
Europa y de los Sionistas en Arabia.
Inspeccionando históricamente, el logro del Sr. Roosevelt puede verse ahora que
fue triple y en cada aspecto peligroso para el futuro de su país: ayudó a armar al
Sionismo, armó a la revolución en su ciudadela de Moscú, y abrió las puertas de su
ciudadela norteamericana a sus agentes.
Comenzó el proceso en el comienzo de su presidencia por su reconocimiento del
Soviet, cuando el embajador de la revolución, Máxim Litvinoff, se comprometió
que el estado revolucionario dejaría su nariz fuera de los asuntos domésticos
norteamericanos; Los mentores del Sr. Roosevelt no eran los hombres para
recordarle que una vez que el zorro mete su nariz, pronto encontrará la forma de
hacer que su cuerpo le siga. La historia de su apoyo al estado revolucionario con el
dinero y las armas, pertenecen a un capítulo posterior; este apunta a relatar el
cuento de su penetración en la República norteamericana en su propia tierra
durante su larga presidencia.
El Sr. Roosevelt empezó rompiendo las barreras contra la inmigración
desenfrenada, lo cual los congresistas se esforzaron por reparar inmediatamente,
porque vieron en eso, el peligro de la captura de la administración norteamericana
por "un grupo extranjero". Bajo varios de sus decretos se debilitó enormemente la
vigilancia de la inmigración. Se prohibió que los oficiales de inmigración hicieran
preguntas sobre las asociaciones comunistas, y la clasificación separada de los
inmigrantes judíos fue discontinuada. Esto fue apoyado por una campaña de
prensa continuada contra todas las demandas para investigar en la lealtad o en el
registro político como "discriminación contra los nacidos en el extranjero."
Nadie puede decir cuántas personas entraron en los Estados Unidos durante ese
período. Por 1952, el Senador Pat McCarran, presidente del Comité Judicial del
Senado de Estados Unidos, estimó que, aparte de la inmigración legal, cinco
millones de forasteros habían entrado en el país ilegalmente, incluyendo un
números grande de "militantes Comunistas, bandidos Sicilianos y otros
delincuentes". El funcionario jefe de investigación del Servicio de Inmigración se
negó incluso a estimar el número de entrantes ilegales, pero dijo que en ese
momento (cuando alguna medida de control había sido restablecida) "más de
medio millón por año" estaban siendo interceptados y enviados de vuelta,
exclusivamente en la frontera mexicana. Las autoridades del Seguro Social,
quienes entregan las tarjetas necesarias para obtener empleo, fueron prohibidas de
proporcionar cualquier información sobre los solicitantes a Inmigración o a las
autoridades de la policía.
Esta masa de inmigrantes iría a inflar el tamaño del "voto fluctuante" [340] en el
cual el Partido del Sr. Roosevelt (todavía siguiendo la estrategia del Sr. House)
concentraba su esfuerzo electoral y su lamento de "no a la discriminación". Bajo las
restricciones del presidente a los interrogatorios sobre las lealtades, abrieron el
camino a los comunistas extranjeros, nacidos en EEUU o con domicilio legal, en el
servicio civil y en las fuerzas armadas. Los resultados a que esto llevó, fueron
mostrados en parte por las muchas exposiciones del período de pos-guerra,
literatura de la cual llenaría una enciclopedia de muchos volúmenes. Todo
Occidente también estaba envuelto (como las exposiciones canadiense, británicas y
australianas lo mostraron en su momento) y la cosa significante es que, con la
excepción canadiense, ninguna investigación gubernamental llevó alguna vez a
estas revelaciones parciales, las cuales fueron siempre el trabajo de persistentes
privados que protestaban; tampoco se tomó alguna vez una genuina acción
terapéutica, de tal manera que el estado de los asuntos provocados durante los años
1930 y 1940 hasta hoy, continúan sin muchos cambios, una fuente de grave
debilidad para Occidente ante una nueva guerra.
La renovación de la inmigración a gran escala formó la base a la invasión política
de la República. Este era un movimiento a tres bandas que apuntaba a la captura de
los tres puntos vitales de las defensas de un estado: la política estatal al nivel de la
cima, los servicios civiles a nivel medio y la "opinión pública" o la mente de las
masas, a nivel de base. La forma en que el control sobre los actos de la política
estatal fue logrado (a través de los "consejeros" que se transformaron en parte de la
vida política norteamericana después de 1913) ya se ha demostrado esta parte del
proceso que ha precedido las otras. Los métodos usados para intentar la captura de
los servicios gubernamentales se discutirá después en este capítulo. En lo que sigue
inmediatamente a la captura de la mente de las masas en Norteamérica, a través
del control de la información publicada, se describirá; era indispensable a las otras
dos estocadas.
Esta forma de invasión política es llamada por el Dr. Weizmann, quien la estudió
exhaustivamente en su juventud, cuando se estaba preparando en Rusia, para el
trabajo de su vida en Occidente, "la técnica de propaganda y el acercamiento a las
masas". La operación así descrita puede estudiarse ahora en el operación actual:
Atrás en este libro, el lector fue invitado a notar que "B'nai B'rith" creó un retoño.
B'nai B'rith, hasta entonces, podría compararse con grupos religiosos de otra
afiliación como la Asociación Cristiana de Jóvenes o los Caballeros de Colón; sus
objetivos declarados eran la ayuda a los pobres, a los enfermos y huérfanos y
labores bondadosas en general. El pequeño vástago de 1913, la "Liga de Antidifamación",
había llegado a ser en 1947 una policía secreta con un formidable
poder en EEUU. (*)
(*) De hecho aunque no en la forma. La policía secreta en países dónde la institución es
nativa (la Gestapo de Hitler fue copiada del modelo Asiático que tenía una tradición de
siglos en Rusia y en Turquía) tienen todo el poder y los recursos del estado detrás de ellos;
de hecho, ellos son el estado. En Norteamérica el Sionismo construyó el núcleo de una
policía secreta casi tan efectiva, de muchas formas, como esos prototipos. Sólo podría llegar
a ser igualmente efectiva si lograse el control pleno de los recursos del estado, incluyendo
el poder de arresto y encarcelamiento, y a mi juicio esa era la última meta.
En el doble sentido "anti-difamación" significa "difamación" y este cuerpo vive a
través de las calumnias, usando términos tales como anti-semita, fascista, agitador,
opresor de Judíos, opresor de rojos, paranoico, lunático, demente, reaccionario,
intransigente, fanático y más de similares
[341].
El vocabulario está fijado y puede
remontarse atrás, a los ataques que recibieron Barruel, Robison y Morse después
de la revolución francesa; la verdadera naturaleza de la obediencia de cualquier
escritor o periódico puede ser descubierta tomando en cuenta el número de veces
que estas palabras de marca-registrada se usan.
El logro de esta organización (normalmente conocida como A.D.L.) ha sido por
repetición, un fetiche de ellos, de tal manera que los políticos de Partido se
apresuran a negar que ellos son cualquiera de estas cosas. Bajo este régimen, el
debate razonable ha sido prohibido; hay algo de magia negra en esta subyugación
de dos generaciones de hombres Occidentales a este sin sentido de los
conspiradores Asiáticos.
Cuando nació la A.D.L. en 1913, tenía meramente una sala en la oficina de su
padre, la B'nai B'rith y un presupuesto diminuto. En 1933, el Sr. Bernard J. Brown
escribió, "A través de la intervención de la A.D.L., nosotros hemos tenido éxito
amordazando la prensa non-judía en una magnitud que los periódicos en
EEUU se abstienen de señalar que cualquier persona que presente algo
desfavorable, es un judío". En 1948, el Jewish Menorah Journal de Nueva
York escribió, "Aun cuando fuese una frase en un clásico de la literatura reimpreso que refleje injustamente a los judíos, la A.D.L. con prontitud criticará al
inocente editor hasta que él censure el pasaje ofensivo. Que un inocente productor
de films incorpore un prototipo judío, aun cuando sea inofensivo, en su carácter y
color, el lamento levantado por la A.D.L. le hará desear que él nunca más escuche
hablar de los judíos. Pero cuando los judíos reciben sutilmente la propaganda para
aceptar la doctrina comunista. . . el A.D.L. permanece callado. Ninguna
palabra, ninguna advertencia, ninguna indirecta de cautela, mucho
menos exposición y condenación: aunque hay hombres en los niveles
altos de los concilios de la organización que deben conocer por su
propia experiencia cómo los Comunistas 'infiltran'. " (El Menorah
Journal habla por los muchos judíos que estaban alarmados porque la A.D.L.
estaba atacando el anti-comunismo como anti-semitismo)
Estas citas muestran el crecimiento del poder de la A.D.L. en treinta y cinco años.
Ha impuesto la ley de la herejía en el debate público en Norteamérica. Ninguna
crítica al Sionismo o al plan del gobierno-mundial se permite pasar sin un ataque
virulento; la crítica al Comunismo sólo se tolera en el entendimiento tácito que
cualquier guerra con el Comunismo, llevaría a un estado-mundial comunizado; y
acerca de eso, "Jerusalén es la capital del mundo no menos que la capital de Israel"
(dice el alcalde Sionista de Jerusalén, 1952).
Norteamérica tiene hoy unos pocos escritores supervivientes que luchan por un
debate y comentarios independientes. Ellos discutirán cualquier materia pública,
en la luz de la política en intereses norteamericanos tradicionales, excepto sobre
Sionismo, que difícilmente alguno de ellos tocará. Yo he discutido esto con cuatro
de los principales escritores, los cuales, todos ellos, dieron la misma respuesta: no
podría hacerse. Los empleado perderían sus puestos, si ellos hicieran el intento.
Los independientes no encontrarían a algún editor para sus libros porque ningún
crítico los mencionaría, salvo con los epítetos enumerados anteriormente.
La AD.L., con un comienzo tan pequeño en 1913, en 1948 tenía un presupuesto de
tres millones de dólares (es sólo una de varias organizaciones judías que persiguen
objetivos Sionistas en EEUU en una proporción similar de gastos). El Menorah
Journal, [342] discutiendo la "Histeria de Anti-difamación", dijo, "combatir el
anti-semitismo ha llegado a ser un gran negocio, con presupuestos anuales que se
cuentan en varios millones de dólares". Se dijo que el objetivo era "continuar
golpeando los tambores del antisemitismo y "para asustar los bolsillos de los
probables contribuyentes" para levantar fondos. Mencionó algunos de los métodos
usados ("chantaje comercial directo; si usted no puede permitirse el lujo de dar
10.000 dólares para esta causa, usted puede llevar su negocio a otra parte"), y dijo
que los judíos norteamericanos estaban "huyendo en tropel en un estado de histeria
masiva por sus auto-llamados defensores". (*)
El Menorah Journal también atrajo la atención a la falsificación de noticias por
agencias de noticias judías, subvencionadas por las grandes organizaciones. Mostró
que algunas reyertas menores entre adolescentes en Manhattan, habían sido
descritas "en titulares de primera página que asustaban y que habrían llevado a un
extraño a creer que un pogromo Zarista estaba ocurriendo (por estos mismos
medios "los pogromos Zaristas" de los tiempos previos y el "informado pogromo en
Berlín" del Rabino Stephen Wise en 1933 que alcanzó el mundo). De este "titular
terrorífico" creció una concentración masiva en Madison Garden, dónde otro
político que aspiraba a la oficina presidencial (un tal Sr. Wendell Willkie en ese
momento) declaró, "La creciente ola de anti-semitismo en casa me asusta. . . etc.,
etc."
La "histeria-masiva" no sólo se producía entre los judíos y los políticos del vagón
de cola por este método; producía otro tipo de histeria-masiva entre personas
serias pero ignorantes del tipo "Liberal": la histeria-masiva de los que se dicen
justos, lo cual es una forma tentadora de auto-indulgencia. El fallecido Sr. George
Orwell era de aquellos que ayudaron a extender la "histeria-masiva" de esta forma.
Era un hombre bueno, porque él no sólo incitó a otros a socorrer al débil y vengar
la injusticia, sino que fue el mismo a luchar cuando la Guerra Civil estalló en
España, y entonces descubrió que el Comunismo, cuando lo vio, era mucho peor
que la cosa, (cuando él la compró) para lo cual se preparaba para destruir. Murió
antes de que él pudiera ir a Palestina y experimentar algún esclarecimiento similar,
de tal manera que lo que él escribió sobre "anti-semitismo" fue solamente el eco de
la "histeria de la anti-difamación". Es tan bueno como ejemplo de esto que yo lo
cito; aquí un hombre de buena voluntad ofrece, como propia sabiduría, frases que
otros hicieron entrar a raudales en su oreja.
Exploró el "anti-semitismo en Bretaña" (1945) y encontró "una perceptible tensión
anti-semítica en Chaucer". El Sr. Hilaire Belloc y el Sr. G.K.Chesterton eran"literatos hostigadores de Judíos". Encontró pasajes en Shakespeare, Smollett,
Thackeray, Shaw, T.S. Eliot, Aldous Huxley y otros "que si se escribieran ahora podrían ser estigmatizados como anti-semitismo" (él tenía razón sin saberlo; si
se escribieran ahora ellos serían estigmatizados). Entonces sufrió lo qué los
norteamericanos llaman una caída de espaldas. Dijo que "de improviso, los únicos
escritores ingleses que puedo pensar,
(*) El lector no necesita encontrar alguna contradicción entre esta cita y mi declaración en el párrafo precedente. El debate y los comentarios son bastante libres en la prensa judía la cual es pensada principalmente para la lectura "entre nosotros" y el lector de periódicos, en cualquier parte en el mundo, que se toma el trabajo regularmente para obtener periódicos judíos de todas las opiniones, se encontrará mucho mejor informado sobre lo que sucede en el mundo. El apagón está en la prensa non-judía.
[343]
que antes de los días de Hitler, hicieron
un esfuerzo definido para defender a los judíos fueron Dickens y Charles Reade."
Así él exaltó a uno de los "hostigadores de Judíos" del A.D.L. como un campeón de
los judíos; ¡En EEUU la película de Oliver Twist de Dickens se prohibió debido al
personaje Fagin! Éste fue el trabajo de la A.D.L.; su representante, el Sr. Arnold
Forster, anunció:
"Los distribuidores de películas norteamericanos se negaron a involucrarse en la
distribución y exhibición de la película después que la A.D.L. y otros, expresaron el
temor que la película fuese dañina; la Organización Rank retiró la
película en los Estados Unidos". Posteriormente el film fue mostrado, después de la
censura hecha por la A.D.L.; "setenta dos eliminaciones" fueron hechas ante su
orden y un prólogo fue agregado, asegurando a los espectadores que ellos podrían
aceptarlo como "una filmación de Dickens sin "intenciones anti-semitas". (En
Berlín ocupado, la prohibición de la A.D.L. fue total; las autoridades británicas ordenaron que el film de Dickens fuese retirado de los ojos de los alemanes).
Yo estaba en América en este momento y así vi el cumplimiento de una predicción
hecha en un libro de 1943, cuando escribí que, mientras la censura secreta
avanzaba, Chaucer, Shakespeare y Dickens habrían de ser un día difamados como"anti-semitas". Pensé tensar la probabilidad, hacer un punto, pero sucedió en los
tres casos: un actor-productor Shakespeareano que visitaba Nueva York fue
solicitado no presentar El Mercader de Venecia, Dickens fue prohibido, y los
difamadores pusieron a Chaucer en su lista negra.
Una organización privada que puede producir tales resultados es evidentemente
poderosa; no hay nada comparable en el mundo. El Sr. Vincent Sheehan escribió en
1949, "Existe escasamente una voz en los Estados Unidos que se atrevan a
levantarse por los derechos, cualquier derecho, de los Árabes; cualquier crítica leve
al alto comando Sionista es inmediatamente caratulada como anti-semita". La Srta.
Dorothy Thompson cuyas fotos y artículos eran publicados cada día en centenares
de periódicos en ese momento, protestó en forma semejante. La popularidad del Sr.
Sheehan con los críticos de libros cayó de inmediato; La fotografías de la Srta.
Thompson y sus escritos se ven raramente en la prensa norteamericana de hoy.
¿Cómo se trabajó el oráculo? ¿Por qué medios ha sido llevado EEUU (y todo
occidente) al estado que ningún hombre público que aspire a la oficina, o editor que
se sienta seguro en su escritorio, hasta que él haya sacado su esterilla para las
oraciones y se ha postrado a Sión? ¿Cómo han sido llevados los Presidentes y
Primeros Ministros a competir por la aprobación de esta facción como las damas de
honor compiten por el ramillete de la novia? ¿Por qué los hombres importantes
sufren tener que desfilar en los banquetes de cien-dólar-un-plato para Sión, o ser
arriados en rebaños a los escenarios Sionistas para recibir las "placas" por los
servicios dados?
El poder del dinero y la perspectiva de votos ha sido demostrablemente los
potentes señuelos, pero a mi juicio, por lejos, el arma más fuerte es este poder para
controlar la información publicada; para enfatizar lo que esta facción quiera y para
excluir de él a todos que la facción detesta, y por ello tener la capacidad de
entregarle a cualquier persona seleccionada una "buena" o "mala" prensa." Éste es
de hecho el control de "la chusma". En el lenguaje [344] de hoy es "la técnica de
propaganda y el acercamiento a las masas", tal como dijo el Dr. Weizmann, pero
este es un antiguo arte Asiático y se describió, en una ocasión famosa, por San
Mateo y San Marcos: "Los principales sacerdotes y superiores persuadieron a la
multitud. . Los sacerdotes principales movieron al pueblo. . "
En cuarenta años la A.D.L. perfeccionó una máquina para persuadir a la multitud.
Es un método de control mental del cual la masa-objetivo es inconsciente y su
habilidad de destruir a cualquiera que escape es grande. Uno de los primeros en ser
destruido políticamente fue la cabeza del Comité del congreso encargado de
investigar la sedición (el Comité de Actividades anti norteamericanas). Los
Protocolos de 1905 predijeron que las naciones-estados no serían permitidas de"luchar contra la sedición" tratándolo como un crimen y esta "previsión" se
cumplió.
El Sr. Martin Dies relata que él fue requerido por la inquisición secreta para
restringir la definición de "subversión" al "fascismo", y para igualar el "fascismo"
con el "anti-semitismo". "Subversión", si estos importunadores hubiesen salido con
la suya, habría sido cualquier tipo de resistencia al "Principio Destructivo", no
la subversión de la nación-estado. Él no se rendiría, pero fue sacado de la vida
política mediante la difamación.
La A.D.L. (y el Comité Judío Norteamericano) "planificaron hacer al pueblo
norteamericano consciente del anti semitismo." Informó que "25 de cada 100
norteamericanos estaban infectados por el anti-semitismo", y que otros 50
podrían desarrollar la enfermedad. Por 1945 estaba llevando a cabo "un programa
educativo de alta potencia, engranado para llegar a cada hombre, mujer y niño" en
EEUU, a través de la prensa, radio, publicidad, revistas de historietas para niños,
libros escolares, conferencias, películas, "iglesias" y sindicatos. Este programa
incluyó "219 transmisiones al día", avisos de una página en 397 periódicos, carteles
en 130 ciudades, y la "persuasión" incorporada sutilmente en el material impreso
en papel secantes, cubre fósforos, y sobres.
Toda la prensa nacional ("1900 periódicos con una circulación de 43,000,000 ") y
la provincial, en otros idiomas, de los negros, periódicos de los trabajadores fueron
proporcionados con, "y lo usaron", su material en el forma de "noticias, material
del fondo, dibujo animados y tiras cómicas". En adición, el A.D.L. en 1945
distribuyó "más de 330,000 copias de libros importantes llevando nuestro
mensaje a las bibliotecas y otras instituciones", a los autores le proporcionaron el"material y las ideas completas", y circularon nueve millones de folletos "todos
preparados para encajar al público hacia don ellos se dirigen".
Descubrieron que las "revistas de historietas" eran un forma particularmente eficaz
para llegar a las mentes de personas jóvenes, a los soldados, marineros y aviadores,
e hicieron circular "millones de copias" de propaganda en esta forma. Su
organización consistía de la oficina Principal Nacional, comités de relaciones
públicas en 150 ciudades, once oficinas regionales, y "2,000 hombres importantes
en 1,000 ciudades."
El nombre del cuerpo que proporcionó esta masa de material sugestivo nunca llegó
al público. Durante los años de 1940, el sistema de los "escritores sindicados" en
Nueva York o Washington envolvió a toda la prensa norteamericana. Una columna
de tales escritores [345] puede aparecer en mil periódicos cada día; a los editores
les gusta este sistema que les ahorra el costo de emplear a sus propios escritores,
para su baratura. A través de unos docena de tales escritores, todo el flujo de
información puede ser teñido desde su fuente (el método ya antes dicho en los
Protocolos). Por todos estos medios, una generación ha sido criada en
Norteamérica (y esto se aplica igualmente a Inglaterra) que ha sido privada de
información auténtica, y de comentarios independientes acerca de la naturaleza del
Sionismo, de su conexión original con el Comunismo, la infección de las
administraciones y la captura de los "administradores", y la relación de todo esto
con el finalmente proyecto de Gobierno Mundial.
La oposición a este lento control fue al principio fuerte y se aplastó gradualmente
durante dos décadas, (yo he dado ejemplos de ello en Inglaterra) por varios
métodos, incluso por la compra de periódicos, pero principalmente por la presión
incesante y organizada, persuasiva o amenazadora. En Norteamérica un periódico
que imprime informes o comentarios inaceptables para la A.D.L., puede esperar
recibir una visita de sus representantes. Las amenazas para retirar la publicidad
son frecuentemente hechas. El cuerpo de escritores "sindicados" se une en el
ataque en cualquier escritor individual o presentador que se torne molesto; muchos
comentaristas norteamericanos han sido sacados de las listas de los publicistas o
sacados "fuera del aire" de esta forma. Un ejemplo ilustrativo:
El The Chicago Tribune en 1950, informó en la visión de un oficial de alto
grado del Departamento de Estado que los Estados Unidos eran gobernados
por "un gobierno secreto" que consiste en tres miembros del círculo del fallecido Sr.
Roosevelt: el Sr. Henry Morgenthau Junior, Justice Félix Frankfurter y el Senador
Herbert Lehman. La palabra "judío" no fue usada; el artículo expresaba la opinión
de un sirviente público de alto nivel en una materia que él pensaba era de gran
importancia nacional. Este artículo levantó mucha conmoción en la prensa Sionista
y judía a lo largo del mundo (pocos periódicos non-judíos prestaron atención a él,
por razones obvias). Yo estaba en Sudáfrica pero supuse lo que vendría y cuando fui
la próxima vez a Norteamérica supe que tenía razón; El Tribune Tower en Chicago
estaba sitiada por el A.D.L. con demandas perentorias para una disculpa. En esta
ocasión particular ninguna fue hecha; el periódico era en ese momento, un
sobreviviente aislado de los días de informar y comentar en forma independiente.
(Un detalle picante; el escritor de este artículo "anti-semita" se había interesado, no
largo tiempo antes, en intentar obtener la libertad bajo palabra de un judío que
pugnaba prisión de por vida por asesinato, sobre la base que la expiación podría
sostenerse, que había sido cumplida razonablemente).
Incluso las cifras para los gastos, personal y actividades, entregadas arriba, no
llevan a una idea real del poder y la omnipresencia del A.D.L., que yo no habría
creído, hasta que lo vi, que un cuerpo de tal poderío pudiera operar casi
invisiblemente en un estado nominalmente gobernado por un Presidente y un
Congreso. Sus numerosas oficinas y sub-oficinas son claramente sólo los centros de
una gran red de agentes y sub-agentes, ya que su ojo es como "el que todo lo ve" del
N.V.D. en la cautiva Rusia o de la Gestapo alguna vez en Alemania, tal como lo
conocí a través de mi experiencia personal [346].
Soy una persona bastante oscura y cuando fui a Norteamérica en 1949, era casi
desconocido allí para el público, la publicación de la mayoría de mis libros habían
sido prevenidos por los métodos arriba descritos. Encontré que la A.D.L. me
vigilaba como un halcón desde mi llegada y de esto por primera vez comprendí su
inmensa cobertura y vigilancia; Yo no había sospechado que escrutaba cada tejado
por cada gorrión. Un conocido norteamericano que había leído algunos de mis
libros me presentó a un colega que expresó el placer de encontrarse con un autor.
Este hombre me pidió que cenara con él y un amigo, a quien presentó como "mi
primo". El primo era un compañero entretenido; Supe un año después, que él era el
jefe de la oficina del A.D.L. de Nueva York y había sido él el verdadero organizador
de la pequeña cena de encuentro. (*) Esto pasó unos pocos días después que yo
aterricé y después de esto, la A.D.L. supo cada uno de mis movimientos. Ellos
sabían del libro que estaba escribiendo y cuando estuvo listo para la publicación, el"primo" se acercó al editor norteamericano de un libro anterior mío, con una filosa
pregunta para saber si él contemplaba editar este nuevo libro; un hombre de
discreción, él contestó No.
Tres años después, en 1952, cuando este libro había aparecido en Inglaterra, la
revista de la Legión Americana en Hollywood publicó unas quinientas palabras deél. La A.D.L. en seguida exigió una retractación del comandante de la Legión en
Hollywood, la cual fue referida al editor de la revista. No se acusó de una falta de
exactitud; la delegación sólo llamó "anti-semita" al libro. El editor se negó a
retractarse a menos que se probara alguna declaración falsa u otra razón válida y
renunció cuando el comandante, ignorándolo, publicó la "disculpa" familiar ante la
amenaza de que "todos los judíos" boicotearían el Estadio Hollywoodense que era
dirigido por la Legión.
El editor, al dejar su trabajo, dijo que esto demostraba la verdad de lo que se
declaraba en el libro. La disculpa no fue útil para el comandante ya que
Radiodifusión Americana (American Broadcasting), que había estado televisando
los eventos de la Legión en el estadio anunció que terminaría su contrato con la
Legión y televisaría los eventos del rival; el comandante tristemente dijo que esto"llega como un shock total para mí."
Cuando visité Norteamérica la próxima vez, en 1951, otro conocido, que pensaba
que mis libros eran informativos y deseaba que yo escribiera para los periódicos
norteamericanos, se negó a acreditar lo que yo le dije. Él dijo que estaba seguro que
cierta publicación daría bienvenida
(*) Por este medio se obtiene a menudo el material para los dossier y para los ataques "de difamación". En 1956, la A.D.L. publicó un volumen tal de "difamación" llamado Croos Currents (Corrientes Cruzadas), descrito como "el libro que dice cómo el anti-semitismo se usa hoy como arma política". Estaba lleno con los ataques a los "anti-semitas" y contenía numerosos extractos de las cartas y conversaciones supuestamente de las personas nombradas. El crítico del libro en el New York Times, aunque simpatizaba (escribiendo para ese periódico él no sería un antagonista) dijo "los autores no permiten al lector que llegue al secreto de cómo llegaron ellos a tomar posesión de estos intrigantes papeles. . . esta reticencia sobre las fuentes es una debilidad mayor y es particularmente seria donde se citan declaraciones de una entrevista oral. ¿Quiénes eran estos entrevistadores?, preguntó él, y ¿Cómo se hicieron de su asignación? Yo podría haber dicho, y el lector de este libro tiene la respuesta. Si mi "entrevista oral" con el "primo" que pretendió ser un fuerte "anti-semita" no entregara el material para este volumen, la razón es de interés. Después en una velada social, me preguntó de pronto que tan fuerte pensaba yo era el "anti-semitismo" en los Estados Unidos. Creyendo que era lo que él profesaba ser, contesté justo como habría contestado, si hubiese conocido su identidad. Le dije que yo había viajado en más de treinta de los cuarenta y ocho Estados y nunca había oído una sola vez la palabra "judío" mencionada por cualquiera de las miles de personas con las cuales de hecho, yo me había encontrado.[347]
a un artículo mío sobre un asunto
entonces tópico (no acerca del Sionismo) y le escribió a su editor. Le dijeron, ante
su asombro, que la publicación de algo mío, era "verboten" [‘prohibido’ en
alemán, Nota del Trad.], y cuando sugirió que se publicara sin mi nombre, se le
informó que esto no sería útil: hay representante de la A.D.L probablemente en
nuestra nómina" (tengo la carta).
Otro conocido, a la cabeza de un gran consorcio de la venta de libros, ordenó en su
oficina que se solicitara un libro de mío desde Canadá y se le dijo que el
comerciante al por mayor de Toronto informó no era posible para él proporcionar
los libros. Investigué y supe que no había llegado ninguna orden a Toronto. Mi
conocido investigó entonces y no pudo encontrar quien, en su propia oficina,
había interceptado la orden, diciéndome que ahora comprendía que mis libros
estaban "en el índice"
El lector sólo necesita multiplicar estos pocos ejemplos de la experiencia personal
de un hombre para ver los efectos en la suma total de información proporcionada a
las masas públicas. Las personas en los estados-naciones de occidente son
deprivadas de información en materias que más afectan su presente y futuro, por
una prensa que (constantemente se les dice) es "la más libre en el mundo."
Otro método usado por la A.D.L. para mantener a los judíos en la "histeria de
masas" y a los non-judíos en un estado de engaño es aquella del agente
provocador, el "anti-semita" ficticio (el "primo" mencionado más arriba es un
ejemplo).
Parte de este método es la distribución de "documentos" que exponen "el complot
mundial entero" y normalmente atribuido a alguna recolección inaveriguable de
rabinos. El estudiante serio de la real empresa Talmúdica, que puede documentarse
de las fuentes Talmúdicas auténticas, reconoce estas fabricaciones en seguida. Un"admirador" me envió una vez un "documento" de ese tipo, que encontró (dijo él)
en un cajón secreto de un antiguo escritorio familiar, que no había sido abierto
durante cien años. Yo examiné el documento y entonces le pedí a mi corresponsal
que me dijera cómo su abuelo que había muerto hace tanto tiempo, había ideado
para obtener un documento en papel fabricado en los años de 1940. La
correspondencia se cerró.
Un ejemplo del empleo del "anti-semita" ficticio por el A.D.L. está en el registro,
autentificado por la propia organización. Un prolífico escritor de libros atacando el"anti-semitismo" en Norteamérica, es un hombre de orígenes armenios, un tal
Avedis Boghos Derounian cuyo mejor seudónimo conocido es John Roy Carlson.
Varias acciones de difamación fueron llevadas cabo contra uno de sus libros
publicado durante la Segunda Guerra, en que él atacaba a más de setecientas
personas, y un juez, adjudicando daños y perjuicios, dijo "pienso que este libro fue
escrito por una persona totalmente irresponsable que estaba deseoso de decir
cualquier cosa por dinero; Yo no le creería ni bajo juramento, ni en ningún
momento de ahora en adelante; Pienso que el libro fue publicado por un Editor que
estaba deseoso publicar cualquier cosa por dinero". En noviembre de 1952, un
radio-entrevistador confrontó a este hombre con un corresponsal extranjero
norteamericano muy conocido, el Sr. Ray Brock, que acusó a Carlson de haber
publicado anteriormente "una hoja viciosamente anti-semita llamada "La
Defensora Cristiana". Esto no podía ser negado, ya que los hechos habían sido
dados a conocer, por lo que Carlson dijo que lo había hecho "con la aprobación
de la "Liga de Anti Difamación" [348]. El entrevistador interrumpió para
decir entonces que la A.D,L., ante su consulta, confirmó esto (la confirmación era
inevitable, el A.D.L. había admitido al Chicago Tribune en 1947, que había
empleado al hombre entre 1939 y 1941 y había "encontrado sus servicios
satisfactorios").
El hecho que este hombre fue entonces capaz (en 1951) de publicar otro libro
atacando el "anti-semitismo" y tenerlo ruidosamente alabado en los principales
periódicos de Nueva York,(en la cara del comentario judicial anteriormente citado)
es una señal del gran cambio que esta organización ha provocado en la vida
norteamericana en los últimos veinte años.
El tejido red de la cual la A.D.L. formaba el centro, alcanzaba a otros países
angloparlantes, de tal manera que ningún escritor independiente en alguna parte,
pudiera escapar de él. Yo entrego casos de mis propias experiencias en ese
escenario más grande:
En marzo de 1952, Truth [Verdad] (que entonces no había
sido subyugado), informó que el Congreso judío canadiense le había pedido a un
librero canadiense que quitara de sus estantes un libro mío. Cuando visité Canadá
ese año hice la pregunta y encontré que esta presión era general sobre los
vendedores de libros canadienses, muchos de los cuales se habían rendido a esto.
También en ese momento un periódico Sionista en Sudáfrica declaró, "Hasta
aquellos tiempos en que los grupos raciales recibían protección en la ley, ninguna
librería estaba titulada para decir que venderá los libros. . como
algunos de los libros de Reed"; Más tarde pasé un tiempo en África del Sur y
encontré que la posición allí era idéntica con la de Canadá.
La "protección racial" predicha en la cita anterior es la "Convención del Genocidio"
bosquejada por los Sionistas de las Naciones Unidas, que contienen una provisión
que prescribe penas legales por cualquier cosa que sea dicha por alguna facción
para causar "daño mental"; esta provisión, si se le da fuerza en otra guerra, haría la
censura de la A.D.L. permanente y mundial. Nunca fui a Australia, pero pienso que
habría encontrado allí, la interferencia secreta que prevalece en las librerías de
Canadá y África del Sur. Sin embargo, aproximadamente al mismo tiempo, un
senador australiano, desconocido para mí, incluso por su nombre, atacando a una
organización "anti-semita" igualmente nunca escuchada por mí, dijo que estaba"era muy cercana" conmigo; Los periódicos australianos publicaron este mensaje
difamatorio, pero se negaron a imprimir la corrección verdadera. Durante estos
años, recibí muchas quejas de lectores de que el bibliotecario principal de una gran
biblioteca de Toronto, había pegado en las hojas interiores de la tapa de mis libros
una "advertencia" a los lectores acerca de ellos; las protestas no tuvieron efectos.
De todas estas formas una cortina fue bajada entre las masas públicas y la
verdadera información sobre sus asuntos. La captura de la mente de las masas fue
tan completa como aquellas de "los políticos del más alto nivel".
Esto dejó una
posición sin conquistar en las capas medias entre los cautivos políticos y la
multitud-persuadida. Era la clase de la cual el Dr. Weizmann se quejaba
repetidamente: los funcionarios permanentes, los profesionales y los expertos.
Desde el comienzo, la oposición más fuerte a la invasión del Sionismo, vino de este
grupo (y de la "interferencia externa, conformada completamente por judíos" de la
cual el Dr. Weizmann también se quejaba). El funcionario non-elegido, el
funcionario de carrera, el soldado profesional, el experto en el exterior, son casi
imposibles de sobornar. Los funcionarios permanentes [349] no dependen de la
elección y se perciben a sí mismos, como una parte íntegra de la nación. El soldado
profesional siente instintivamente que la nación y su deber son uno, y le repugna el
pensamiento que estén pervirtiéndose las operaciones militares por algún motivo
ulterior, político. El experto no puede sofocar su conocimiento ante las órdenes de
los hombres de los partidos más que un artesano especialista en relojes podría ser
tentado para hacer un reloj que gire hacia atrás.
De hecho, sólo la captura completa de un estado, incluso el poder de despedir, la
inhabilitación del empleo y el arresto pueden superar alguna vez, totalmente la
resistencia de los servidores públicos, de los profesionales y de expertos a algo que
claramente entra en conflictos con su deber. La A.D.L., a mi juicio, mostró que
esperaba el día, cuando superaría este obstáculo, mediante un intento que fue
hecho en 1943.
La alta dirección de Inteligencia de este cuerpo sabía evidentemente, que el mejor
momento para lograr sus objetivos está en las últimas etapas y posterior de una
gran guerra. En el comienzo las masas embrolladas están todavía intentando en los
objetivos profesados y después del período de confusión que sigue a la guerra, ellos
recobran un poco de claridad de visión y empiezan a preguntar las materias que se
han llevado a cabo bajo la cubierta de la guerra; si el propósito secreto no se ha
logrado entonces la oportunidad se ha perdido. Estos propósitos secretos estaban
avanzados entre 1916 y 1922 (no entre 1914 y 1918) en la Primera Guerra, y entre
1942 y 1948 (no 1939-1945) en la Segunda Guerra. Si una tercera guerra
comenzara, digamos, en 1965 y continuara hasta 1970, ostensiblemente con el
propósito de "destruir al Comunismo", el esfuerzo secreto para llevar a cabo la
ambición plena del Sionismo y del mundo-estado comunizado, vendría durante el
período de la más gran confusión, digamos, de 1968 a 1974.
El intento para capturar el servicio civil en Norteamérica fue hecho en 1943, el
cuarto año de la Segunda Guerra, y fue parcialmente expuesto (por casualidad) en
1947, cuando la niebla se estaba aclarando. El objetivo era interponer entre las
personas norteamericanas y sus servicios públicos una lista negra secreta, de
difamadores, que impediría a los hombres con deber patriótico entrar en ellos, y les
abría una ancha puerta a los agentes aceptado de la conspiración. Las listas
entonces compiladas, en determinado momento, se extendieron de tal manera que
ellas muy pronto habrían incluido a todas las personas en Estados Unidos, cuyo
empleo en oficinas públicas no era deseada por los árbitros secretos. Los
expedientes difamatorios de la A.D.L. fueron incorporados en los archivos oficiales
del Servicio Civil norteamericano. Esto podría comprender la base para la acción de
la policía secreta en una fase posterior (los "antagonistas políticos" fueron cazados
con la fuerza de tales listas por la nueva policía secreta de Goering, en la noche del
incendio del Reichstag). Todo ello desconocido para el pueblo norteamericano,
entonces y ahora, un golpe de primer orden estaba muy avanzado en preparación.
El Sr. Martin Dies describió una vez al A.D.L, la cual proporcionó estas listas, como"una organización terrorista, que usa sus recursos, no para defender el buen
nombre de los judíos, sino para forzar y obligar a la complacencia con los objetivos
de su organización, por métodos terroristas [350]; "es una liga de difamación". (*)
La descripción fue confirmada por los descubrimientos del Subcomité para
Investigar a la Comisión del Servicio Civil, propuesta por el Comité de los Gastos de
la Cámara de Representantes norteamericana, que se reunió el 3, 6 y 7 de octubre
de 1947 bajo la presidencia de Clare E. Hoffman, Representante de Michigan.
Esta investigación también fue provocada solamente por los esfuerzos de
individuos; todo el esfuerzo de gobierno estaba dirigido torcidamente en evitarla.
Algún funcionario público fiel vio lo que estaba haciéndose en secreto e informó a
ciertos Diputados que las listas negras estaban siendo insertadas en los archivos de
los Servicio Civiles. ¡Ni siquiera eso pudo llevar a tomar alguna acción, si no
hubiesen sabido estos Diputados que ellos también estaban entre aquellos en la
lista negra! Bajo los refrenamientos dejados por la larga investigación de la
Administración Roosevelt, incluso entonces, podría ser sólo puesta en movimiento
sobre la base que "los fondos votados por el Congreso estaba empleándose mal" (de
la intervención del Comité en los Gastos).
Aproximadamente cien Senadores y Diputados norteamericanos supieron entonces
que ellos (y algunas de sus esposas) fueron mostrados como "Nazis" en las tarjetas
de los archivos de Servicios Civiles. Ellos tuvieron éxito en conseguir copias de
estas tarjetas, que contenían una nota diciendo que la información difamatoria
sobre ellos fue "copiada de los archivos de subversivos" de una empresa privada de
abogados Sionistas. Estos archivos, continuaba la nota, "fueron hechos en
cooperación con el Comité judío norteamericano y la Liga de Antidifamación
Judía; la fuente de esta información no deben darse a
conocer bajo ninguna circunstancia; sin embargo, mayor información
sobre lo anterior puede obtenerse. . . " (de los abogados Sionistas).
El funcionario mayor de ese departamento de la Comisión de Servicio Civil de
EEUU que fue acusado con investigar a los solicitantes para empleos compareció
ante el sub-comité en la citación. Como funcionario oficial directamente
responsable, dijo que los archivos eran secretos, la existencia de los cuales tenía
solamente ahora conocimiento (probablemente, cuando él recibió la citación). Losúnicos archivos hasta entonces conocidos para él, normalmente eran aquellos
guardados por su departamento; ellos guardaban registros de personas
investigadas, quienes por diferentes razones serían rechazados si buscaran empleo
allí. Él había averiguado que los archivos secretos contenían "750,000 tarjetas" y se
habían preparado en la oficina de la Comisión en Nueva York (su propia oficina
central estaba en Washington), y que las copias de las tarjetas se habían enviado e
incorporado en los archivos de cada oficina de la rama de la Comisión de
Servicio Civil a lo largo de los Estados Unidos. Él dijo que él no tenía el
poder para producir los archivos secretos; el poder para hacer esto sólo yacía en los
tres Comisionados de Servicios Civiles (la cabeza misma, bajo el presidente, de los
Servicios Civiles).
Estos Comisionados (el Sr. Mitchell, Sr. Flemming y Srta. Perkins), entonces
citados, se negaron a mostrar los archivos, declarando que el presidente había
prohibido esto (los archivos secretos se habían introducido bajo Presidente
Roosevelt; esta orden,
(*) In 1956, el Presidente Eisenhower envió a la Convención Anual del ADL. Un mensaje elogioso alabándola por “recordar a la nación que los ideales de la religión deben ser aplicados en todas las áreas de la vida ".[351]
de no divulgar, venía del Presidente Truman). Por ello
el Sr. Hoffmann dijo, "Esta es la primera vez que escucho aquí el
reconocimiento que nosotros tenemos en este país una Gestapo."
Los Comisionados no hicieron ninguna protesta. El Sr. Hoffmann preguntó
entonces si habían en las listas personas que no tenían ninguna intención
incluso de solicitar un puesto de Servicio público. El Comisionado Mayor,
el Sr. Mitchell, confirmó que éste era el caso, admitiendo explícitamente así, que la
lista negra era de rango ilimitado. El Sr. Hoffmann dijo, "Entonces esto no tiene
nada que ver con el caso inmediato de una persona que solicita un trabajo? ", y Sr.
Mitchell estuvo de acuerdo. El Sr. Hoffmann continuó, "¿Usted exige el derecho
para poner en las listas de sus archivo los nombres de cualquiera y cada una
de las personas en este país? ¿No es eso correcto?” Y los tres Comisionados
asintieron silenciosamente.
Los investigadores descubrieron eso sólo en junio y julio de 1943. (es decir, en el
período-confusión de una gran guerra) Se habían agregado 487,033 tarjetas a los
archivos secretos, este trabajo que había ocupado a muchos de empleados. Un
Diputado recordó a los Comisionados que en el mismo año, (1943), cuando estas
tarjetas secretas estaban incorporadas, la Comisión de Servicio Civil había
prohibido específicamente a sus investigadores incluso preguntar sobre las
asociaciones Comunistas de cualquier solicitante (la política generalmente
introducida por el Presidente Roosevelt). Los Comisionados mostraron gran
ansiedad por evitar discutir la parte jugada por la Liga de Anti-difamación judía en
este asunto y repetidamente evadieron las preguntas sobre ese punto.
El informe oficial, tan asombroso por las normas anteriores, muestras que la A.D.L.
estaba secretamente en una posición de introducir en archivos oficiales sus dossier
difamatorios, rápidamente extensible a los archivos secretos de la policía,
cubriendo todo el país. Éste era reconociblemente un esfuerzo para ganar el control
del Servicio Civil norteamericano y para hacer de la lealtad, por las normas
anteriores, una inhabilitación. Como no se obtuvo ninguna convicción de acción
terapéutica, el resultado de esta investigación pública puede compararse con un
examen quirúrgico por doctores que, habiendo abierto al paciente y encontrado un
crecimiento maligno cerca de un órgano vital, declaran que ellos tienen orden de no
quitarlo y coser nuevamente la incisión. Así la condición enferma permanecía.
Los usos que podrían plausiblemente hacerse de tales listas negras secretas, a lo
largo de toda la nación, fueron ilustrados por algunos episodios extraños de 1951 y
1952, cuando cuerpos de tropas atacaron de pronto en los pequeños pueblos en
California, en el Estado de Nueva York y en Texas y los "ocuparon" en el nombre de"las Naciones Unidas" o del "Gobierno Militar". Los ayuntamientos, los cuarteles
centrales de la policía y las oficinas de Teléfonos fueron tomadas; se arrestaron
alcaldes, funcionarios e individuos particulares; las bandas del "enemigo" (vestidos
por algún sastre de teatro en uniformes "fascistas") fueron presentados en desfile;
los juicios fueron sostenidos por Cortes Militares y los Campos de Concentración
fueron fijados; se hicieron proclamaciones amenazando a los "resistentes" y"conspiradores" con penas horribles, y así sucesivamente.
Estos procedimientos parecen un ensayo muy parecido de una cosa que el mundo
muy bien podría ver [352], en el período-confusión de cualquier tercera guerra, si"la Liga para promulgar la Paz" estaba haciendo su tercera oferta para la autoridadmundial.
En esta ocasión, también, los indignados investigadores privados fueron
totalmente incapaces de descubrir qué autoridad había ordenado estos asuntos. El
oficial portavoz militar, un Coronel del Pentágono, cuando fue interrogado
duramente por un investigador, sólo le fue permitido decir que el asunto era "¡De
una importancia política y local, sobre lo cual, los militares no tenían
ningún control!" Esto apuntó al presidente, al gobierno y al Departamento de
Estado, pero todas estas autoridades permanecieron tan silenciosas como los
Comisionados de los Servicio Civiles, que no habían sido informados.
A finales de la Segunda Guerra esta invasión secreta, en todos sus formas, había
dañado la estructura interna de la República norteamericana a tal una magnitud
que algún cambio en su forma exterior, como ha sido conocido al mundo durante
150 años, sucederá probablemente durante el período-confusión de cualquier
tercera guerra. La lucha instintiva de la población original para mantenerse ellos
mismos y sus tradiciones contra una usurpación, naturaleza de la cual no era
permitido comprender, estaba fallando. Esta resistencia ganaría fuerza, y
remendaría algunas brechas, cuando la Segunda Guerra retrocedía, pero las graves
debilidades permanecían las cuales fueron ligadas para mostrarse ellas mismas
bajo la tensión de la nueva guerra, con cuyo pensamiento, la mente masiva
norteamericana estaba siendo diariamente familiarizado por los políticos y la
prensa controlada.
Desde 1943 en adelante, la debilidad de la República norteamericana yacía más en
sus propias fundaciones dañadas que en cualquier fuerza aérea o flota extranjera. Siguiente
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