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La Controversia de Sión
Douglas Reed


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Capítulo 46

 

El climax

3. Los años del Climax

Los años 1952-1956 llevaron a los pueblos de Occidente como nunca en la vida tan cerca del ajuste de cuentas, el cual sus líderes, a través de dos generaciones y dos guerras mundiales, habían dado a la revolución y al Sionismo. Ellos estaban siendo arrastrado hacia dos guerras que previsiblemente se unirían en una guerra que serviría a un propósito dominante. Por una parte, ellos fueron comprometidos por sus políticos y Partidos a la preservación del estado Sionista, la política declarada que era agrandar su población a "tres o cuatro millones de personas" en "diez a quince años"; eso significaba la guerra. Por otro lado, eran diariamente acostumbrados a [525] la idea que era su destino y deber destruir el Comunismo que había inundado la mitad de Europa cuando Occidente abrió las compuertas de las acequias; eso significaba la guerra.

Estas dos guerras se volverían inevitablemente una guerra. El cálculo es simple. El territorio para la expansión del estado Sionista sólo podría tomarse de los vecinos pueblos árabes; las personas para la expansión del estado Sionista sólo podrían tomarse del área ocupada por la revolución, porque "tres o cuatro millones" de judíos no podrían encontrarse en cualquier parte, salvo en los Estados
Unidos. (*)

Para este propósito el Occidente, en la fase que empezó en 1952, tendrá que ser persuadido que el "antisemitismo" es algo corriente en el área soviética, así como se persuadió en los cuatro años siguientes que los ataques Sionistas sobre los países árabes eran ataques árabes sobre Israel. El Sr. Ben-Gurion (8 de diciembre de 1951) oficialmente informó el Gobierno soviético que "el retorno de los judíos a su patria histórica es la misión central del estado de Israel. . . el Gobierno de Israel apela a la Unión Soviética para permitir a esos judíos en la Unión Soviética que deseen emigrar puedan hacerlo así". El New York Times dos años después, informando sobre la cadente inmigración a Israel, dijo que el objetivo del Sr. Ben-Gurion "parece muy remoto" y agregó que "el modelo presente de inmigración" sólo cambiaría radicalmente si allí hubiese "un arrebato de anti-semitismo" en alguna parte (en ese período, el 26 de junio de 1953, la denuncia de "anti-semitismo detrás de la Cortina de Hierro había comenzado). El New York Herald-Tribune en el mismo período (12 de abr. de 1953) dijo el "anti-semitismo" se habían puesto virulentos en la Unión Soviética y "el trabajo de rescate más crucial" que enfrenta Israel en su sexto año era ese de los "2.500.000 de judíos encerrados en Rusia y los países satélites".

Por consiguiente estaba claro, a la luz de las dos guerras mundiales y su resultado en cada caso, que en cualquier guerra emprendida por "el Occidente" contra el"Comunismo" se lucharía de hecho por el propósito primario de proporcionar al estado Sionista con nuevos habitantes de Rusia; que cualquier guerra en el Medio Oriente en que el Occidente se comprometiera, se emprendería para el propósito primario de agrandar el territorio del estado Sionista, acomodar esta población más grande, y que las dos guerras se unirían eficientemente en una, en el curso de lo cual, este propósito dominante permanecería oculto de las masas embrolladas hasta que fuese logrado, y confirmado por algún nuevo "instrumento mundial", al fin de la lucha.

(*) La extracción de los judíos de los Estados Unidos, aunque esencial para la "congregación de los desterrados", obviamente pertenece a una fase más tardía del proceso y dependería deléxito de la próxima fase, la "congregación" de los judíos del área soviética y de los paísesárabes africanos. Después de eso, aunque extraña les parecerá la idea a los norteamericanos y Británicos de hoy, allí en Norteamérica tendría que haber una "persecución judía" y esto se produciría por el método de la propaganda usado en el pasado y aplicada imparcialmente a un país después de otro, incluyendo Rusia, Polonia, Alemania, Francia, España y Bretaña. El Dr. Nahum Goldman, líder de la Organización Sionista Mundial, en octubre de 1952 le dijo a una audiencia israelita que había un problema que el Sionismo debía resolver si deseaba tener éxito: "Cómo conseguir que los judíos de los países dónde ellos no son perseguidos, que emigren a Israel". Él dijo que este problema era "especialmente difícil en los Estados Unidos porque los Estados Unidos es el país de menor persecución judía o de cualquiera perspectiva de persecución judía que cualquier otro país" (Zionist Record de Johannesburgo, 24 de Oct. de 1952). El lector notará que no hay ningún país sin "persecución judía"; hay sólo grados de "persecución judía" en los diferentes países. [526]

Tal era la posición de "el Occidente, cincuenta años después de la primera seducción del Sr. Balfour y el Sr. Woodrow Wilson por el Sionismo. Tengo una razón para adjuntar las palabras, "El Occidente", en comillas, a saber, que ello ya no significa lo que El Occidente significó. Antes, el término significaba el área cristiana, de las fronteras orientales de Europa por el Atlántico al litoral occidental de Norteamérica e incluso los países angloparlantes periféricos en América del Norte, África y las Antípodas. Después de la Segunda Guerra, cuando la mitad de Europa fue abandonada a la revolución Talmúdica, las dos palabras recibieron una aplicación más limitada. En la mente popular "el Occidente" significaba Inglaterra y Norteamérica, alineado contra el nuevo barbarismo el cuál, algún día extirparía en Europa y le empujaría atrás en su patria asiática bárbara. Norteamérica e Inglaterra, por encima de todo, todavía representaban "el mundo libre" el cuál, algún día sería restaurado a lo largo de su área anterior y con ello, como en tiempos previos, las esperanzas de los hombres fuera de él que deseaban ser libres; así lo entendía la mente de las masas.

Militarmente, ésta era una asunción apropiada; la fuerza física de "el Occidente", apoyada por el anhelo de los pueblos cautivos, estaba más que igual en la tarea. En la realidad, los grandes países a los que la gente esclavizadas volvía sus ojos, eran ellos mismos cautivos del poder que había provocado esta esclavitud; y dos veces había mostrado que sus armas, si se usaran, no se emplearían para liberar y reajustar, sino para prolongar la dura experiencia del Siglo 20.

Qué valores morales y espirituales estaban contenidos antes en esas dos palabras, El Occidente, era más fuerte en los países abandonados al Comunismo, y que aquellos amenazados por el Sionismo, dónde el sufrimiento y el peligro estaba volviendo a encenderse en las almas de los hombres. En las alguna vez grandes citadelas del Occidente, Londres y Washington, ellos fueron reprimidos y hechos inactivos.

Por esta razón Norteamérica no estaba calificada para tomar de Inglaterra el liderazgo principal en el mundo en la segunda mitad del Siglo 20 y para realizar la tarea de liberación que las masas públicas fueron llevadas a esperar de él. Materialmente, la República, fundada casi doscientos años antes era prodigiosa. Las riquezas del mundo habían entrado a raudales en él durante las dos guerras mundiales; su población aumentó a doscientos millones rápidamente; su armada y su fuerza aérea eran las más grandes en el mundo y, tal como su ejército, fueron construidos en ese orden de compulsión que sus personas habían sostenido por largo tiempo, ser la maldición de Europa. En la industria y en la habilidad técnica era tan formidable hasta ser una pesadilla para sí misma. Su producción era tan inmensa que no podía absorberse y la memoria del pavor de la depresión de 1929, causó que sus líderes inventaran muchas formas de distribuir los bienes por el mundo en la forma de regalos y pagar al productor de ellos a través de los ingresos, de tal manera que, durante algún tiempo, los industriales y los trabajadores debían ser pagados por una producción que, en tiempos de paz, ningún mercado natural ofrecía. Sus bases militares, en el territorio de alguna vez, pueblos soberanos, fueron esparcidos por el globo, de tal manera que en cualquier instante podría golpear con una fuerza aplastante. . . ¿A quién y para qué?

Al "Comunismo", le dijeron a sus pueblos, y para la liberación de los esclavizados, [527] el alivio del mundo en la esclavitud, la rectificación de los hechos de 1945. Si eso fuera verdad, el fin de la dura experiencia del siglo estaba por lo menos en perspectiva, en algún día, ya que los corazones de los hombres por todas partes estaba en esa causa. Pero cada acto mayor del gobierno en Washington en los años 1952-1956 desmentía esto que profesaba. Parecía más en la esclavitud del "poder Judío" que incluso los gobiernos británicos que le precedían en los últimos cincuenta años. Parecía ser incapaz de ocuparse de dirigir cualquier asunto de la política extranjera o doméstica de Norteamérica salvo en los términos que se refiere a su presión en el destino de "los Judíos", cuando el caso de los judíos se presentaba a él por los imperiosos Sionistas. Ningún pequeño gobierno títere parecía mucho más vasallo en sus actos que este, el cual era sostenido por las masas generales, de ser el gobierno más poderoso en el mundo: el de los Estados Unidos bajo su Jefe ejecutivo, el Presidente Eisenhower, por los años 1953 a 1956.

Así como un canciller en un nacimiento real, la sombra de Sionismo cayó encima de la selección, nominación y elección del General Eisenhower. Su promoción meteórica durante la guerra 1939-1945, del rango de un coronel, sin experiencia en el combate, a aquel de Comandante Supremo de todos los ejércitos Aliados que invadían Europa, parece indicar que él estaba marcado para una rápida promoción largo tiempo antes, y la investigación apoya esa inferencia. En el 1920, el joven teniente Eisenhower, asistió en Washington a la Universidad Nacional de Guerra, dónde el Sr. Bernard Baruch (quién había jugado un importante rol en la selección, nominación y elección del Presidente Woodrow Wilson en 1911-1912) daba instrucción. El Sr. Baruch en ese temprano período decidió que el teniente Eisenhower era un alumno estrella, y cuando el General Eisenhower fue elegido Presidente después de treinta años, dijo a los veteranos de guerra norteamericanos, que él había tenido durante un cuarto-de-siglo "el privilegio de sentarse a los pies de Bernard y escuchar a sus palabras". Temprano en su presidencia, el Sr. Eisenhower intervino para resolver, en favor del Sr. Baruch, una pequeña disputa en la Universidad Nacional de Guerra, dónde algunos se oponían a la aceptación de un busto del Sr. Baruch, presentado por admiradores (el busto de ningún civil con vida se había desplegado allí alguna vez).

El apoyo del "consejero de seis Presidentes" puede obviamente haber ayudado a provocar el rápido surgimiento del Teniente Eisenhower a la comandancia del ejército más grande en la historia. En el registro público, está el apoyo que el Sr. Baruch dio al General Eisenhower (quién no tenía ninguna afiliación de Partido o historia) cuando en 1952, se ofreció a sí mismo, como el candidato del Partido Republicano para la presidencia."En ese tiempo, el Sr. Baruch había sido un sólido miembro del Partido Demócrata, no sólo un Demócrata regular, sino un apasionado supervisor del Partido y casi con un fanático odio contra la etiqueta Republicana" (dice su biografía aprobada). En 1952, el Sr. Baruch de pronto se transformó en un apasionado supervisor de la etiqueta Republicana, con tal de que el Sr. Eisenhower la llevara. Evidentemente, fuertes razones deben de haber causado este cambio súbito en la lealtad de una vida, y ellas son de valor para
buscarlas.

En 1952, el Partido Republicano había estado fuera de la oficina durante veinte años. Sólo bajo la teoría del péndulo, por consiguiente, era tiempo del retorno y así echar fuera al [528] Partido Demócrata del cual, el Sr. Baruch durante cincuenta años había sido "un supervisor apasionado". Aparte de la vuelta normal de la marea contra un Partido demasiado tiempo en la oficina, lo cual podía ser anticipada, el elector norteamericano en 1952, tenía razones especiales para votar contra los Demócratas; la más importante de éstas era la exposición de una infestación comunista del gobierno bajo los regímenes de Roosevelt y Truman y el deseo público de una drástica limpieza de los establos.

En estas circunstancias estaba bastante claro, en 1952, que el Partido Republicano y su candidato ganarían la elección y la presidencia. El candidato natural era el líder de Partido, el Senador Robert E. Taft, cuya vida había sido entregada a él. En ese mismo momento, y después de su propia vida de apoyo "apasionado" al Partido Demócrata (sus contribuciones de dinero en efectivo eran muy grandes, y el diario del Sr. Forrestal registra el rol jugado por tales contribuciones, en general, determinando el curso de las elecciones norteamericanas y de la política del estado) el Sr. Baruch, el "odioso fanático" de la etiqueta Republicana, produjo un candidato alternativo para la nominación Republicana. Es decir, el oficial por tanto tiempo admirado por él, de pronto apareció en el anillo, y la alabanza calurosa del Sr. Baruch hacia él, indicaba la fuente de su fuerte apoyo.

La perspectiva que entonces se abrió fue que si el Sr. Eisenhower, en lugar del Senador Taft, pudiera obtener la nominación del Partido, el Partido Republicano habría a través de él, sido comprometido a seguir la política Demócrata de"internacionalismo" comenzada por los Presidentes Woodrow Wilson, Roosevelt y Truman. Eso, a su vez, significaba que si el líder del Partido podía ser sacado a un lado, el elector norteamericano sería privado de cualquier opción genuina, ya que elúnico hombre que le ofrecía una política alternativa, diferente, era el Senador Taft.

Esto había sido hecho claro, para los iniciados, más de un año antes de la elección por el líder Republicano que seguía en la línea de importancia del Senador Taft, el Gobernador Thomas E. Dewey, del Estado de Nueva York. El Sr. Dewey (quién había asombrado al país y a sí mismo perdiendo la elección presidencial de 1948 ante el Sr. Truman, un ejemplo clásico del fracaso condenado de antemano del método "yo también") declaró, "yo soy un internacionalista. Por eso estoy con Eisenhower. Eisenhower es un Republicano en su corazón, pero más importante que eso, él es un internacionalista" (Look, 11 de septiembre de 1951). Entre los iniciados, "internacionalista" (tal como "activistas" en el Sionismo) es una palabra clave, significando muchas cosas que no se mencionan; así lejos en nuestro siglo ningún "internacionalista" confesado en un puesto importante se ha opuesto al avance del Comunismo, al avance del Sionismo, y al proyecto del Gobierno Mundial hacia el cual llevan estas dos fuerzas convergentes. El Senador Taft, por otro lado, fue atacado violentamente en este momento como un "aislacionista" (otra palabra clave; sólo significa que la persona atacada cree en la soberanía nacional e interés nacional, pero se hace parecer malvado en la oreja de las masas).

Así el Sr. Eisenhower se ofreció a sí mismo en la Convención del Partido Republicano en Chicago en 1952, contra el Senador Taft. Yo fui testigo ocular, a través de la televisión, y, aunque no era un principiante, fui sorprendido por la suavidad con [529] qué la derrota del Senador Taft fue lograda. Este evento mostró, largo tiempo antes de la elección real, que el mecanismo-nominación había sido dominado de tal manera que ningún Partido podría incluso nominar a alguien sino un candidato aprobado por los poderosos seleccionadores detrás de la escena. El resultado de la elección presidencial misma es en estas circunstancias de relativamente poco valor en Norteamérica de hoy, tampoco puede el observador imaginar cómo la República podría escapar de este control oculto. No es posible para alguno de los Partidos nominar a sus líderes de Partido, o a cualquier otro hombre, a menos que él, haya sido aprobado de antemano como aceptable para "los internacionalistas".

La suplantación del veterano líder del Partido, en la víspera del retorno de su Partido a la oficina, se logró a través del control del bloque de votación en los"estados importantes". Los estados con alto número en la población, gobiernan el número de votos emitidos por las comisiones del estado, y por lo menos dos de estos estados preponderantes (Nueva York y California) son aquellos a los cuales la inmigración judía de los últimos setenta años se había dirigido evidentemente con este propósito. (*) En 1952, cuando yo observaba, la votación para los dos hombres estaba bastante igualada incluso cuando el Sr. Dewey sonriendo entregó el gran paquete-de-votos del Estado de Nueva York contra el líder de su Partido y para el Sr. Eisenhower. Otros "estados importantes" siguieron el modelo y él recibió la nominación que en las circunstancias de ese momento, también significaban la presidencia.

También significó, en el efecto, el fin de cualquier sistema genuino de dos-Partidos en América para el presente; el sistema de representantes elegidos, el cual es conocido como "democracia" se hunde al nivel del sistema uni-partidista de las nodemocracias si los dos Partidos no ofrecen una verdadera opción en las políticas. La situación fue así descrita a los lectores judíos por el Jerusalem Post en la víspera de la elección (5 de noviermbre de 1952) el cual los instruyó que no había mucho para escoger entre los dos". (el Sr. Eisenhower, Republicano; Sr. Stevenson, Demócrata) "desde el punto de vista del elector judío" y que los intereses judíos deben concentrarse en "el destino" de esos Diputados y Senadores que son "hostiles a la causa judía".

Inmediatamente después de la inauguración del nuevo Presidente (enero, 1953) el Primer Ministro británico, Sir Winston Churchill se apresuró en su viaje a Norteamérica para conferenciar con él, aunque no a Washington dónde residen los Presidentes; el Sr. Eisenhower sugirió que ellos se encontraran "en el lugar de Bernie", la mansión en la Quinta Avenida del Sr. Baruch (Associated Press, 7 de febrero de 1953). El Sr. Baruch en ese momento, había estado recomendando urgentemente la adopción de su "plan de bomba de átomos" como el único disuasivo eficaz a la "agresión soviética" (se citaron sus comentarios al Comité del Senado en un capítulo anterior). Al parecer, él no era tan sospechoso de ser hostil a los soviéticos como entonces parecía, ya que algunos años después reveló que la noción de una dictadura atómica norteamericana-soviética del mundo

* Esto es esencial en la diseñada estrategia electoral, aunque probablemente no originalmente inventada por el Coronel House. El problema de la llave inglesa-en-el-trabajo propuesto por esto es el asunto de muchas alusiones previamente citadas, es decir: ". . Nuestro fracaso en estar de acuerdo con los Sionistas podría hacer perder los estados de Nueva York, Pennsylvania y California; Pensé que ya era tiempo que alguien debía prestar cierta consideración si podríamos perder a los Estados Unidos" (Sr. James J. Forrestal);"Niles le había dicho al Presidente que Dewey estaba a punto de salir con una declaración a favor de la posición Sionista y a menos que el Presidente se anticipara, este Estado de Nueva York se perdería a los Demócratas" (Ministro de Relaciones Exteriores James J. Byrnes); "El Partido Demócrata no estaría dispuesto a abandonar las ventajas del Voto judío" (Gobernador Thomas E. Dewey).[530]

también lo había atraído: "Hace unos años yo me encontré con Vyshinsky en una fiesta y le dije. . . 'Usted tiene la bomba y nosotros tenemos la bomba. . . Controlemos la cosa mientras podamos porque mientras nosotros estamos hablando, todas las naciones obtendrán más pronto o después la bomba' " (Daily Telegraph, 9 de junio de 1956).

La elección del General Eisenhower como el candidato Republicano privó a Norteamérica de sus últimos medios de disociarse, a través del repudio electoral, de la política Wilson-Roosevelt-Truman de "internacionalismo". El Senador Taft era el único político importante que, en la mente pública, claramente representaba el romper con esa política, y evidentemente por esta razón, los poderes que han gobernado Norteamérica eficientemente en los últimos cuarenta años, concedieron la mayor importancia a prevenir su nominación. Algunos extractos de su libro de 1952 tienen valor histórico permanente, aun cuando sea como un cuadro de lo que podría haber sido si el votante Republicano hubiera sido permitido votar por el líder del Partido Republicano:

"El resultado de la política de la Administración (Roosevelt-Truman) ha sido construir la fuerza de la Rusia soviética para que sea, de hecho, una amenaza a la seguridad de los Estados Unidos. . . Rusia es una amenaza mucho más grande para la seguridad de los Estados Unidos que Hitler en Alemania lo fue alguna vez. . . No hay ningún cuestionamiento que nosotros tenemos la armada más grande en el mundo, y ciertamente, mientras los británicos son nuestros aliados, el control completo del mar a lo largo del mundo. . . Debemos estar dispuestos con nuestras propias fuerzas de mar y aire a asistir a cualquier nación isla que desee nuestra ayuda. Entre ellas están Japón, Formosa, las Filipinas, Indonesia, Australia y Nueva Zelanda; en el lado Atlántico, Gran Bretaña por supuesto. . . Creo que una alianza con Inglaterra y una defensa de las Islas británicas es más importante que una alianza con cualquier nación continental. . . Con los británico puede haber pequeñas dudas de nuestro control total de mar y aire a lo largo del mundo. . . Si nosotros realmente queremos decir que nuestra política es anticomunista. . . debemos eliminar definitivamente del gobierno a todos aquellos que están directa o indirectamente conectados con la organización comunista. . . Fundamentalmente yo creo el último propósito de nuestra política extranjera debe ser proteger la libertad de las personas de Norteamérica. . . Siento que los últimos dos presidentes han puesto todos los tipos de políticas y consideraciones de la política delante de su interés en la libertad y la paz... me parece que el envío de tropas sin la autorización del Congreso a un país bajo el ataque, como se hizo en Corea, está claramente "prohibido" (por la Constitución norteamericana). . "El proyecto del Ejército europeo, sin embargo, va más allá. . . Involucra el envío de tropas a un ejército internacional similar al que se contempló bajo la Carta constitucional de las Naciones Unidas. . . Nunca estuve satisfecho con la Carta constitucional de los Naciones Unidas. . . no está basada en una ley subyacente y una administración de justicia bajo esa ley. . . No veo ninguna otra posibilidad que desarrollar nuestra propia política militar y nuestra propia política de alianzas, sin una sustancial consideración con el poder inexistente de las Naciones Unidas para prevenir la agresión. . . La otra forma de organización internacional que está instándose vigorosamente en las personas de los Estados Unidos, a saber, un [531] estado mundial con una legislatura internacional para hacer leyes y un ejecutivo internacional para dirigir el ejército de la organización. . . me parece, por lo menos en este siglo, ser fantasioso, peligroso e impráctico. Tal estado, en mi opinión, caería a pedazos en diez años. . . Las dificultades de unir tal Torre de Babel bajo un gobierno directo serían insuperables. . . Pero sobre todo, cualquiera que sugiera tal plan está proponiendo un fin a esa libertad que ha producido en este país la más grande felicidad. . . que el mundo ha visto alguna vez. Sometería al pueblo norteamericano al gobierno de una mayoría que no entiende cuales son los principios norteamericanos, y tendría poca simpatía con ellos. Cualquier organización internacional que merece la pena el papel en el cual está escrita, debe estar basado en retener la soberanía de todos los estados. La Paz debe buscarse, no destruyendo y consolidando las naciones, sino desarrollando un gobierno de la ley en las relaciones entre las naciones. . . "

Este extracto, muestra que el Senador Taft vio a través del "engaño a las naciones"; también explican por qué su nombre era anatema a los poderes que controlan "el voto de los estados claves" y por qué no le permitieron ni siquiera presentarse para presidente. (*) El período completo del sondeo, nominación, elección y presidencia del Sr. Eisenhower fue dominado por "la cuestión Judía"; él podría haber sido elegido presidente solamente de los Sionistas, tan constantemente eran sus palabras y hechos dirigidos hacia el avance de su ambición.

Inmediatamente después de la nominación le dijo al Sr. Maxwell Abbell, presidente de la Sinagoga Unida de Norteamérica, "El pueblo Judío no podría tener un amigo mejor que yo" y agregó que él y sus hermanos habían sido criados por su madre en "las enseñanzas del Antiguo Testamento" (la Señora Eisenhower era una adherente ferviente de la secta de los Testigos de Jehová), y "yo crecí creyendo que los judíos eran el pueblo escogido y que ellos nos dieron los altos principios éticos y morales de nuestra civilización" (muchos periódicos judíos, septiembre de 1952). Esto fue seguido por profesiones ardientes de simpatía por "los judíos" y para "Israel" de ambos candidatos en ocasión del Nuevo Año judío (septiembre 1952); durante esta fiesta, también, la presión norteamericana en los alemanes "libres" en Alemania Occidental, tuvo éxito en arrancar su firma para el acuerdo de pagar "indemnizaciones" a Israel. En octubre vino el Juicio de Praga, por el cargo de "conspiración Sionista", y el Sr. Eisenhower empezó a hacer su amenazadora

(*) Tanto si el Senador Taft, hubiese logrado hacerse elegir Presidente y hubiese sido capaz de llevar a cabo la clara política alternativa aquí perfilada, es ahora una pregunta que nunca podrá ser contestada. En el caso particular del Sionismo, que es una parte esencial de toda la proposición aquí denunciada por él, fue tan sumiso como todos los otros políticos importantes y probablemente no discernió la relación inseparable entre esto y la ambición del "Estado Mundial" que él temía. Un importante sionista de Filadelfia, un tal Sr. Jack Martin, le fue solicitado para trabajar como "secretario ejecutivo" del Senador Taft en 1945 y registra que su primera pregunta al Sr. Taft fue, "Senador, ¿Qué puedo decirle sobre las aspiraciones del Sionismo? " Taft es citado contestando, en la vena Balfoureana o Wilsoniana, ¿Qué debe ser explicado allí? Los Judíos están siendo perseguidos. Ellos necesitan una país, un gobierno propio. Nosotros tenemos que ayudarle a conseguir Palestina. Esto también contribuirá al propósito de la paz mundial. . " El contraste entre esto, la charla típica de un político protegido busca-voto, y la exposición ilustrada dada más arriba es obvia. El Sr. Martin que es descrito ahora en el artículo citado (Jewish Sentinel, 10 de junio de 1954) como el "alter ego" y "heredero del Senador Taft, después de la muerte de Taft fue invitado por el Presidente Eisenhower para llegar a ser su "ayudante, consejero y enlace con el Congreso". El comentario del Sr. Martin: "es Presidente Eisenhower está presto para escuchar libremente su opinión y es fácil de aconsejarlo".
[532]

declaración sobre el "anti-semitismo en la Unión Soviética y los países satélites".

El cargo de "anti-semitismo" fue juzgado por ser un ganador-de-devotos en la propia elección y fue presentado por el presidente saliente, el Sr. Truman, contra el Sr. Eisenhower, quien le dijo a una audiencia que él quedó abrumado por la insinuación,: "Yo voy sólo a bloquearlo y se lo dejo a usted". El Rabino Hillel Silver de Cleveland (quién amenazó a la Unión Soviética con la guerra sobre el asunto del"anti-semitismo") fue llamado a un cónclave con el Sr. Eisenhower y al salir de este, exoneró al aspirante de toda mancha de anti-semitismo (el Rabino Silver había ofrecido una oración en la Convención Republicana que nombró al Sr. Eisenhower; en la inauguración del nuevo Presidente, y a la demanda del Sr. Eisenhower, él ofreció la oración "por gracia y guía".) Entre los de la campaña rival, el Vicepresidente saliente, el Sr. Alben Barkley, aventajó a todos los otros. De una declaración típica del Sr. Barkley ("Puedo predecir un futuro glorioso para Israel como un modelo, en el cual la mayor parte del propio Medio Oriente podría modelarse") Time Magazine dijo: "La estrella del circuito de discursos es el Vicepresidente Alben Barkley, que durante años ha arrastrado 10.000 dólares por cada aparición. Barkley es la plataforma pagada favorita para incitar a la venta de bonos de Israel. Muchos Árabes piensan. . . que este hecho ha tenido una influencia en la política de Estados Unidos en el Medio Oriente; pero no muchos Árabes votan en las elecciones norteamericanas.

Unas pocas semanas después de la inauguración, el acuerdo del tributo alemán Occidental fue ratificado, un Ministro Alemán anunció entonces que el Gobierno de Bonn se había rendido a las presiones de Norteamérica, el cual no deseaba aparecer abiertamente como el financiero del estado Sionista. En el mismo mes (abril de 1953) los periódicos judíos, bajo el título "Israel Muestra su Poderío", informó que"Todo el Cuerpo Diplomático y el personal militar extranjero adjunto quienes miraban el desfile más grande del Ejército de Israel en Haifa, con la Armada que navegaba en la costa y unidades de la Fuerza aérea volando sobre sus cabezas, se impresionaron profundamente y el objetivo del desfile, demostrar que Israel estaba listo para enfrentar una decisión en el campo, se logró."

En estas circunstancias, con varias nuevas "promesas" y tareas dadas y anotadas para el futuro, con Stalin muerto, Israel "listo para una decisión en el campo" y la mitad "libre" de Alemania esforzándose para pagar el tributo, un nuevo término presidencial comenzaba en 1953. Un curioso incidente marcó el gran desfile del Día de la Inauguración en Washington. A la cola del desfile, un hombre a caballo vestido de vaquero, frenó su caballo cuando alcanzó la posición presidencial y preguntó si él podría probar su lazo. Obedientemente el Sr. Eisenhower se puso de pie y asintió con su cabeza; el lazo cayó alrededor de él y fue tensado; las tomas en movimiento mostraron a un hombre, con la cabeza rapada al final de una soga.

Muchos pensaron que el nuevo presidente había proferido solamente perogrulladas simples cuando dijo, "El estado de Israel es el fortín de la democracia en el Medio Oriente y cada norteamericano que aman la libertad debe unirse en un esfuerzo para hacer seguro para siempre el futuro de este, el más nuevo miembro de la familia de las naciones". De hecho, éste era un compromiso, o así fue sostenido por aquello a quienes iba dirigido, como las palabras similares del Sr. Roosevelt y el Sr. Woodrow Wilson. Ocho años después de la muerte de Hitler, [533] el nuevo estado, dónde las mismas leyes de Hitler se sostenían y donde las personas nativas habían sido expulsadas por matanzas y el terror, era el fortín" de la democracia" y todos los que "amaban la libertad" debían (imperativamente) unirse para preservarlo.

Si el nuevo presidente pensó que era libre para definir la política estatal, después de proferir tales palabras, fue reeducado dentro de los nueve meses desde su inauguración. En octubre de 1953, el compromiso fue recordado, e imperiosamente. Un intento por actuar independientemente, y en el interés nacional norteamericano, en un problema que afectaba al "más nuevo miembro de la familia de la naciones" fue aplastado, y el Presidente norteamericano tuvo que realizar la penitencia pública, en mucho de la misma forma que "Rockland" (Woodrow Wilson) fue puesto bajo control en la novela del Sr. House en 1912.

Esta humillación de la cabeza del país que la humanidad veía como el gobierno más poderoso en el mundo, es el incidente más significativo en la historia presente, que ha enumerado muchos episodios similares en naturaleza, pero menos abierto a la auditoría pública. La serie de ataques Sionistas contra sus estados-vecinos árabes (listados en la sección precedente) comenzó el 14 de octubre de 1953, cuando toda alma viviente en el pueblo árabe de Qibya, en Jordania, fue masacrado. Ésta fue una repetición de la matanza de Deir Yasin de 1948, con la diferencia que se hizo fuera de Palestina, y así deliberadamente, intimidó al cuerpo entero de pueblosárabes que todos ellos, sufrirían la "destrucción absoluta" en el tiempo, nuevamente con el consentimiento de "el Occidente."

Los hechos fueron informados a las Naciones Unidas por el General danés Vagn Bennike, jefe de la Organización de Observación de Tregua de las Naciones Unidas (quién recibió amenazas contra su vida) y su responsable inmediatamente después, el Comandante E.D. Hutchison de la Armada norteamericana que describió el ataque como "asesinatos a sangre fría" (y que fue más tarde removido). En la discusión subsecuente ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, el delegado francés dijo "la matanza" había despertado "horror y reprobación" en Francia y había reprochado a Israel, el estado fundado en la demanda de"persecución", con "descargar la venganza sobre inocentes". El delegado griego habló de "la horrible matanza" y los delegados británicos y norteamericanos se unieron al coro de "condenación" (9 de noviembre de 1953). En Inglaterra, el Arzobispo de York, denunció este acto "horrible de terrorismo" y un M.P Conservador, el Comandante H. Legge-Bourke, lo llamó "la atrocidad de culminación en una cadena larga de incursiones en territorio no-israelita, hecho como parte de un plan concertado de venganza."

Cuando estas expresiones de horror se profirieron, Israel había sido, en el efecto, premiado con un Bono norteamericano de 60.000.000 de dólares por el hecho y el Presidente norteamericano había sido sometido públicamente a la "presión" Sionista en Nueva York. Ésta es la cronología de los eventos:

Cuatro días después de la masacre (18 de octubre de 1953) el Gobierno norteamericano "decidió administrar un duro reproche a su protegido" (The Times, 19 de octubre). Anunció que "los impactantes informes que han alcanzado el Departamento de Estado de la pérdida de vidas y propiedad involucrados en este incidente nos convence que [534] aquellos que son responsables deben ser llevados a responder y se deben tomar medidas eficaces para prevenir tales incidentes en el futuro" (estas palabras merecen la pena). The Times agregó que "detrás de esta declaración hay un resentimiento creciente en la forma arbitraria en que el Gobierno de Israel se inclina para tratar con los Estados Unidos - probablemente porque cree que siempre puede contar con la presión política doméstica en este país". Incluso fue informado (agregó The Times, como en suave murmullo) "que una concesión de varios millones de dólares al Gobierno de Israel puede ser suspendida hasta que se dé alguna garantía que no habrá más algún incidente fronterizo".

Dos días después (20 de octubre) el Departamento Estatal anunció que la concesión a Israel se detendría. Si el Presidente Eisenhower calculó que, con la elección un año atrás y los próximos tres años delante, su administración era libre para formular la política estatal norteamericana, estaba equivocado. La debilidad de Norteamérica, y la fuerza del método llave-maestra, es que una elección siempre amenaza, si no es una elección presidencial, entonces una del congreso, alcaldía, municipal u otra. En ese momento, tres candidatos (dos judíos y un nojudío) estaba contendiendo para la alcaldía de Nueva York, y la campaña estaba empezando para las elecciones del congreso de 1954, cuando los 435 miembros del Cámara de Representantes y un tercio de los Senadores buscarían la elección. Contra este trasfondo, el tornillo se aplicó a la Casa Blanca.

Los tres rivales en Nueva York comenzaron a pujar uno sobre otro por el "voto judío". quinientos Sionistas se reunieron en Nueva York (25 de octubre), anunciaron que se asustaron por la cancelación de la "ayuda a Israel", y exigieron que el Gobierno "revise y revierta su acción apresurada e injusta". El candidato Republicano llamó a Washington para una entrevista inmediata con el Ministro de Relaciones Exteriores; volviendo de esa cita aseguró a los electores ansiosos que "la totalidad de la ayuda económica norteamericana será entregada a Israel" (New York Times, 26 de octubre) y dijo que esto sumaría en total 63.000.000 de dólares (no obstante, él no fue elegido).

Entretanto los gerentes del Partido Republicano clamaban a la puerta del Presidente con las advertencias de lo que pasaría en la elección de 1954 si no se retractara. El 28 de octubre él capituló, una declaración oficial anunciaba que Israel recibiría la cantidad destinada previamente, y 26.000.000 de dólares de de esa cantidad en los primeros seis meses del año fiscal, (fuera de un total de aproximadamente 60.000.000 dólares).

El candidato Republicano para la alcaldía de Nueva York dio la bienvenida a esto como el "reconocimiento del hecho que Israel es un firme bastión de la seguridad del mundo libre en el Cercano Oriente", y un acto "de un estadista político mundial" típico del Presidente Eisenhower. El verdadero cuadro de lo que había producido el acto, fue entregado por el Sr. John O' Donnell en el New York Daily News, 28 de octubre: "Los políticos profesionales se movieron hacia él con una venganza. A Ike no le gustó en absoluto. . . pero la presión era tan violenta, que para guardar la paz en la familia tenía que revertir. Y la marcha atrás, política y personalmente, era la casi más inteligente y la más veloz vista en esta capital política del mundo en un mes. . . Durante una semana [535] la presión de los candidatos, buscando el gran voto judío en la Ciudad de Nueva York, ha sido terrorífico. . . La educación política del Presidente Eisenhower se ha movido con una velocidad vertiginosa en los últimos diez días". (No obstante, el Partido Republicano perdió el control del Congreso en la elección de 1954, siendo esto el resultado familiar e invariable de estas capitulaciones; y después de capitulaciones aún mayores, sufrió un retroceso aún mayor en 1956, cuando su candidato, nuevamente el Sr. Eisenhower, se re-eligió presidente).

Después de esto, el Gobierno norteamericano nunca más se aventuró a "reprender a su protegido" durante la larga serie de iguales "actos horribles" cometido por él, y en el aniversario de la creación de Israel, (el 7 de mayo de 1954) el Ejército israelita desplegó orgullosamente las armas recibidas de los Estados Unidos y Gran Bretaña; un masivo despliegue de tanques norteamericanos y británicos, aviones, bombarderos y cazas fueron entonces exhibidos. (Los Estados Unidos habían calificado a Israel "elegible para la ayuda militar" el 12 de agosto de 1952, y Gran Bretaña autorizó las exportaciones de armas a Israel por distribuidores privados el 17 de enero de 1952).

Dos años de relativa quietud le siguieron, pero era meramente el silencio de preparación; la próxima serie de eventos estaba obviamente organizándose durante para el próximo año de elección presidencial, 1956. En mayo de 1955 (el mes cuando Sir Anthony Eden sucedió a Sir Winston Churchill como Primer Ministro en Inglaterra), el Ministro de Relaciones Exteriores norteamericano, el Sr. John Foster Dulles, tal como el Sr. Balfour treinta años antes, visitó por fin, el país que estaba arruinando la política extranjera norteamericana, como había hecho naufragar la de Inglaterra. Después de su experiencia con el "reproche", tan rápidamente tragado, debe haber comprendido que estaba tratando con la fuerza más poderosa en el mundo, suprema en su país, en el cual "Israel" era sólo el instrumento que dividía y gobernaba otros.

Tal como el Sr. Balfour, fue recibido con protestas árabes cuando salió de Palestina. En Israel fue visto por pocos israelitas, viajando rápido en un automóvil cerrado, entre cordones de policías, desde el aeropuerto a Tel Aviv. El operativo policial para su escolta y guardia se llamó "Operación Kitavo", Kitavo que en hebreo significa "De donde tu vienes". La alusión es a Deuteronomio 26: "Y será, cuando tu entres en la tierra que el Señor tu Dios te ha dado como herencia. . . y el Señor te ha justificado este día por ser sus personas especiales, tal como te lo ha prometido, y que ustedes deberán guardar todos sus mandamientos, y para hacerte más alto sobre todas las naciones que él ha hecho. . . que tu podrás ser el pueblo sagrado hacia el Señor tu Dios". Así un Ministro de Relaciones Exteriores norteamericano se vio en el Israel Sionista meramente como un carácter menor en el gran drama de"cumplir" la Ley Levítica.

El Sr. Dulles en su retorno dijo que había encontrado que los Árabes le temían al Sionismo más que al Comunismo, un descubrimiento de lo obvio: los Árabes habían leído la Torah y había visto su aplicación literal en ellos en Deir Yasin y Qibya. Él dijo en una transmisión de la televisión (según Associated Press, 1º de junio de 1953), " Estados Unidos está firmemente detrás de la declaración de 1950, hecha conjuntamente con Bretaña y Francia [536]; empeña a las tres naciones a la acción en el evento que las presentes fronteras israelitas sean violadas por cualquier acción militar" (la famosa "Declaración Tripartita"). No he podido descubrir si el Sr. Dulles dijo esto o fue citado incorrectamente (la Declaración era supuestamente imparcial y garantizaba "las fronteras en el Medio Oriente y la línea del armisticio, no "las fronteras israelitas" pero éste era el tipo de noticias que siempre llegaban a los Árabes y de hecho el lapsus verbal, o mal citado, estaba mucho más cerca de la verdad obvia de los asuntos.

Una vez más las generaciones estaban pasando, pero la alargada sombra del Sionismo caía cada vez más pesada en cada nueva de ellas. Los poderes de Sir Winston Churchill, finalmente fallaban, abandonó su puesto al hombre en quien, ya lo había entregado de la forma de un potentado que determina la sucesión: "Yo no doy ningún paso en la vida pública sin consultar al Sr. Eden; él continuará con la antorcha del Conservadurismo cuando otras y más viejas manos, las han dejado caer". Siendo ese el caso, Sir Anthony presumiblemente heredó el incalificable apoyo de Sir Winston para "el cumplimiento de la aspiración del Sionismo" y podría bien haber deseado la antorcha en otras manos, ya que podría sólo arruinarla, no iluminar el "Conservadurismo" e Inglaterra. Desde el momento que alcanzó la oficina, para la cual se había preparado toda su vida, su administración fue acosada por "el problema del Medio Oriente", de tal manera que su fin político pareciera ser tan infeliz como aquel del Sr. Roosevelt y el Sr. Woodrow Wilson.

Y el escriba podría agregar, aquel del Presidente Eisenhower. En septiembre de 1955 enfermó, y aunque se recuperó, las fotos de él comenzaron a mostrar los rasgos que aparecían en aquellas de los Sres. Roosevelt y Woodrow Wilson hacia el fin de sus condiciones. La "presión" que éstos aparentemente hombres poderosos tenían que sostener en este, "el Siglo Judío", parece tener un algún efecto, el cual se muestra en una fisonomía agobiada. Ellos están rodeados por lisonjeros, pero si intentan seguir su conciencia y deber, son llevados implacablemente a rendir cuentas. Después de su primera experiencia, la expectativa general era que él no llevaría a cabo un segundo término.

Él no era Republicano y durante su primer término se sintió incómodo como un presidente "Republicano." De hecho, poco después su inauguración su "molestia con la poderosa ala derechista del Partido" (en otros términos, con los Republicanos tradicionales que habían querido al Senador Taft) "alcanzó tal extremo que durante un tiempo dio un prolongado tiempo a la idea de un nuevo partido político en Norteamérica, un Partido en la que personas de su misma filosofía, sin tener en cuenta sus afiliaciones anteriores, podrían reunirse. . . Comenzó preguntándoles a sus socios más íntimos si no habían pensado en comenzar un nuevo Partido. Tal como él lo concebía, tal Partido podría haber sido esencialmente su Partido. Podría haber representado esas doctrinas, internacionales y domésticas, qué él creía eran lo mejor para los Estados Unidos y de hecho para el mundo".(*) Sólo dejó esta idea cuando la muerte del Senador Taft, dejó al Partido Republicano sin un líder natural y cuando el Senado,

(*) Este significante descubrimiento viene de un libro, Eisenhower, The Inside Story (La Historia Interna), publicada en 1956 por un corresponsal en la Casa Blanca, el Sr. Robert J. Donovan, evidentemente al deseo del Sr. Eisenhower, ya que está basado en los minutas de las reuniones Ministeriales y otros documentos que se relacionan con procedimientos muy secretos a un alto nivel. Nada parecido había sido publicado alguna vez en Norteamérica y el autor no explica las razones para tal innovación. Se registran cosas que los funcionarios del Gabinete del Presidente probablemente no habrían dicho, si hubiese sabido que serían publicados; por ejemplo, una sugerencia jocosa que el Senador Bricker y sus partidarios (quién estaba presionando por una enmienda Constitucional para limitar el poder del Presidente para hacer tratados, y así para sujetarlo al gran control del Congreso), estos deberían ser bombardeado con una bomba atómica.[537]

al estímulo personal del Presidente, censuró al Senador Joseph McCarthy de Wiscon por el ardor de su ataque al Comunismo-en-el-gobierno. El enojo público despertó por la exposición de una infestación comunista de la administración bajo los Presidentes Roosevelt y Truman fue una de las causas principales para el cambio de votos al Partido Republicano (y su candidato, el Sr. Eisenhower) en 1952.

Así al final de 1955 un año de elección-presidencial amenazó nuevamente, circunstancias que el poder dominante en Norteamérica siempre había encontrado ideal: un presidente enfermo, partidos-políticos ávidos por "el voto Judío", una situación de guerra en el Medio Oriente y otra en Europa. En tal estado de los asuntos la "presión política doméstica" en la capital del país más adinerado y mejor armado del mundo podría producir casi cualquier resultado. Los gerentes del Partido Republicano, desesperado por retener a un Republicano nominal por lo menos en la Casa Blanca si ellos no pudieran ganar una mayoría en el Congreso, rodeaban a un hombre enfermo y le instaban a que participara.(*)

La campaña real empezó, como siempre, un año pleno antes de la propia elección. En septiembre de 1955, el Gobierno egipcio del Presidente Gamel Abdel Nasser acordó con la Unión Soviética la compra de algunas armas. La "Declaración Tripartita" de 1950 de Norteamérica, Bretaña y Francia declaraba que los estados árabes e Israel podían comprar armas de Occidente. El Presidente Nasser, en la justificación de su acto, declaró (16 de Noviembre de 1955) que él había sido incapaz de obtener "un simple pieza de armamento de los Estados Unidos tras tres años de intentar" y acusó al gobierno norteamericano de "un intento deliberado por mantener a los Árabes perpetuamente a merced de Israel y sus amenazas."

Este compra egipcia de armas soviéticas produjo un alboroto inmediato en

(*) Los eventos domésticos más significantes del primer término del Presidente Eisenhower (en vista del hecho que su elección expresaba el deseo de los votantes norteamericanos, en 1952, (principalmente reajustar la demostrada infestación comunista en el gobierno y combatir la amenaza de la agresión comunista) era la censura del investigador más persistente, el Senador McCarthy, que recibió el estímulo personal del Presidente y su aprobación; y la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en 1955 que negó el derecho de los cuarenta y ocho Estados individuales para tomar medidas contra la sedición y reservaron esto al Gobierno Federal. Esta decisión, si se promulgaba en el efecto, reduciría enormemente el poder de la República para "luchar contra la sedición" (los"Protocolos"). El tercer evento mayor fue la decisión de la Corte Suprema contra la segregación de alumnos Blancos y Negros en las escuelas públicas, que en el efecto, estaban dirigidas contra el Sur y, si se presionaba, podría provocar resultados gravemente explosivos. Estos eventos atraen la atención a la posición peculiar que tiene en los Estados Unidos la Corte Suprema, en vista del hecho que las designaciones allí son políticas, no el premio a una vida de servicio en una magistratura independiente. En estas circunstancias la Corte Suprema, bajo el Presidente Eisenhower, mostró señales de transformarse en un cuerpo político supremo (el Supremo Politburó no podría ser una palabra demasiado inepta), con capacidad de estar sobre el Congreso. El Abogado General de los Estados Unidos en 1956, el Sr. Simón E. Sobeloff, declaró, "En nuestro sistema, la Corte Suprema no es meramente el juez de controversias, ya que en el proceso de juicios es de muchas formas como el último formulador de la política nacional" (citado en el New York Times, 19 de julio de 1956). [538]

Washington y Londres, similar al que se levantó en 1952-1953 sobre "el juicio de los doctores Judíos". El Presidente Eisenhower recurrió a la Unión Soviética para detener los embarques de armas a Egipto (el grueso de éstos venían de la fábrica de armas Skoda en Checoslovaquia, que cayó en la posesión soviética a consecuencia del acuerdo de Yalta de 1945 y qué había proporcionado las armas que le permitieron a "Israel" preparar el hogar en 1947-1948 y "alabar a los soviéticos como los libertadores"). En Londres, en el mismo día (9 de noviembre de 1955), Sir Anthony Eden, acusó a la Unión Soviética de crear tensiones de guerra en el Medio Oriente; el Ministro del Exterior británico, el Sr. Harold Macmillan, se quejó de la introducción de un "nuevo y perturbador factor en esta delicada situación". Para losÁrabes todas estas palabras de Occidente significaron lo que ellos siempre habían querido decir: que a Israel se las darían, y a los Árabes se le negarían las armas.

Después de esto, la campaña de propaganda se infló día a día, de la misma forma como en 1952-1953, dentro de unas semanas, la memoria de los tres años de ataques israelitas sobre los países árabes y las condenas de las Naciones Unidas deéstos ataques, se habían borrado de la mente pública. En su lugar, el lector general recibió la impresión diaria que Israel estaba desarmado, a través de la falta de Occidente, estaba siendo dejado a la misericordia de Egipto, armado hasta los dientes con las armas "Rojas." En esa fase temprana, la verdad de la materia se publicó una vez: la autoridad principal del ejército norteamericano, el Sr. Hanson W. Baldwin, hablando del suministro de armas norteamericano a Israel, dijo,"Nosotros estamos intentando mantener un difícil 'equilibrio' entre los israelitas y los Árabes. Esto no es ahora, ni lo será probablemente pronto, un verdadero equilibrio en el sentido que los dos lados posean igual fuerza militar. Hoy, Israel es claramente superior a Egipto, de hecho a la fuerza combinada de Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Líbano, Siria e Irak" (New York Times, 11 de Noviembre de
1955).

Esta verdad no fue permitida de alcanzar las masas lectoras de periódicos en los once meses que siguieron, de todos los modos en mi observación. (*) Ellas fueron guardadas abstraídas por el clamor creciente sobre las "Armas Rojas para losÁrabes" que puso la nota para ambas campañas electorales (para el Congreso y para la Presidencia) que estaban entonces empezando. (**) Todos los aspirantes presidenciales en el lado Democrático (los Sres. Estes Kefauver, el Gobernador Harriman del Estado de Nueva York, Stuart Symington y Adlai Stevenson) hicieron declaraciones inflamatorias en este sentido. (***) En un momento dado, un comité Sionista norteamericano consideró una "marcha a Denver" pero se refrenó (el Presidente estaba allí en el hospital después de su infarto), y en cambio se acercó a todos los candidatos, de cualquier Partido, con la demanda que firmaran una "declaración política" contra la concesión de armas a cualquier estado árabe. Los 120 aspirantes del Congreso firmaron inmediatamente, y el número aumentó después a 102 Demócratas y 51 Republicanos (New York Times, 5 de abril de 1956). Este exceso en números de los signatarios Demócratas es la base para la declaración hecha al Congreso Sionista Mundial en Jerusalén, el 26 de abril, por el Sr. Yishak Gruenbaum, un importante político israelita y ex Ministro:


* Sin embargo, catorce meses después (4 de enero de 1957), después del ataque a Egipto, el Sr. Hanson Baldwin, escribiendo desde el Medio Oriente, confirmó la persistencia de la "indefensión" del predominio del ejército de Israel: "Israel ha sido, desde 1949, la fuerza militar indígena más fuerte en el área. Ella es más fuerte hoy, comparada con los estados Árabes, que alguna vez lo fue."

* * "El suministro de armas de la Checoslovaquia soviética hizo a los judíos en Israel y en otras partes, ver a los soviéticos como libertadores", Jewish Times Johannesburgo, 24 de diciembre de 1952.

* * * "El estado de Israel será defendido si es necesario, con una poderosa ayuda externa", Gobernador Harriman, New York Times, 23 de marzo de 1955.[539]

 

"Israel no recibirá el apoyo de los Estados Unidos mientras la dirección Republicana esté en el mando."Ésta fue una demanda pública, de Israel, que los judíos norteamericanos debían votar por los Demócratas, y la creencia de los gerentes de Partido norteamericanos en el poder de "el voto Judío" fue fortalecida allí, en esta ocasión, por el éxito Demócrata en la elección del Congreso, deseada por el Sr. Gruenbaum en Jerusalén.

Contra este trasfondo de "presión" en un Presidente enfermo a través de los gerentes del Partido y de una campaña más sobre "la persecución de los Judíos" (simbolizada, este vez, por Israel) comenzó el año de la elección presidencial. Desde el inicio, los experimentados observadores vieron que había sido escogido (tal como los años de las elecciones presidenciales precedentes) como un año de crisis organizada y creciente que podría hacer erupción en una guerra general. La base de todos los cálculos era la "presión política doméstica" que podría ser ejercida sobre el gobierno norteamericano y sus actos.

En el mundo real el año abrió, típicamente, con una "condena" más unánime (19 de enero de 1956) contra Israel por un ataque "deliberado" y "flagrante" (uno en Siria el 11 de diciembre de 1955). Esta fue la cuarta condena mayor en dos años y vino en un momento cuando la campaña de propaganda sobre "la indefensión" de Israel y la "agresión" árabe ya estaba en su apogeo en Occidente. En el mismo período un"estado de emergencia nacional" fue declarado en Israel.

El ataque Sionista se volvió entonces hacia el centro de los oficiales en el Departamento de Estado quienes, (igual que aquellos en la Oficina Colonial británica y en la Oficina Extranjera en generaciones más tempranas) intentaron mantener fuera los peligrosos "compromisos" con Israel. En noviembre de 1955, la organización religiosa sionista más grande del mundo, la Organización de Mizrachi de Norteamérica, había declarado en la Ciudad de Atlanta que "una pandilla" de"elementos anti-Israel en el Departamento de Estado de los Estados Unidos" estaba"bloqueando la ayuda efectiva de EEUU a Israel" (esto, palabra por palabra, es la queja hecha por el Dr. Chaim Weizmann contra los oficiales responsables británicos por un período de tres décadas, 1914-1947).

En el año de la elección presidencial, 1956, el hombre que había tenido éxito en la sobre carga en Norteamérica, era el Sr. John Foster Dulles, Ministro de Relaciones Exteriores. Inmediatamente después de la "condena" del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a Israel en enero, el Sr. Dulles anunció que él estaba intentando ganar el acuerdo de los líderes políticos Demócratas para dejar fuera el asunto israelita-árabe del debate en la "campaña de la elección Presidencial (24 de enero de 1956). El New York Times comentó, "es sabido que el Sr. Dulles se ha quejado que oficiales de la embajada israelita [540] aquí, han buscado persuadir a candidatos al Congreso a tomar posiciones favorable a la causa israelita. . . El Ministerio está ávido que ningún Partido debe complicar las delicadas negociaciones para un asentamiento del Medio Oriente discutiendo la cuestión israelita para sacar ventajas personales o partidarias en la campaña de elección. . . Específicamente, él está aprehensivo para que no se diga algo en la campaña Presidencial que animaría a que los israelitas pensaran que los Estados Unidos pudieran condonar o podrían cooperar en una invasión israelita de territorioárabe".

Así el Sr. Dulles estaba quejándose de la "presión política" registrada por el Presidente Truman en sus memorias, (*) y estaba intentando en 1956, lo que el Sr. Forrestal en 1947 había intentado, al precio del despido, resquebrajamiento y suicidio. Él inmediatamente cayó bajo el ataque de la prensa (por igual en Norteamérica e Inglaterra) de la misma forma como el Sr. Ernest Bevin y el Sr. Forrestal en los años 1947-1948. Recibió una carta de reproche de "un grupo de miembros Republicanos del Congreso" a quienes apaciguadoramente respondió, (el 7 de feb. de 1955) que "La política exterior de los Estados Unidos incluye la preservación del estado de Israel. . . Nosotros no excluimos la posibilidad de ventas de armas a Israel". Por este tiempo él había pecado más allá, para el Jerusalem Post, que en 1956 era una suerte de Court Gazette para las capitales Occidentales, anunció que él había cometido "un acto menor pero hostil. . . recibió durante 45 minutos una comisión del Consejo norteamericano para el Judaísmo". (**)

"El Concilio Sionista norteamericano "protestó" inmediatamente contra la propuesta del Sr. Dulles, que el asunto de Palestina "se deje fuera de debate durante la elección presidencial"; su presidente, el Rabino Irving Miller, llamó a esto "una visión equivocada que cualquier segmento particular de la política exterior debe retirarse de la arena de la libre y sin trabas discusión pública". Acerca de esta libertad de entrabar, las siguientes extrañas alusiones al estado de los asuntos parecían prevalecer, en ese momento, en la prensa norteamericana:"Las disputas de Israel con sus vecinos se han transferido a cada plataforma norteamericana, dónde meramente explicar por qué los Árabes hacen lo que hacen es transformarse en un candidato para la extinción profesional" (Srta. Dorothy Thompson); "Una política en pro-Egipto no traerá ningún voto para los Republicanos en New Jersey, Connecticut o Massachusetts y cuando uno habla con profesionales políticos,

(*) En los años intermedios otro libro había aparecido. Los Registros de la ONU, del Sr. Chesly Manly, que dijo que cuatro funcionarios mayores del Servicio Exterior norteamericano, llamaron desde el Medio Oriente a Washington durante las elecciones del Congreso de 1946 para consultar sobre la cuestión de Palestina, habían presentado el casoárabe y habían recibido de Presidente Truman la respuesta, "Lo siento señores, tengo que contestar a cientos de miles que están ansioso por el éxito del Sionismo; No tengo centenares de miles de Árabes entre mis electores". La sumisión del Sr. Truman a la presión sionista, cuando estaba en la oficina, y su queja sobre esta presión, cuando estaba retirado, ambas están así en el registro.

(**) Éste es un ejemplo, en la nueva generación, de la "interferencia externa, completamente de Judíos" de la cual el Dr. Weizmann se quejó amargamente más temprano. El Consejo temió y combatió el envolvimiento de Occidente en el chauvinismo Sionista. Estaba encabezado por el Sr. Lessing Rosenwald, anterior jefe de la gran casa mercantil en Sears, Roebuck, y el Rabino Elmer Berger. Reuniéndose en Chicago en este período, se resolvió que las memorias del Presidente Truman "confirman esa presión sionista" - etiquetadas como aquella de los judíos norteamericanos - era excesiva, más allá de todos los límites de conveniencia" y "ofrecieron un espectáculo de ciudadanos norteamericanos que trabajan por una causa de un nacionalismo extranjero", El lector, si se refiere a los capítulos anteriores, verá la situación qué se produjo precisamente en Inglaterra entre 1914-1917 se había reproducido en América en 1947-1948 y 1955-1956.[541]

se escucha mucho sobre el asunto" (Sr. George Sokolsky); "Los cerebros políticos sostienen que para conseguir el voto judío en tales estados críticos, como Nueva York, Massachusetts, Illinois, New Jersey y Pennsylvania, los Estados Unidos deben bajar la línea contra los Árabes" (Sr. John O'Donnell).

El próximo desarrollo fue un anuncio en el New York Times (21 de feb. de 1956) diciendo que el Sr. Dulles tendrían que "enfrentar una investigación en la política exterior" llamada por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado para "inquirir las contorsiones y vueltas de la política de armas de la Administración en el Medio Oriente". El Sr. Dulles apareció a su debido tiempo ante el Comité (el 24 de feb. de 1956) y esto llevó a un incidente significativo. De la forma normal las masas públicas, tanto en Norteamérica como en Inglaterra, son privadas de expresar cualquier opinión adversa sobre la aventura en Palestina, tan costosa para ellos; los candidatos para la elección no pueden esperar la nominación partidaria a menos que ellos se subscriban a la visión Sionista, y la prensa no imprimirá en general, algo diferente. En esta ocasión, el funcionario Ministerial responsable tenía una audiencia comprendida de tantos norteamericanos como podía apiñarse en el espacio reservado para los espectadores y ellos le ovacionaron cuando entró, mientras hablaba y cuando se retiró.

La razón para estas ovaciones fue clara, y el incidente demostraba cómo reaccionarían en general, las masas de Occidente si sus líderes políticos alguna vez cándidamente le hicieran esta pregunta. El Sr. Dulles dijo entre otras cosas, "una de las más grandes dificultades que enfrentan los Estados Unidos en su rol de intentar mediación entre Árabes e israelitas, es la creencia del mundo árabe que la conducta de Washington será guiada por las presiones políticas domésticas". Había peligro que los israelitas podrían precipitar lo que se llama una "guerra preventiva". "Si eso ocurriera, los Estados Unidos "no serían involucrados en el lado de Israel" porque tenía compromisos con sus aliados de oponerse a cualquier nación que comenzara la "agresión" en el Medio Oriente. Él "sugirió varias veces que las presiones políticas domésticas estaban siendo aplicadas para intentar obligar a la Administración a tomar un indebido e imprudente curso en pro de Israel en el Medio Oriente."

Lo que se aplaudió entonces, está claro, y ésta fue la primera alusión oficial y pública, escuchada en una audiencia pública, al engranaje que mantiene a Occidente en la esclavitud. La demostración de la aprobación pública no disminuyó las "presiones" de las cuales se quejaba el Sr. Dulles. Unas semanas después (el 12 de abril de 1956) él fue ovacionado ante los líderes del Congreso informando sobre el Medio Oriente y les dijo "temo que el tiempo puede haber pasado para una solución pacífica". Él señaló que los dos "factores claves" en la política de Estados Unidos estaban allí "en conflicto", a saber, "Retención de los inmensos recursos de petróleo de la región para el uso militar y económico de Europa Occidental", (estos recursos están en la actualidad en los países árabes) y"preservación de Israel como nación". El líder Demócrata de la Cámara, el Sr. John McCormack, preguntó entonces perentoriamente, "¿Qué política es primera, salvar a Israel o mantener el petróleo? " Por su respuesta, "Nosotros estamos intentando hacer ambas", el Sr. Dulles mostró que la totalidad de Occidente estaba más que nunca, profundamente encarcelado [542] en el insoluble dilema creado por el envolvimiento original de Bretaña en el Sionismo.

En el vano intento de "hacer ambas", el Sr. Dulles pronto hizo el asunto mucho peor. Al parecer él nunca había esperado que su propuesta original tuviera éxito; él "dio un bramido de risa sardónica" cuando se le preguntó, en una conferencia de prensa en ese momento, si él creía de verdad que podía conseguir sacar el problemaárabe-israelita de la política electoral. Tal como le habló al Comité del Senado (¿Habrían aplaudido esos espectadores si lo hubiesen sabido?) el método había sido inventado con el cual Norteamérica podría anunciar oficialmente que no proporcionaría en absoluto "armas al Medio Oriente", y al mismo tiempo, aseguraría que Israel reciba tales armas, permitiéndole que lanzara la "guerra preventiva" que el Ministro de Relaciones Exteriores "temió". El dispositivo era similar a aquel usado en el caso de la "indemnizaciones" de Alemania Occidental, que se exigieron bajo la presión norteamericana y aseguraron el flujo de dinero o bienes a Israel sin que esto apareciera en algún presupuesto norteamericano.

Inmediatamente después del informe del Sr. Dulles al Comité del Senado, y al parecer en respuesta a esto, las tropas israelitas hicieron "un ataque preparado y planificado" contra los egipcios en el área de Gaza, matando a treinta y ocho personas (el 27 de feb. de 1956), y fue condenado por "agresión brutal" por el U.N.M.A.C. Dentro de unas semanas los redactores empezaron a indicar el nuevo método de abastecimiento de armas a Israel: "Si los Estados Unidos vendieran armas a Israel, volvería a abrirse la tubería comunista de armas a los Estadosárabes. . . al parecer se siente que lo mismo no sería verdad si Bretaña, Francia y Canadá accedieran a las demandas israelitas por las armas. . . Es asumido aquí, que si los Aliados venden armas a Israel, los Estados Unidos pueden mantener su propia posición de imparcialidad."

Esto era "hacer las dos" en la práctica. El Rabino Hillel Silver ( líder Sionista que había proferido la oración por "gracia y guía" en la inauguración del Presidente) declaró entonces en Israel que "la Administración Eisenhower todavía no ha dicho la última palabra en las armas para Israel" (New York Times, 4 de abril de 1956). Ya en Washington, tuvo "una discusión muy franca y amistosa" con el Presidente. Luego fue revelado que los Estados Unidos estaban animando "discretamente a los gobiernos franceses y canadienses para que vendieran armas a Israel" (New York Times, abril de 1956). Próximamente, éstas demostraron en la verdad, ser armas proporcionadas por los norteamericanos, ya que el Gobierno francés oficialmente anunció (el 12 de mayo de 1956) que el Gobierno norteamericano había "aceptado un retraso en las entregas para permitirle a Francia hacer rápidamente una última entrega de doce aviones Mystere IV a Israel". Éstos que eran algunos de los aviones franceses usados posteriormente en el ataque contra Egipto, cinco meses después; el cual la propia Fuerza Aérea francesa tomaría parte, no era conocido en mayo. (*)

* Seis meses después, en la víspera de la elección presidencial e inmediatamente antes del ataque israelita contra Egipto, el New York Daily News hizo un llamado a los "votantes judíos" mediante el recuento de los siguientes servicios Republicanos : "La Administración Eisenhower no ha visto una forma clara para suplir a Israel con material pesado de guerra, debido a varias situaciones internacionales sensibles. Sin embargo, la Administración, el pasado abril y mayo, ayudó a Israel a conseguir 24 aviones Mystere de Francia, y el último mes, Canadá anunció la venta de 24 aviones Sable a Israel. El Sr. Dulles fue declarado por los oficiales israelitas haber usado activamente la influencia Gubernamental de Estados Unidos promoviendo ambas ventas de los aviones franceses y canadienses". [543]

En la explicación: el Gobierno norteamericano estaba financiando la compra de armas para sus aliados en la Organización del Tratado Atlántico Norte en ese momento, cursando los pedidos con fabricantes extranjeros. Estas entregas financiadas por Norteamérica fueron desviadas a Israel ante el "estímulo" norteamericano. Así la OTAN, supuestamente desde su formación por ser una alianza del Occidente contra la "agresión soviética" y el "Comunismo", también se volteó al propósito del Sionismo. Firmada en 1949, el propósito original ostensible, era que los miembros (EEUU, Canadá, Inglaterra, Francia y otros diez países europeos, y Turquía) considerarían cualquier ataque sobre uno de ellos, como un ataque sobre todos y ayudarían al atacado.

Por consiguiente el Gobierno norteamericano, mientras atacaba a la Unión Soviética por abastecer de armas a Egipto y declarando que ellos mismos no promoverían "una carrera armamentista" en el Medio Oriente proporcionándolas a Israel, estaba de hecho, procurando armas para que Israel mantuviera su superioridad sobre los otros siete países árabes. Aquí el Sr. Dulles operó con un toque Maquiavélico, que tenía el efecto de echarle aceite al fuego. El acto de procurar armas ni siquiera se guardó en secreto; tal como las citas anteriores lo demuestran, se dio publicidad y se usó como una jactancia para obtener votos en esa campaña electoral, para la cual el Sr. Dulles había llamado a dejar el problema israelita-árabe aparte.

Un extraño efecto lateral en estas maquinaciones en el Occidente fue que las declaraciones hechas, en esta cuestión en particular, por los gobernantes absolutamente poco escrupulosos en Moscú, ganaron una mirada de respetabilidad honorable. Por ejemplo, el Gobierno soviético, cuando Occidente comenzó el alboroto acerca de las "armas para Egipto", envió una nota a los gobiernos norteamericano, británico, egipcio y checoslovaco declarando, "El Gobierno soviético sostiene que cada estado tiene el derecho legítimo de cuidar su defensa y comprar las armas para los requerimientos de su defensa de otros estados en las condiciones comerciales usuales, y que ningún estado extranjero tiene el derecho para intervenir." Ésa fue una declaración irreprochable en la legalidad, e incluso en la posición moral, y fue hecha eco por Israel, mientras el alboroto Occidental fluía, el Ministro de relaciones Exteriores Israelita, entonces el Sr. Moshe Sharett, declaraba en Nueva York (10 de noviembre de 1955) "Si somos llevados a un rincón y nuestra existencia está en peligro, nosotros buscaremos y aceptaremos armas de cualquier fuente en el mundo" (en respuesta a una pregunta si los soviéticos le había ofrecido armas a Israel). Así la totalidad de la acusación gritada en Occidente era de hecho, que las armas soviéticas no debían ir a los estados árabes, y para esto ningún argumento moral o legal puede encontrarse.

Contra este trasfondo el "indefenso Israel" (el Sr. Ben-Gurion) el 16 de abril de 1956 tuvo su desfile de aniversario con un gran despliegue de tanques y aviones norteamericanos, ingleses y franceses (New York Times, 17 de abril); las armas soviéticas probablemente fueron ocultadas del desfile en esa ocasión, en armonía con la propaganda de ese momento en el Occidente. El 24 de abril, en Jerusalén, el Sr. Ben-Gurion una vez más, proclamaba el objetivo nacionalista y expansionista:"La continua congregación de los exiliados es la meta suprema de Israel y una condición previa esencial para la realización de la misión mesiánica que nos ha hecho un pueblo eterno". [544]

El subterfugio por medio del cual, los Estados Unidos procuraron las armas para Israel mientras oficialmente negaban proporcionarlas ("Nadie particularmente da la bienvenida a nuestra decisión de no vender armas a Israel pero animar a que otros aliados lo hagan, y abandonar el equipo destinado para este propósito", New York Times, 19 de mayo de 1956) no trajo ninguna tregua al Presidente norteamericano. La abierta sumisión es el requisito invariable, y la ira Sionista empezó a volverse contra él. En la víspera de su segundo resquebrajamiento en su salud (al principio del verano él tendría que sufrir una operación por hepatitis) la burla empezó a ser lanzada contra él, que era sólo un "presidente a media jornada". Una dirigente sionista, la Sra. Agnes Meyer, la lanzó diciéndole a un público judío en Nueva York que mientras "el baluarte de la democracia" (Israel) estaba en peligro "el Presidente no estaba en su puesto en Washington; él está jugando golf en Augusta", e instándoles que se preguntasen "si esta nación puede permitirse el lujo de un presidente a media jornada". Su segunda enfermedad, que le siguió casi en seguida, detuvo este ataque particular durante un tiempo, pero el Presidente Eisenhower, tal como otros antes que él, no le fue permitido olvidarse que los enormes recursos del poderío de la propaganda Sionista, en cualquier momento se volverían en su contra si él se salía de la línea de sus predecesores.

Mientras él se esforzaba en estos trabajos, al otro lado del Atlántico, otro Primer Ministro parecía haber sido probablemente quebrado en la rueda Sionista. El Señor Anthony Eden, en cualquier otro siglo, se habría transformado en un estadista mayor; en este, el "compromiso" que él heredó fue desde la partida de su gobierno, una rueda de molino en su cuello. Ningún político en el mundo era igual a él, cuando tomó la oficina principal en 1955, en calificación y experiencia. Era de la generación de la Primera Guerra, de tal manera que la memoria de los Campos de Flandes formó el trasfondo de toda su vida adulta, que posteriormente fue completamente dedicada a la política. Venía de una antigua familia con una tradición de servicio heredada, y era dotado y atractivo. Subió a la línea ministerial a una edad temprana y con breves intervalos, sostuvo un puesto alto tras otro durante más de veinte años, durante los cuales llegó a conocer en Europa y en Norteamérica, a cada dictador y político parlamentario en forma personal. Ganó así adelante una experiencia única durante los años de prueba; sólo Sir Winston Churchill, en todo el mundo, tenía un rango comparable de llegada, negociación y en general de entrenamiento en lo que alguna vez se sostuvo era el arte de la habilidad política.

Era todavía joven, para la oficina principal, cuando el Sir Winston se rindió a la ley de la edad y pasó "la antorcha" al hombre que él había descrito como incluir "la esperanza de vida de la nación británica" (1938), el Sr. Eden (como fue en 1938) se ganó la esperanza de los hombres de su generación a través de su renuncia al Gobierno británico en protesta contra el aplacamiento de Hitler que (él juzgó correctamente) fue un camino seguro para la guerra. El evento de octubre de 1956, fue de hecho más duro para que sus contemporáneos pudieran soportar que su nombre se le diera a esto.

Conocí al Sr. Eden, como un corresponsal en el extranjero puede conocer a un político, en los años que llevó a la Segunda Guerra, y en la fuerza de nuestros sentimientos similares en ese momento, en esos tiempos de oscurecimiento, pude después escribirle en momentos cuando él parecía estar perdiendo la [545] cercanía con las mentes de su generación; y recibir una agradable respuesta, reconociendo el conocimiento anterior y la lectura de mis libros. Le vi, emerger en 1935, con un semblante de problemas, de un primer encuentro con Hitler, que en tonos amenazadores le dijo que la fuerza aérea alemana (entonces extraoficialmente inexistente) era mayor que la inglesa. Yo lo acompañé a Moscú y pude confirmar con él algo que yo había oído hablar de su primer encuentro con Stalin: que el bandolero Georgiano había apuntado al pequeño punto en el mapa del mundo que representaba a Inglaterra y dijo que cuan extraño era, que un país tan pequeño debía sostener la llave de la paz del mundo (una verdadera declaración en ese momento). Teniendo estos recuerdos personales, yo estaba probablemente más espantado que la mayoría de los hombres cuando supe del hecho al que fue llevado engañado en octubre, 1956.

De la partida en mayo de 1955 los observadores profesionales vieron que él estaba en la verdad, no tanto como Primer Ministro, sino como Ministro para la cuestión Judía, en su generación representada por el estado Sionista y sus ambiciones. Esto significó que todo su término en la oficina se clasificaría bajo esa sombra y que su destino político estaría determinado por sus acciones con respecto al Sionismo, no por su éxito o fracaso en materias de interés nativo. Eso se mostró en la víspera de su gobierno, cuando él era aun Ministro de Relaciones Exteriores durante unas semanas. El Gobierno británico había concluido un arreglo con Irán y Turquía para asegurar la defensa de los intereses británicos en el Medio Oriente, los recursos del petróleo, lo cual era vital para Inglaterra y los Dominios en las Antípodas. El debate en la Cámara de los Comunes ignoró este aspecto y rabiaba alrededor del efecto del acuerdo "sobre Israel", de tal manera que solamente dos miembros (entre 625) protestaron: "Este debate no es sobre Palestina y el Ministro del Exterior debe velar por los intereses del mundo y los intereses de Bretaña, aunque ello cause molestia y turbación a otros estados" (Sr. Thomas Reid); "A juzgar por casi todos los discursos de los honorables. Miembros de ambos lados de la Cámara, uno podría ser perdonado por imaginar que el debate estaba principalmente interesado en el efecto de un pacto sobre Israel, en lugar del mejoramiento de nuestro sistema defensivo mundial contra la amenaza del imperialismo ruso" (Sr. F. W. Bennett).

A este, un miembro Socialista judío contestó, "¿Por qué no? " En efecto, en ese tiempo era casi imposible debatir cualquier problema mayor salvo por lo que se refiere a su efecto para Israel, y esto prefiguró el curso como Primer Ministro de Sir Anthony.

Durante los meses restantes de 1955, como Primer Ministro, continuó luchando con "el asunto del Medio Oriente", sugiriendo una vez que una fuerza internacional sea desplegada entre Israel y los estados árabes (los Estados Unidos lo objetaron) y en otra, que Israel podría aceptar rectificaciones menores de la frontera, después de haber asido en 1948 más territorio que aquel "otorgado" a él por las Naciones Unidas (esto le trajo enfadadas acusaciones sionistas en los periódicos de Nueva York diciendo que "Bretaña se ha unido ahora a las líneas de los enemigos de Israel").

Entonces el año de la elección-presidencial, comenzó la crisis de Sir Anthony. La máquina Sionista entró en su marcha de alta velocidad, haciendo jugar a Washington contra Londres y [546] a Londres contra Washington, con una habilidad de cuarenta años de experiencia. En marzo, una cosa significante ocurrió; desconocido para el mundo, hizo que un temprano ataque contra Egipto pareciera una certeza a los diligentes observadores de los eventos.

En la víspera de la Pascua Judía, la misteriosa "Voz de América" transmitió una conmemoración, cargada de alusiones tópicas explosivas, sobre "el escape de los judíos de la cautividad egipcia". Considerado en su obvia relación con el bombardeo de propaganda sobre Egipto, la cual estaba entonces en marcha en Washington y Londres, esto claramente pronosticaba violentos eventos antes de la próxima Pascua Judía. Las personas norteamericanas no conocen nada en general de lo que "La Voz de América" dice, o a quien está dirigida. Ni siquiera mi investigación ha descubierto qué departamento oficial se supone que dirige esta"voz", la cual para las personas que están lejos lo toman como que expresa las intenciones del Gobierno norteamericano. Yo pude saber que sus fondos, presupuestos y otros, son inmensos y que es mayoritariamente provisto de personal judíos Oriental. Parecieran trabajar en la irresponsabilidad y el secreto. (*)

Desde este momento la totalidad del peso de la propaganda Occidental fue volteada contra Egipto. Los eventos que siguieron podrían ser considerados a la luz de las notas escritas en un diario del Ministro de Guerra, Henry Stimson, en el período antes de Pearl Harbour, al efecto que el objetivo de la Administración del Presidente Roosevelt era maniobrar

* Durante el levantamiento húngaro contra los soviéticos en octubre de 1956, varios corresponsales norteamericanos, volviendo de las masacres y los fugitivos húngaros atribuyeron una gran medida de responsabilidad por la tragedia a esta "Voz". Los norteamericanos habían encontrado a personas húngaras que estaban seguros de la intervención norteamericana; los húngaros se quejaron que, aunque la palabra "revuelta" no fue usada, la "Voz" en efecto, incitó e instigó la revuelta y ofreció la perspectiva de la ayuda norteamericana. Al mismo tiempo, el Presidente Eisenhower, les dijo a las personas norteamericanas, "Nunca hemos aconsejado a los pueblos cautivos para alzarse contra fuerzas armadas". Críticas similares fueron hechas contra "Radio Europa Libre", una organización norteamericana privada que operaba desde Alemania bajo la licencia Gubernamental de Alemania Oriental.

Uno de los primeros refugiados húngaros en llegar a Norteamérica se quejó que la Voz de América y Radio Europa Libre durante años "nos incitaron" a sublevarnos, pero cuando vino el levantamiento nacional, ninguna ayuda norteamericana fue dada (New York Times, 23 de noviembre de 1956).

El Gobierno alemán Occidental pidió una investigación sobre las trasmisiones de Radio Europa Libre durante el levantamiento húngaro (operaba desde Munich) después de que varias acusaciones aparecieran en la prensa alemana Occidental que había, en el efecto, jugado un rol provocativo; como por ejemplo, un escrito preparado el 5 de noviembre de 1956, mientras el levantamiento estaba en marcha, diciéndole al pueblo húngaro que "la ayuda militar Occidental no podría esperarse antes de las 2 a.m. de mañana", una obvia intimidación que vendría en algún momento (New York Times, 8 de diciembre de 1956). La implicación más grave de un propósito provocativo estaba contenida en declaraciones hechas por la Sra. Anna Kethly, cabeza del Partido Social Demócrata húngaro que escapó durante la breve liberación del país. Ella dijo que mientras estaba en la cárcel en 1952, Radio Europa Libre, en una transmisión a los países cautivos dijo "que yo estaba dirigiendo el movimiento de liberación clandestino desde la cárcel y citó los nombres de varios líderes del supuesto movimiento. Fui sacada de la cárcel dónde yo había estado en aislamiento completo desde 1950 y fui confrontada con centenares de ex militantes del partido Social Demócrata y de los sindicatos. Todos ellos fueron torturados por la policía política para confesar su participación en el inexistente complot anti-comunista. No había absolutamente ninguna verdad en el informe de Radio Europa Libre; Yo había vivido en aislamiento completo desde mi arresto y no me había reunido con nadie. Radio Europa Libre ha pecado gravemente haciendo creer al pueblo húngaro que la ayuda militar Occidental estaba viniendo, cuando ninguna de tal ayuda fue planeada" (New York Times, 30 de noviembre de 1956).

Así Norteamérica hablaba con dos voces, aquellas del Presidente que se dirige oficialmente al mundo, y de la "Voz" que habla en términos más peligrosos sobre la cabeza del pueblo norteamericano a los pueblos del mundo. En este período, el New York Times describe la línea oficial: "Altos oficiales han dejado claro privadamente, que la Administración quiere evitar ser identificada solamente con Israel y entregando así a los países árabes a la influencia de la Unión Soviética." Los pueblos árabes, si ellos alguna vez escucharon hablar de estas intimaciones "privadas", no podría esperarse que las creyeran, en vista de lo que ellos escucharon hablar de "La Voz de América" acerca de la liberación de los judíos de "la cautividad egipcia".[547]

a Japón a "disparar el primer tiro". Los eventos subsecuentes tenían toda la apariencia de ser diseñados para maniobrar a Egipto a disparar el primer tiro. Egipto no hizo esto. Entonces el mundo encontró que el disparar el primer tiro ya no era más necesario como requisito para calificar a alguien de agresor; el país en cuestión, podría ser calificado de agresor mientras estaba siendo invadido, e incluso antes de eso; hasta ese punto habían sido desarrollados los recursos de la propaganda de masas en el Siglo 20. Todas las"condenas" de Israel en la cuenta de agresión no habían significado nada.

Este período-crisis comenzó el 7 de marzo de 1956 (justo antes de la emisión de la"Voz de América" sobre la cautividad en Egipto) cuando Sir Anthony Eden enfrentó nuevamente la Cámara de los Comunes sobre la eterna Cuestión. En ese tiempo, sus adversarios Socialistas (a pesar de las muchas "condenas" de Israel) estaban furiosos en su demanda por las armas para Israel y por "un nuevo tratado de garantías para Israel"; tal como los políticos de Nueva York, ellos vieron la esperanza de oficina en nuevas sumisiones a Sión. El Primer Ministro fue "objeto de una tormenta de vituperios y abusos más allá de cualquier cosa oída hablar en la Cámara de los Comunes desde los últimos días del Primer Ministro Neville Chamberlain (New York Times); "Era una escena que, durante un tiempo, pareció asustar incluso a aquellos que la habían causado; el Portavoz tenía que intervenir para suplicar que la Cámara debía dar al Primer Ministro una oportunidad de oírlo" (Daily Telegraph). Sir Anthony protestó vanamente que él había sido escuchado con cortesía "por más de treinta años" por la Cámara. En ese momento él podría haber esperado el apoyo norteamericano, ya que en el mismo día el Presidente Eisenhower dijo que era "inútil intentar mantener la paz en el Medio Oriente armando a Israel, con su 1.700.000 personas, contra 40.000.000 deÁrabes" (la entrega norteamericana de armas para Israel estaba entonces en marcha).

En Inglaterra Sir Anthony encontró todas las manos contra él. El Daily Telegraph (ostensiblemente de su propio Partido) podía parecer en sus informes de noticias espantado por su tratamiento en la Cámara, pero editorialmente dijo que el caso sobre entregar armas a Israel era "incontrovertible", una palabra que siempre ahorra la necesidad de un argumento de apoyo. Sus antagonistas, los Socialistas, lanzados fuera de todo refrenamiento en su avidez de derrocarlo por la vía de Israel. El principal periódico izquierdista, The New Statesman, en dos emisiones sucesivas dijo que Inglaterra no tenía algún derecho o medios para emprender la guerra en cualquier circunstancia cualquiera esta sea y debería bajar todas las armas ("la defensa efectiva está ahora más allá de nuestros medios y el desarme es la única alternativa a la aniquilación", 10 de marzo) y que Inglaterra debía armar a Israel y empeñarse ella misma para ir a la guerra por Israel ("la guerra es menos probable si Israel es proporcionado con armas modernas y el Partido Laborista esta en lo correcto insistiendo que Israel debe tenerlas ahora. . . El problema no es tanto lo indeseable de garantizar una frontera que no se ha establecido todavía formalmente. . . sino el problema militar de reunir y enviar la fuerza necesaria. . . ¿Es suficiente la fuerza naval que está disponible en el mediterráneo Oriental? ¿Se siente seguro el Sr. Gaitskell" (el líder Socialista) " que el público británico lo apoyará yendo a la guerra, probablemente sin el endoso de las Naciones Unidas, en la defensa de Israel? " (17 de marzo). [548]

Los efectos interminables del aparentemente pequeño compromiso original a Sión pueden estudiarse en tales citas. Sir Anthony Eden en esta ocasión, parecía estar intentando, al unísono con el Gobierno de Estados Unidos, prevenir una marea loca, pero dio una "advertencia a Egipto" la cual entonces no estaba justificada y era siniestra, tal como los eventos lo demostraron. En ese momento ambos Gobiernos, británicos y norteamericanos estaban (oficialmente) cortejando la amistad egipcia con la esperanza de ayudar a pacificar el Medio Oriente. A ese fin conjunto Inglaterra, "bajo la presión norteamericana" estaba preparándose para retirar sus tropas del Canal de Suez. (*)

Por qué el Señor Anthony Eden se rindió sin la seguridad a "la presión" para permitirse dejar eso que, inmediatamente después, fue proclamado como ser "la línea vital de la vida" de la Comunidad de Naciones británica, es una de esas preguntas que los políticos nunca contestan. La "Presión" de Washington en materias relacionadas con el Medio Oriente siempre, en las últimas cuatro décadas, han sido presión Sionista finalmente; y aproximadamente este tiempo, un periodista egipcio, el Sr. Ibrahim Izzat, fue cordialmente recibido por el Primer Ministro, el Ministro del Exterior y el Ministro del Trabajo de Israel que le dijeron "que Israel y Egipto tenían el idéntico objetivo de oponerse a la influencia británica en el Medio Oriente" (Ros el Youssef, mayo, 1956; New York Times, 20 de mayo de 1956).

El efecto de esta sumisión para presionar muy pronto se puso claro: iba a ser la guerra, involucrando a Inglaterra en una gran humillación y fiasco. Se suponía que el retiro británico era la mitad de un acuerdo anglo-norteamericano aún mas grande para "ganar la amistad de los Árabes", y la mitad norteamericana aun tenía que llevarse a cabo. Esta era unirse con el Gobierno británico y el Banco Mundial en proveer de 900.000.000 dólares para la construcción de un dique en el Nilo en Aswan (la oferta se había hecho a Egipto en diciembre del 1955).

La cronología de los eventos se pone nuevamente importante. Las tropas británicas se retiraron del Canal de Suez en junio de 1956, como fue lo comprometido. El 6 de julio de 1956, el portavoz del Departamento Estatal dijo a la prensa que la oferta de la represa en Aswan "se detenía". Unos días después, el Embajador egipcio en Washington anunció que Egipto había decidido "definitivamente que deseaba la ayuda Occidental para la represa". El 19 de julio, el Embajador egipcio llamó al Sr. Dulles para aceptar la oferta. Le dijeron que el gobierno de Estados Unidos había cambiado de parecer. En Londres, el día antes, el portavoz de la Oficina Exterior había anunciado que la parte británica de la oferta se detenía". El 19 de julio, el portavoz informó a la prensa (no al Embajador egipcio) que la oferta británica, también, fue retirada. El portavoz rechazó dar las razones pero admitió que las"consultas continúan entre Whitehall y Washington."

Por consiguiente la "presión" para enfurecer a los egipcios mediante esta despectiva afrenta vino del mismo barrio que la "presión" para aplacarlos retirándose del Canal de Suez. El Gobierno británico fue dejado tranquilamente en el limbo,

* El hecho que esta “presión fue utilizada es auténtico. Fue registrada por todas partes en términos de un éxito norteamericano por la prensa de EEUU, por ejemplo, “El Secretario de Estado Dulles estaba confiado que él podría ganar la amistad de los árabes, como cuando presionó a los británicos para abandonar Egipto, mientras mantenía aquello de los Israelitas, New York Times, 21 de octubre de 1956).
[549]

en una frase norteamericana; si la primera sumisión fue hecha en la confianza del anuncio del Presidente Eisenhower de febrero (que él quería prevenir el deterioro de las relaciones entre las naciones árabes y los Estados Unidos" y "restaurar la confianza y credibilidad de los Árabes en Norteamérica"), el cambio de cara en la oferta del represa en Aswan, debería de haber advertido, y habría salvado mucho entonces si hubiese resistido a "la presión" en el segundo caso.

No puedo recordar una provocación más calculada u ofensiva a un gobierno con el cual "el Occidente" estaba ostensiblemente buscando una amistad. Tal comportamiento de los gobiernos de Washington y de Londres sólo pueden ser imaginables desde que ellos se cayeron bajo la esclavitud del Sionismo. El retiro norteamericano de la oferta, y la forma del retiro (la imitación de Londres está más allá de un comentario) fue claramente el verdadero inicio de la crisis de guerra de 1956, pero la fuente original, la "presión", no era "norteamericana". "Algunos Diputados temieron la desaprobación Sionista", comentó discretamente el New York Times de la oferta retirada a Egipto; y éste era el año de elección.

Dentro de la semana, el Presidente Nasser de Egipto nacionalizó el Canal de Suez y en seguida el aire estaba lleno con frase-de-guerra, como en 1952-1953, durante el episodio de "los doctores judíos" en Rusia. Desde ese momento el Presidente Nasser recibió el trato del "hombre malo"; ésta es la señal segura de la inminencia de la guerra. He visto a muchos "hombres malos" construidos durante mi vida, y he observado que esta propaganda puede encenderse y apagarse como por un clic, e infundirse con el efecto tóxico en la mente pública:

Maldito jugo de hebenon en un frasco;
Y en mi oreja vertió
el leproso destilado. . .

Mi niñez temprana fue nublada por El Malvado Mullah (un líder musulmán ahora olvidado universalmente) y de un viejo y respetable Boer llamado Paul Kruger. De todas las figuras en esta Cámara del Horror, construida alrededor de mí mientras avanzaba, veo ahora que casi todos ellos no eran ni peores ni mejores que aquellos que les llamaban malvados.

Incluso antes de que las frases-de-guerra llegaran a la etapa del "hombre malvado", y largo antes de la inaudita provocación del 19 de julio, (qué todavía no provocaba ningún acto bélico de Egipto), el Presidente Nasser había sido declarado el agresor en una guerra que estaba a punto de comenzar. En marzo, el Sr. Ben-Gurion declaró en Tel Aviv que sólo la entrega temprana de armas a Israel podría prevenir "un ataque de los estados árabes dentro de los próximos meses" y agregó que el agresor "podría ser el dictador egipcio Nasser". En 13 de abril, Sir Winston Churchill emergió de su retiro de un año para decirle a un público de la Liga de Prímula que la "prudencia y el honor" exigían la ayuda británica a Israel si era atacada por Egipto. Sir Winston expresó una aprobación implícita, pero clara del ataque israelita contra Egipto, que los "activistas" en Israel estaban entonces demandando: "Si Israel es disuadido de usar la fuerza vital de su raza para alejar a los egipcios hasta que los egipcios hayan aprendido a usar las armas rusas con que ellos se han proporcionado y los egipcios entonces ataquen, no se tratará sólo de materia de prudencia sino de una medida de honor, para asegurar que ellos no sean los perdedores esperando"[550]. Esto fue seguido en mayo por un ataque israelita sobre las tropas egipcias en el área de Gaza en que aproximadamente 150 hombres, mujeres y niños fueron asesinados o heridos. No obstante, el grito sobre el "hombre malvado" y la "agresión egipcia" creció más ruidosamente que nunca en Occidente.

El estado de servidumbre en que Inglaterra había caído en este período se mostró por dos eventos simbólicos. En junio de 1956 la "Comunidad anglo-judía" sostuvo un banquete en el Ayuntamiento para conmemorar "el aniversario de los trescientos años del repoblamiento de los judíos en las Islas británicas"; El joven consorte de la Reina, el Duque de Edimburgo, fue exigido de aparecer con un kippah (gorro) judío. En septiembre la "Cromwell Association" sostuvo un servicio ante la estatua del regicida y carnicero de Drogheda para celebrar esta misma ficción (que él había "restaurado" a los judíos en Inglaterra trescientos años antes). En su discurso, el presidente de este cuerpo, el Sr. Isaac Foot, recomendó que el joven Príncipe Charles, cuando él alcanzara el trono, tome el nombre de "Oliver II", porque "Nosotros no queremos a Charles III". (*)

Después que el Presidente Nasser tomó el Canal de Suez, los gritos de guerra de occidente subieron hasta una nota más alta. La "nacionalización" en sí misma no era sorprendente ni asustaba lo suficiente, en 1956, para ser la causa. Norteamérica había aceptado la toma de yacimientos petrolífero a manos de extranjeros, México estaba de acuerdo (tal como el Presidente Nasser estaba de acuerdo) en pagar el precio actual de la propiedad; domésticamente, Norteamérica, a través de la Tennessee Valley Authority, ya estaba pisando este gastado camino al empobrecimiento; en Inglaterra, el Gobierno Socialista había nacionalizado las vías férreas y las minas de carbón. Una base legal o moral válida para una denuncia violenta no era fácil de encontrar, aunque las sombras de diferencia, reconocidamente existían entre el acto del Presidente Nasser y los muchos precedentes y su acción fue obviamente una de protesta contra la provocación, no de una política racional.

En cualquier caso, la única respuesta eficaz, si su acto fuera intolerable, era inmediatamente reocupar el Canal, y eso no fue hecho. En cambio, todos los oráculos, como si lo estuvieran leyendo de un guión largamente preparado, le empezaron a llamar "Hitler". El Premier Ben-Gurion comenzó con "dictador" que pronto se volvió el "dictador fascista" y el Primer Ministro francés (M. Guy Mollet en ese momento) cambió esto a "Hitler". Después de esto, la campaña siguió las líneas de aquella contra Stalin en 1952-1953. El dictador - Dictador Fascista - Hitler: la inferencia era llana; el Presidente Nasser sería retratado y castigado si él fuera castigado, como un enemigo de los judíos.

Cuando el Señor Anthony Eden apareció nuevamente en la Cámara de los Comunes (el 9 de agosto de 1956) para agarrarse con ese monstruo de sus sueños, "la Cuestión del Medio Oriente",

* La misma sombra fue con un intento deliberado lanzada a través de la coronación de la Reina Elizabeth en 1953. Como la parte de la fiesta, la reina coronada recientemente
examinó en Spithead una gran asamblea de navíos de guerra de cada país que podría enviar una nave. Entre los muchos navíos, por las cuales pasó la nave de la Reina, había uno, cuya tripulación no ovacionó a la Reina (un error, afirmó más tarde la explicación). Esta nave soviética fue el Sverdlov, nombrado así por Yankel Sverdlov, el asesino de la familia Romanoff, en cuyo honor el pueblo dónde ellos fueron asesinados, Ekaterinburg, se renombró Sverdlovsk.
[551]

el líder Socialista, el Sr. Hugh Gaitskell, dijo,"todo es terriblemente familiar. . . Es exactamente igual que cuando nos encontramos con Mussolini e Hitler antes de la guerra". Otro portavoz Socialista, el Sr. Paget Q.C., (los eventos han alterado a K.C) le puso un cebo así: "Esta técnica de fin de semana es justamente lo que nosotros recibimos de Hitler. ¿Está Usted consciente de las consecuencias de no contestar la fuerza con la fuerza hasta que sea demasiado tarde? "

Los Socialistas estaban instigando deliberadamente a Sir Anthony a usar la fuerza (ellos le gritaron "Asesino" a él cuando la usó) por estas burlonas alusiones a su pasado político. Él era el hombre que renunció en 1938 en protesta contra el aplacamiento de Hitler, y su renuncia se vindicó inmediatamente por la invasión de Hitler a Austria. Ésa era la "fuerza", largamente prevista, y el Sr. Eden de 1938 tenía razón. En 1956 el caso era diferente, y ninguna comparación era posible. Egipto no era un gran poder militar sino uno muy débil. Egipto no había sido aplacado después del retiro británico, sino objeto de una provocación por la humillación pública. Egipto no era un agresor probado; había sido la víctima de ataques e Israel había declarado que haría la guerra contra Egipto.

Por consiguiente, la comparación con "Hitler" era absurda, a menos que se pensara solamente denotar que los Sionistas sostenían a Egipto como un enemigo. No obstante, Sir Anthony Eden se rindió a esta ficción (quizás la memoria de 1938 tenía un sostenimiento demasiado fuerte en él) porque él aludió al Presidente Nasser como "un saqueador fascista cuyo apetito crece alimentándose" que era simplemente el mismo idioma que él y el Sr. Churchill había usado debidamente sobre Hitler dieciocho años antes. Debo agregar que no encuentro estas palabras exactas en el texto de su discurso, pero esta es la forma en que ellos llegaban a "la chusma" a través del New York Times y eso es lo que cuenta, tal como los Premier deben saber. Por el resto, Sir Anthony basó su ataque al Presidente Nasser en el argumento que el Canal de Suez, "es vital para otros países en todas partes del mundo. . . una materia de vida o muerte para todos nosotros. . . el canal debe funcionar eficientemente y debe mantenerse abierto, como siempre ha estado en el pasado, como un libre y seguro canal internacional para las naves de todas las naciones. . . "

Pero el Presidente Nasser no había cerrado el canal, sólo lo nacionalizó. Estaba "abierto" a las naves de todas las naciones, con una excepción. En esas cinco palabras yacía el secreto. El único país que se le negó libre pasaje era Israel con el cual Egipto todavía estaba técnicamente en guerra; Egipto había estado deteniendo las naves con destino a Israel y examinándolas en la búsqueda de armas. Éste era el único caso de interferencia; por lo tanto, Sir Anthony representaba sólo ese caso; no alguno británico. Sin embargo, él concluyó: "Mis amigos, nosotros no pensamos en buscar una solución por la fuerza".

En las semanas siguientes, mientras "una solución" se buscaba en varias conferencias en Londres y Washington, la prensa informó a las masas que "los egipcios" no serían capaces de manejar el canal, dónde el tráfico pronto se estropearía. De hecho, ellos demostraron que eran capaces de operarlo y el trafico de navíos continuó sin estorbos, con una excepción. Por la clara implicación, por consiguiente, el caso de Israel era el único sobre el cual el Gobierno de Sir Anthony podría hacer descansar su enfadada protesta en aumento [552]. Esto quedó pronto claro. El 22 de agosto, 1956 la Sra. Rose Halprin, presidente de la Agencia judía para Palestina, declaró en el New York Times que "el único caso legal que los poderes Occidentales tienen contra Egipto, por lo que se refiere a la contravención de la Convención de 1888 es el rechazo de Egipto a los barcos de Israel y las restricciones en naves en viaje hacia Israel."

La declaración de la Sra. Halprin sobre la posición legal es correcta. Si toda la disputa descansara en un punto de la ley, entonces el único caso que podría invocarse era ese de Israel; y ese abriría todo el cuestionamiento de la legalidad de la creación del propio Israel y del estado indeterminado de la guerra entre Israel y Egipto. Por consiguiente cualquier gobierno que se uniera al alboroto contra el Presidente Nasser, estaba actuando de hecho a favor de Israel y solamente de Israel, y estaba prejuzgando todos los asuntos legales en el favor de Israel.

Por octubre Sir Anthony Eden había ido más lejos presumiendo la agresión egipcia. No tengo el texto de este discurso pero la versión distribuida por Associated Press, y de allí reproducida en miles de periódicos alrededor del mundo, dice, "El Primer Ministro Eden predijo esta noche que el Presidente Nasser podría atacar a Israel en la próxima, si él escapaba con la toma del Canal de Suez. Sir Anthony indicó que Bretaña iría al rescate de Israel con las armas si fuese necesario" (Sept. 13, 1956).

Así el Primer Ministro británico se deslizaba en un camino resbaladizo. Dentro del espacio de seis semanas el tema de la "línea vital de vida" y "materia de vida o muerte" había sido subordinado y el mundo enfrentaba la amenaza de guerra basada en algo que el presidente egipcio podría hacer si algo más pasara. Desde este punto "la chusma" fue alimentada con noticias de un inminente ataque egipcio a Israel (el tema "interferencia con la navegación internacional" fue dejado caer, ya que no podía mantenerse) y en un momento esto asumió una nota tan definida que muchos lectores casuales, yo imagino, deben haber pensado que Egipto ya había atacado a Israel. Doy uno de muchos ejemplos (el Weekly Review de Londres, septiembre de 1956, unas semanas antes del ataque israelita contra Egipto):"Nosotros podemos estar absolutamente seguros que los Árabes, animados por Rusia, atacarán Israel. Esto está ahora más allá de toda duda y debe formar la base de nuestros cálculos"

Para escribir este libro yo he sido impelido principalmente por la esperanza de dar al lector de más tarde, en lo que yo espero será un tiempo más racional, alguna idea de la condición asombrosa de las impresiones públicas durante los años 1950. Será ciertamente incapaz de comprender las cosas que pasaron a menos que él esté consciente de este régimen de des-información sostenida y de las longitudes ilimitadas a las que fue llevado. La última declaración citada vino detrás de años de repetidos ataques israelitas sobre varios vecinos árabe y de repetidas condenas de las Naciones Unidas de estos actos.

De la manera que yo he resumido lo que pasaba se preparó, durante los primeros nueve meses del año de la elección-presidencial, para los eventos culminantes de octubre. Las armas continuaron pasando a Israel desde Occidente. Después del toma del Canal de Suez [553] Sir Anthony Eden anunció que "todas los embarques de armas a Egipto han sido detenidos"; en el mismo mes (julio) se entregaron dos destructores británicos a Israel. A lo largo de la primavera y los meses de verano, Francia, bajo la "presión" norteamericana, entregó aviones cazas y otras armas a Israel. En septiembre Canadá, en la misma incitación, estuvo de acuerdo en enviar aviones cazas a Israel, el Gobierno de Ottawa anunció que había "consultado con los Estados Unidos antes de tomar la decisión" (New York Times, 22 de septiembre de 1956).

Todo este tiempo la campaña de la elección presidencial continuó. Los Demócratas,ávidos por recobrar la Casa Blanca, excedieron todas las actuaciones pasadas en sus ofertas por "el voto Judío" (el Alcalde de Nueva York exigió que Israel debía recibir las armas "como un regalo"); los titulares Republicanos fueron ligeramente más reservados. Sin embargo, cuando se llevaron a cabo las convenciones rivales de nominación (la Republicana en San Francisco, la Demócrata en Chicago, ambas en agosto) había poco para escoger entre las sumisiones que cada Partido hizo (por lo que el Jerusalem Post podría haber repetido, y quizás repitió su dictum de 1952,
que para el votante judío había "poco para escoger" entre los dos aspirantes presidenciales).

El único pasaje de alguna significancia vital en los "programas de la política extranjera" adoptados por los dos Partidos se relacionaban, en cada caso, a Israel; las otras declaraciones de política extranjeras eran de perogrullo. Los compromisos a Israel eran en ambos casos específicos.

El programa del Partido Republicano en el cual el Presidente Eisenhower fue elegido candidato unánimemente, dijo: "Nosotros consideramos la preservación de Israel como un principio importante de la política extranjera norteamericana. Estamos determinados que la integridad de un estado judío independiente se mantendrá. Apoyaremos la independencia de Israel contra una agresión armada".

El programa del Partido Demócrata dijo: "El Partido Demócrata actuará para reajustar el peligroso desequilibrio de armas en el área creada por el embarque de armas comunistas a Egipto, vendiendo o proporcionando, armas defensivas a Israel, y tomará medidas de ese tipo, incluso garantías de seguridad, las que podrían requerirse para detener la agresión y la guerra en el área". (La frase, "el peligroso desequilibrio de armas", reflejó la ficción propagandista que Israel estaba"indefenso" y los países árabes eran fuertes; la verdad, un poco antes establecida por el Sr. Hanson Baldwin, era que Israel era más fuerte en armas que los siete países árabes juntos).

Estas dos declaraciones de la política mostraron el cuadro de un mundo en la esclavitud Sionista, y complementó las declaraciones que fueron entregadas entonces por el Gobierno británico. Ellas no tenían ninguna relación con algún interés nativo norteamericano pero reflejaban absolutamente el control Sionista de la maquina-electoral, o la creencia inquebrantable de los gerentes de los Partidos en ese control. (En esta ocasión los eventos parecen justificar esa creencia; el Partido Demócrata, el mayor oferente, capturó el Congreso, aunque el nominado"Republicano" fue reelecto Presidente).

El único otro evento de importancia en las dos convenciones, fue uno que puede [554] parecer tener poco que ver con el tema de este libro, pero en la continuación posterior podría probar ser de importancia directa; la re-nominación del Sr. Richard Nixon, como el compañero de fórmula del Presidente Eisenhower (y en el efecto como Vicepresidente). El estado de salud del Sr. Eisenhower hizo la Vicepresidencia más importante que lo usual, y la posibilidad que el Sr. Nixon pudiera tener éxito a la Presidencia entre 1956 y 1960, fue considerado evidentemente como un peligro mayor por los poderes que gobiernan Norteamérica hoy, de tal manera que se hizo un esfuerzo supremo para prevenir su nominación. Eso no era notable, en este siglo; lo que fue notable es que el esfuerzo falló. En algún momento, obviamente surgen hombres quiénes romperán la esclavitud que se cierne sobre la vida política de británicos y norteamericanos, y este fracaso era un augurio de esa liberación venidera, por lo cual la persona del Sr. Richard Nixon gana una importancia simbólica en nuestros días, aunque él, si llegase a ser Presidente, podría encontrarse el mismo ser incapaz de romper las ataduras.

La razón para esta poderosa enemistad con el Sr. Nixon es que él no es un "internacionalista". Muy lejos de ello, él jugó un firme rol en el desenmascaramiento y convicción del Sr. Alger Hiss, el agente soviético en la administración del Sr. Roosevelt. Ésta es la verdadera razón por la cual ha tenido desde entonces, uniformemente una mala "prensa", no sólo en Norteamérica sino también en otras partes del mundo Occidental. Teniendo esa marca negra sobre él, se sostiene que es un hombre que, en la oficina principal, plausiblemente podría rebelarse contra los constreñimientos a que los Presidentes norteamericanos y Primer Ministros británicos, casi sin excepción, han sido sometidos en los últimos cincuenta años y en los cuales, el Vice - Presidente incurre automáticamente. (*)

De allí una campaña de gran fuerza e ingeniosidad fue comenzada para prevenir su nominación. Un miembro de la propia casa política del Presidente (y Partido nominal) fue dejado libre del deber durante algunas semanas para dirigir una ofensiva nacional "Paren a Nixon", con salas de comité, carteles y reuniones. Esto no tuvo efecto en el público en general, con quienes el Sr. Nixon parece ser popular. Entonces, para su derrota particular, se introdujeron nuevas tácticas en la convención del Partido rival, el Partido Demócrata. En lugar que el candidato elegido, (el Sr. Adlai Stevenson) escogiera a su propio "compañero de fórmula" vice-presidencial como en ocasiones anteriores, la selección de un "compañero de fórmula" se lanzó abierta a los votos y de varios competidores. El Senador Estes Kefauver (un sionista excepcionalmente rabioso) recibió la nominación como candidato vice-presidencial.

El objetivo de la maniobra era obligar a la convención del Partido Republicano a seguir este "procedimiento democrático" y también someter la opción del candidato vice-presidencial a los votos. Se hizo esto y el Sr. Nixon, como el Sr. Eisenhower, recibieron un voto unánime. Este evento, y su conducta durante las enfermedades del Presidente Eisenhower, hicieron que las perspectivas del Sr. Nixon en su propio derecho un día, mucho mejores de lo que ellas habían sido juzgadas alguna vez antes. Su historia hasta ahora le hace una figura esperanzadora (como Sr. Eden parecía serlo en 1938), y

* El inevitable reproche que acompaña de "anti-semitismo", también fue lanzado en su contra durante la campaña electoral. Un Rabino que le conocía muy bien, salió adelante a defenderlo en contra de esto.
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en la oficina principal él podría plausiblemente producir un efecto sanador en la política norteamericana y en las relaciones extranjeras.

Después de las nominaciones Norteamérica se sentaba atrás con alivio, ya que la re-elección del Sr. Eisenhower se sostenía como efectivamente segura y a él se le había dado un aumento conmovedor en la prensa como "el hombre que nos mantuvo fuera de guerra". La frase era recordativa de frases similares usadas por el Sr. Woodrow Wilson en 1916 y Sr. Roosevelt en 1940, pero en 1956, una tregua de tres años era sostenido por ser un don y él recibió el crédito por este período de"paz", tal como fue.

Fui testigo de esta elección, como de una en 1952, y comprendí que de hecho la guerra, localizada o general, estaba muy cercana. Sentí eso como una tregua, por lo menos, se ganaría si el día de la elección (6 de Noviembre) pasaba sin la erupción en el Medio Oriente que durante meses obviamente habían estado preparando (una vez pasada la elección, el poder Sionista para ejercer la presión disminuye, por un rato). Me recuerdo diciéndole a un amigo norteamericano el 20 de octubre que si los próximos diecisiete días pudieran pasar sin la guerra, el mundo podría ahorrársela durante otro tres o cuatro años. (*)

El 29 de octubre, ocho días antes de la elección, vino la guerra, por la obvia predeterminación del momento, sostenida más conveniente para causar consternación en Washington y Londres. Desde ese momento, los eventos son barridos a lo largo en una marea de fuerzas elementales que se han liberado y sólo mucho más tarde la humanidad será capaz de ver lo que se destruyó y lo que sobrevivió. Para Bretaña y la familia de naciones al otro lado del mar nacidas de ella, esto era casi la ruina, el fin previsible del envolvimiento en el Sionismo.

El 29 de octubre de 1956, el Gobierno israelita anunció que había comenzado una invasión a escala total en Egipto y que sus tropas habían avanzado 120 kilómetros en la “Península del Sinai egipcio”. (**)

Las noticias, viniendo detrás de la larga serie de ataques previos sobre los Árabes y su repetida "condena" por los Naciones Unidas, envió un golpe de repugnancia alrededor del mundo. En ese mismo momento, los húngaros estaban luchando y estaban ganando la guerra de su pueblo contra la revolución comunista. Las dos fuerzas destructivas liberadas desde Rusia en octubre de 1917, fueron ambas condenadas por actos igualmente brutales. Ellos estaban destruyéndose a sí mismos; no había ninguna necesidad de destruirlos. En este instante grandes fuerzas-en-contra de reprobación universal, habían sido liberadas lo que podría haber sido demasiado fuerte para ellos. Ni siquiera la "presión Sionista" en Nueva York podría hacer este hecho aparecer como una "agresión egipcia"

* Yo tenía en mente lo que se conoce en los políticos norteamericanos como "la ley de Farley". Nombrada a sí por un excepcionalmente astuto gerente-de-partido, el Sr. James A. Farley, que fue sostenido por haber ideado el primer triunfo electoral del Sr. Roosevelt, la esencia de esta "ley" es que los votantes norteamericano han decidido a mitades de octubre por quien ellos votarán y sólo la muerte de su candidato, una guerra o algún gran escándalo entre ese momento y el 6 de noviembre, podría cambiar sus mentes. La mañana después del ataque israelita en Egipto, el Sr. John O'Donnell escribió, "Los voceros en el molesto Departamento de Estado, Pentágono" (la Oficina de Guerra) "y las oficinas principales de ambos Partidos están de acuerdo que los israelitas lanzaron su ataque sobre Egipto porque estaban convencidos que los Estados Unidos no tomarían ninguna acción en una guerra israelita tan cerca de las elecciones Presidenciales. . . Las palabras pasaron las oficinas políticas principales que Sionistas norteamericanos habían informado a Tel Aviv, que Israelprobablemente viajaría mejor bajo una administración Demócrata de Stevenson y Kefauver que bajo un régimen Republicano de Eisenhower y Nixon" (New York Daily News).

** En el mismo momento de la invasión de Egipto, otra matanza de Árabes se llevó a cabo dentro de Israel y en un punto alejado de la frontera egipcia, a saber, la frontera con Jordania, al otro lado de Israel. 48 Árabes, hombres, mujeres y niños, del pueblo de Kafr Kassem, fueron asesinados a sangre fría. Este nuevo Deir Yasin sólo podía ser tomado por elÁrabes, dentro o fuera de Israel, como una advertencia simbólica, que el destino de "destrucción absoluta. . .hombres, mujeres y niños. . . no salve nada que respire" colgaba encima de todos ellos, ya que estas personas eran de una pequeña población árabe que se quedó en Israel después de Deir Yasin y de la creación del nuevo estado. El hecho fue admitido oficialmente, después de que se había vuelto extensamente conocido y había sido el asunto de una protesta árabe dirigida a las Naciones Unidas, (donde parecen haber sido ignoradas hasta la fecha de agregar esta nota al pie de página), por el Primer Ministro israelita, el Sr. Ben-Gurion, seis semanas después (el 12 de diciembre), diciendo al Parlamento israelita entonces, que los asesinos "enfrentarán un juicio", pero como los Árabes recordaban que los asesinos de Deir Yasin, después de "enfrentar un juicio" y ser declarados culpables, fueron liberados de inmediato y públicamente festejados, esto era de poca certeza para ellos. Hasta la fecha de esta nota (20 de diciembre) no he visto alguna alusión, entre las millones de palabras que han estado impresas, al destino de los 215,000 Árabes refugiados (Informe de las Naciones Unidas, abril de 1956) quienes estaban agrupados en la Franja de Gaza cuando los israelitas atacaron la Franja y a Egipto. El Gobierno israelita ha anunciado que no entregará este territorio: antes, había anunciado que bajo ninguna condición permitiría el retorno de los refugiados árabes a Israel. Por consiguiente, la porción de este cuarto millón de personas que en cualquier otro momento más temprano, habría recibido la compasión indignada del mundo, ha sido completamente ignorada. Probablemente hay una referencia a ellos en laúnica declaración que yo he visto sobre el asunto, la carta de once estados árabes a las Naciones Unidas de 14 de diciembre, declarando que "Cientos de hombres, mujeres y niños han sido asesinados cruelmente a sangre fría", pero allí parece haber sólo una pequeña perspectiva de investigación imparcial o corroboración, y la carta árabe, en sí misma dice,"La historia entera nunca se contará y la magnitud de la tragedia nunca se conocerá". Sin embargo, en el caso particular de Kafr Kassem, los hechos están en registros auténticos. [556]

o inducir a las multitudes públicas para aceptarlo. Éste era un regalo del cielo, soltando a "El Occidenbte" de ambos de sus dilemas. Sólo necesitaba ponerse a un lado y, por una vez, permitir que "la opinión mundial" hiciera el trabajo; ya que en esta ocasión había opinión mundial, producida por hechos que no podrían esconderse, enmascararse o falsearse por "la prensa."

Dentro de veinticuatro horas, la dorada oportunidad se lanzó lejos. Los Gobiernos británico y francés anunciaron que ellos invadirían la zona del Canal de Suez "a menos que las tropas israelitas y egipcias llegaran a un acuerdo para detener la lucha y retirarse diez millas del canal dentro de doce horas". Como esto habría dejado a las tropas israelitas casi cien millas dentro del territorio egipcio, la demanda no fue hecha para que fuese aceptada por Egipto obviamente. De allí las fuerzas aéreas británicas y francesas empezaron un bombardeo intensivo de los campos de aviación egipcios y otros blancos. Destruyendo el arma aérea de Egipto, daba una victoria in disputable al invasor.

El lector futuro difícilmente podrá imaginar los sentimientos de un inglés de mi tipo que escuchó las noticias en Norteamérica. Vergüenza es una palabra demasiado pequeña, pero como es la única palabra es yo uso para expresar algo así, me sentía más profundamente que eso incluso en el momento en Munich, cuando renuncié de The Times como única protesta (una tonta, estimo ahora) que yo podría hacer. Siempre recordaré la poca imparcialidad de los norteamericanos en este momento. Incrédulo, asustado y desconcertado, nadie que encontré dio paso a la alegría de una derrota británica lo cual es instintivo, aunque irracional, en muchos norteamericanos. Algunos de ellos comprendieron que la política norteamericana, torciéndose y doblándose bajo "la presión", había causado principalmente este desenlace calamitoso y compartían mi sentido de vergüenza. Éstos eran los pocos que entendían que la vergüenza era aquella de todo "el Occidente", en su servilismo, no particularmente de Inglaterra o Norteamérica.

Sin embargo, el reproche, como diferente de la vergüenza, en ese momento era hacia Bretaña. Las consecuencias de este acto tienen tal alcance en el futuro que no pueden estimarse ahora, pero una cosa siempre estará clara: que la gloriosa oportunidad [557] ofrecida por los eventos simultáneos en el Sinai y en Hungría se desecharon, al parecer a través de una serie de cálculos erróneos inauditos, debo pensar, en la historia.

Deseo mostrar aquí que meramente como un juego político (ciertamente no puede ser considerado como un acto de habilidad política) esto era como el acto de un hombre que podría apostar toda su fortuna a un caballo que había sido retirado de la carrera. Por ningún cambio imaginable de los eventos podría haber beneficiado a Inglaterra o a Francia).

De las tres partes involucradas, Israel no tenía nada que perder y mucho para ganar: el instante de reprobación mundial se desvió de Israel cuando Inglaterra y Francia golpearon al coger la capa del agresor y ganar su guerra; Israel fue dejado profundo en el territorio egipcio, ovacionando su "conquista". Francia no tenía nada más para perder, desgraciadamente, que la dama en la canción de los soldados el cual "perdió su nombre nuevamente": Francia fue dejada por su revolución como la tierra del fiasco recurrente, incluso incapaz de surgir del desaliento espiritual dónde la puso. Durante 160 años probó cada forma de gobierno concebible por el hombre y no encontró el vigor y la nueva confianza en ninguno. Su Primer Ministro cambió tan a menudo que las masas públicas raramente supieron sus nombres; figuras oscuras, parecían indistinguibles incluso en la apariencia, y el político francés adquirió una tradición de venalidad; el cómico norteamericano decía que él fue a Londres para ver el cambio de Guardia y a París para ver el cambio de Gabinete. Un país modelado incapaz, por una serie de gobiernos corruptos, de resistencia al invasor alemán de su propia tierra en 1940, y en 1956 invadió tierra egipcia al servicio de Israel. Pero éste era sólo un episodio en la triste historia de Francia desde 1789 y no podría afectar mucho su futuro.

Inglaterra no fue un caso diferente, un ejemplo, un gran nombre y una tradición de trato honorable no menos en tiempos duros que en los buenos. Inglaterra tenía una alma para perder, en tal compañía, y ningún mundo para ganar. Inglaterra había mostrado la sabiduría aplicando las lecciones de la historia. No había intentado petrificar un imperio y mantener fuera las mareas del cambio con las bayonetas. Había aceptado la inevitabilidad de cambio y con éxito había navegado esas mareas, transformando su Imperio de Colonias consecutivamente, primero en una Comunidad de Naciones independientes y Colonias al otro lado del Océano, y luego, como cada vez más y más colonias lograban su autonomía, en una gran familia de pueblos, mantenida unidas sin alguna compulsión, sólo por ataduras intangibles que, como la Coronación de la joven Reina Elizabeth mostrada en 1953, era, sino algo más fuerte de lo que fue antes, no más débil. Evitando cualquier organización rígida basada en la fuerza, y la puerta abierta a nuevas formas de relación entre estos pueblos asociados, hizo la familia de naciones salida de"Inglaterra" y "el Imperio británico" un experimento único en la historia humana, en 1956, y una de promesas ilimitadas si el mismo curso fuera continuado. (*) El excelente resultado de esta aparente debilidad de este proceso elástico era la fuerza que se producía bajo la tensión; se flexionaba, sin colapsar, a tensiones que habrían roto una organización rígida basada en reglas dogmáticas,

* Este método es el contrario exacto de cómo se gobernaría el mundo bajo los esquemas del "gobierno-mundial" propuesto desde Nueva York por Sr. Bernard Baruch y su escuela de "internacionalistas". Su concepto puede llamarse de hecho "Super Colonialismo" y yace completamente en la organización rígida, en la fuerza y las penas. Hablando a la dedicación de un monumento conmemorativo al Presidente Woodrow Wilson en la Catedral de Washington en diciembre de 1956, el Sr. Baruch levantó nuevamente su demanda, en lo siguiente, sorprendentemente en términos contradictorios: "Después de que dos guerras mundiales. . . todavía buscamos lo que Wilson buscó. 'un reino de ley basado en el consentimiento de los gobernados. . . ese reino de ley sólo puede existir cuando existe la fuerza para mantenerlo. . . es por lo que debemos continuar insistiendo que cualquier acuerdo en el control de la energía atómica y el desarme se acompañe por provisiones blindadas para la inspección, control y castigo de los transgresores". [558]

y se puso tensa nuevamente cuando la tensión era pasado.

Así Inglaterra tenía todo el logro de la historia británica puesta en peligro o de perderla, en 1956 por cualquier acto en el cual, de hecho o incluso en apariencias, invirtiera la política, o los métodos que le había hecho ganar una reputación tan grande y había producido, en el balance, buenos resultados materiales. En esa luz tenía que ser considerada la acción del Gobierno británico del 30 de octubre de 1956.

¿Si el Canal de Suez era vital para esto, por qué se había retirado? ¿Si un Egipto amistoso era vital después del retiro, por qué la afrenta calculada en julio? ¿Si las naves británicas estaban usando el Canal libremente, por qué la pretensión que no estaba "abierto" y que se ponía en peligro "la libertad y la seguridad de los embarques internacionales? ¿Si cualquier interés británico vital estuviera en la estaca, por qué esperó hasta el ataque de Israel a Egipto y sólo entonces atacó a Egipto?

La pregunta puede voltearse y puede escrutarse de todos los puntos de vista, y siempre surgirá la misma respuesta. Esto no puede haberse hecho por la causa de Bretaña o Francia; el momento escogido es incriminante. No se habría hecho en absoluto, si Israel no hubiese existido; por lo tanto, la humillación que Inglaterra (y Francia, si el lector quiere) sufrió estaba en esa causa. El envolvimiento comenzado por el Sr. Balfour cincuenta años antes, produjo su lógica consecuencia, y por este acto su continuación fue asegurada cuando liberarse de él estaba por lo menos a mano.

Si cualquier cálculo racional de interés nacional incitó esta irreflexiva correría de Jameson, ellos aparecerán un día en la memoria de los hombres involucrados; personalmente, dudo si esto podrá incluso alguna vez justificarse. En este momento, sólo puede examinarse a la luz del desarrollo de cuatro semanas que ya han visto el gran fiasco. La empresa fue evidentemente preparada en un largo tiempo entre dos de las partes por lo menos, Israel y Francia, las evidencias de eso pronto aparecieron(*)


* Corresponsales del The Times, Reuters y otros periódicos y agencias informaron como consecuencia, que ellos habían visto aviones franceses y oficiales de la Fuerza aérea francesa en uniforme, en los campos israelitas durante la invasión, y en la "fiesta de la victoria" dada en Tel Aviv por la fuerza aérea israelita, cuando el comandante israelita, General Moshe Dayan, estaba presente. Estos informes estaban de acuerdo en un punto importante: que la Fuerza aérea francesa estaba presente para "cubrir" o proveer de "un paraguas aéreo" a Tel Aviv si era atacada por la aviación egipcia. Reuters informó que esos mismos oficiales franceses admitieron ataques a tanques egipcios durante la lucha en el Sinai. Por consiguiente, hasta donde los franceses estaban interesados, la pretensión de un ataque en el Canal de Suez para "separar" fue demostrada por ser falsa. Los oficiales y aviones franceses habían sido vistos detrás de las líneas israelitas en Israel y en el Sinai durante la lucha. El corresponsal del Times informó "una tarea por parte de Francia por haberla hecho mejor, si la guerra estallaba entre Israel y Egipto, prevenir cualquier acción contra Israel según las condiciones de la declaración tripartita de 1950 y ver que Israel tenían las armas apropiadas con las cuales luchar". La declaración de 1950 obligaba a Francia imparcialmente "oponerse al uso de la fuerza o a la amenaza de fuerza en esa área. Los tres gobiernos, si ellos encontraran que cualquiera de estos estados se estaba preparando para violar las fronteras o la línea de armisticio, podría. . . inmediatamente tomar acciones. . para
prevenir tales violaciones." [559]

En Inglaterra el Gobierno (hasta el momento de concluir este libro) se ha negado a la demanda para investigar en la acusación de colusión, la cual no puede establecerse en el caso británico (como diferente del francés). Allí aparece una posibilidad que la acción británica fue una súbita, asumida en el momento juzgado por ser favorable. En ese caso, fue un cálculo erróneo titánico, ya que cuando el"ultimátum" británico y francés fue lanzado, los Estados Unidos ya habían llamado una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y presentaron una resolución censurando el ataque israelita y exigiendo que los israelitas se retiraran del territorio egipcio (29 de octubre).

Así el único efecto del ataque británico y francés fue desviar la reprobación mundial de Israel a ellos y el 7 de noviembre (después de una segunda resolución a Israel a retirarse) una mayoría aplastante de la Asamblea General había transferido el peso de su censura debidamente a "Bretaña y Francia", Israel entonces aparece en el tercer lugar entre las partes a las cuales se les decía que debían retirarse. (*)

Por ese tiempo el fiasco militar estaba tan claro como el político; Las orejas inglesas habían tenido que escuchar durante casi cinco días a los informes de bombardeos británicos de egipcios, el Canal de Suez fue bloqueado por las naves hundidas, el Presidente Nasser era más popular en el mundo árabe de lo que había sido alguna vez, y el Gobierno británico estaba retirándose gradualmente del "ningún retiro" a través del "retiro condicional" al "retiro incondicional".

El Presidente Eisenhower y su administración, hizo la mayoría de estos eventos. Lo que estaba viniendo era evidentemente conocido en Washington, (como el ataque en el Pearl Harbour era previamente conocido). Se había dicho a los residentes norteamericanos que dejaran la zona de peligro algunos días antes del ataque, y en los dos días que lo preceden, el Presidente Eisenhower dos veces amonestó al Sr. Ben-Gurion, una vez en "urgentes" y luego en "graves" términos; la única respuesta que él recibió fue un mensaje de radio, entregado a él durante un viaje en aeroplano desde Florida a Virginia, diciéndole que el Sr. Ben-Gurion había lanzado el ataque.

Sin embargo, el gobierno británico no informó oficialmente al Presidente (o incluso a los Gobiernos del Dominio) de su intención, y el Sr. Eisenhower pudo presentar una cara de paciente sufriente a su pueblo cuando apareció en la pantalla de la televisión con las palabras, "Nosotros creemos que esto" (el ataque) fue tomado equivocadamente porque no aceptamos el uso de la fuerza como un instrumento inteligente o apropiado para el arreglar las disputas internacionales". Ésta fue una declaración irreprochable,

* De ese momento, siguiendo el juego del ejemplo preparado por el Presidente norteamericano, el peso de la censura fue mediante fase cambiada de "Israel" a "Israel, Bretaña y Francia", luego a "Bretaña y Francia", y en la última fase a "Bretaña" (revocando así la transformación más temprana efectuada entonces en el caso de la persecución de personas por parte de Hitler que empezó como "la persecución de antagonistas políticos" se volvió a "la persecución de antagonistas políticos y judíos", luego a "judíos y antagonistas políticos" y, al final, "de judíos"). Un comentario público característico de este período fue hecho por la Señora Eleanor Roosevelt, que generalmente fue aceptada en Norteamérica como la voz de su marido el fallecido Presidente. Ella dijo en una conferencia de prensa, tres días antes de la elección presidencial (ella estaba haciendo campaña para el candidato Demócrata), "yo no considero que Israel sea un agresor; actuó en la auto defensa. . . Creo que Bretaña y Francia fueron técnicamente culpables de agresión". (New York Times, 4 de noviembre de 1956). [560]

contra un trasfondo de culpabilidad (el suministro incitado por los norteamericanos de armas francesas, británicas y canadienses a Israel, todas a través del verano). Si el Gobierno británico contaba con la "presión sionista" en Washington, se engañó en ese momento. Siempre existe un margen de error en estas cosas y Sr. Eisenhower se aseguró la elección; en cualquier caso, la oportunidad de desviar su ira a Bretaña lo salvó de la necesidad de usar más de él en Israel (qué, por esa materia, tenía lo que quiso). Una palabraáspera a Inglaterra, es más, ha sido una cosa popular en Norteamérica desde la Fiesta del Té en Boston; ¿Es concebible que un gobierno británico no comprendiera eso?

La acción británica parece ser responsable sólo en el contexto de todo el engaño Sionista. Si la cosa fuera hecha totalmente, la única esperanza yacía en una veloz y masivamente eficiente operación, la cual podría haber ganado la posesión de un canal intacto y haber confrontado al mundo con algún logro. La tarea británica fue lenta desde el inicio y muy pronto mostró todas las señales de un segundo pensamiento. Después del fiasco, The Times (16 de noviembre) informó desde la base británica en Chipre, la decisión del "Gobierno británico para intervenir en Egipto fue tomada sin el consejo de casi todos sus mayores representantes diplomáticos en el área. Fue continuada contra las advertencias de la mayoría de ellos sobre sus efectos probables en el futuro de las relaciones británicas con las naciones árabes. . . Cuando los detalles sobre el ultimátum británico a El Cairo y la decisión de intervenir militarmente contra Egipto se supo por primera en las Embajadas y Legaciones británicas en los países árabes las reacciones en casi todos iban desde el franco escepticismo hasta hablar potencialmente de ser un desastre. . . Muchos estaban incrédulos o espantados cuando la forma de esta directa acción pareció asociar la política británica con aquella de Israel y Francia" (este pasaje revocó vivamente en mí el sentimiento que encontré en las Embajadas "británicas y Legaciones" a lo largo de Europa en el momento de Munich).

Tanto para la decisión política; y luego, la ejecución militar de esta. The Times (17 de noviembre) informó que entre los comandantes militares en Chipre "había un sentimiento casi unánime que si había que hacerlo, debía hacerse rápidamente. El fracaso para permitirles completar el trabajo ha producido un sentimiento de frustración y confusión entre muchos oficiales mayores aquí, así como entre muchos de sus subordinados". El eminente escritor de temas militares norteamericano, el Sr. Hanson Baldwin, discutiendo más tarde "Una Invasión Confusa" la cual "probablemente se transformará en un caso de estudio famoso en el mundo de las universidades del personal de ejército del mundo", dijo que bajo la confusa dirección de Londres "los múltiples objetivos políticos, psicológicos y militares se volvieron indisolublemente confusos; el resultado no fue un propósito nítido, o por lo menos, ningún objetivo que la fuerza militar podría lograr, dadas las limitaciones impuestas en él".

Pronto quedó claro que algo estaba de hecho tardando y deteniendo a los gobiernos británicos y franceses para llevar a cabo la empresa. Para los franceses esto era de poca importancia, por las razones previamente dadas; para los británicos, reputación, honor, la esperanza de prosperidad, la cohesión de la gran familia británica estaban en la estaca [561]. Ya, en la tensión de aquellos días, el Primero Ministro canadiense había dado advertencia que tales acciones podrían llevar a la disolución de la Comunidad de Naciones. En las Naciones Unidas, Bretaña estaba parada en la picota con Israel y Francia, una visión de hecho afligida. Contra una gran cantidad de votos adversos, sólo Australia y Nueva Zelanda permanecían a su lado, y posiblemente más por una fidelidad obstinada que por convicción.

¿Qué causó la arriesgada tarea, tan vanagloriosamente anunciada, para ser retardada hasta que burbujeara afuera? La "vigorosa y enfática protesta" del Presidente Eisenhower y la resolución de las Naciones Unidas probablemente causó la primera reconsideración en Londres. Entonces allí estaba la coincidencia agónica de los eventos. En cuanto los británicos y franceses comenzaron a bombardear a los egipcios, los Moscovitas se volvieron a Hungría y comenzaron a hacer una matanza húngara. Entonces en las Naciones unidas, los voceros de Oriente y Occidente comenzaron a gritar "tu eres otro" unos a otros; mientras los aeroplanos británicos y franceses bombardearon Puerto Said, los delegados británicos y franceses acusaban a los soviéticos de salvajismo inhumano; mientras los tanques soviéticos asesinaban a los Magyars, los delegados soviéticos acusaban a los británicos y franceses de agresión pura. Estos intercambios comenzaron a mostrar algo de la falsedad profesional de los vendedores ambulantes en un bazar de Levantine.

El cuadro asumió entonces las formas de una pesadilla. Sir Anthony Eden, el joven ascendente que renunció en 1938, recibió la renuncia del Sr. Anthony Nutting, el joven ascendente de 1956, quién como Ministro de Estado para los Asuntos Extranjeros, "había aconsejado más fuertemente contra la intervención británica en Egipto", y de otros colegas. Para restaurar su posición, él tenía el recurso de Sir Winston Churchill, quien proclamó "Israel, bajo la más grave provocación, hizo erupción contra Egipto. . . No dudo que nosotros podamos llevar nuestro curso brevemente a una conclusión justa y victoriosa. Pensamos restaurar la paz y el orden en el Medio Oriente y estoy convencido que lograremos nuestro objetivo. La Paz mundial, el Medio Oriente y nuestro interés nacional ciertamente se beneficiarán a la larga de la acción resuelta del Gobierno".

Esta, posiblemente una de las últimas de declaraciones de Sir Winston, queda para una audición futura. La acción británica tiene fuertemente los rasgos Churchilianos, y su sucesor estaba tan estrechamente asociado con él que, a todo evento, es difícil que se haya llevado a cabo sin la aprobación de Sir Winston. En ese mismo momento, el veterano publicó el segundo volumen de su History of then English-speaking Peoples (Historia de los Peueblos angloparlantes), y el New York Times dijo de él, "El autor está orgulloso del hecho que su pequeña isla, 'el pequeño reino en el mar del Norte', aunque poseyendo cuando este volumen comenzó, sólo tres millones de habitantes, podría haber civilizado a tres continentes y educado a la mitad del mundo". Sólo el tiempo puede mostrar si el ataque británico a Egipto fue en esa tradición civilizadora y educativa, o permanecerá en el descrédito de Inglaterra.

Entonces vinieron los estremecimientos más grandes como resultado de la acción del Gobierno británico. El Premier Soviético Bulganin, en las notas a Sir Anthony Eden y al [562] Primer Ministro francés, claramente los amenazó con misiles y el ataque atómico si ellos no "detengan la agresión, detengan el derramamiento de sangre" (el derramamiento de sangre, en Budapest continuaba y el flujo de fugitivos húngaros por la frontera austriaca hospitalaria se inflaba hacia las cien mil almas; en Budapest, otro hombre de Bela Kun de 1919, el Sr. Ferenc Munnich, se transformó en el "hombre clave" de Moscú en la sucesión a Rakosi y Geroe, y comenzó el nuevo terror). Más que eso, el Sr. Bulganin en una carta al Presidente Eisenhower propuso un ataque conjunto soviético-norteamericano "dentro de las próximas horas" sobre Bretaña y Francia, una propuesta que la Casa Blanca en una declaración de prensa, estimó meramente "inconcebible."

¿Es algo "inconcebible" en nuestro tiempos? La alianza Hitler-Stalin de 1939 (un desarrollo obvio que el presente escritor y otros predijeron) se retrató a las masas como algo "inconcebible" hasta que fue una realidad y la Segunda Guerra había comenzado. El New York Times en este período citó a "un diplomático mayor de Estados Unidos, con una larga experiencia en el mundo árabe" como aprobando implícitamente la sugerencia: "Nuestro rechazo de la oferta rusa como 'inconcebible', sin ofrecer considerarla dentro del armazón de las Naciones Unidas, está interpretada aquí" (él estaba en Jordania) "como significando que a pesar de cualquier cosa que nosotros podemos decir, estaremos siempre al lado de Occidente e Israel cuando las cosas estén muy mal.

Sin duda la propuesta de un ataque atómico conjunto norteamericano-soviético a Inglaterra era inconcebible en ese momento, pero de hecho, los dos países estaban actuando juntos contra Inglaterra de maneras diferentes, se combinaron para producir una presión maciza de dos lados. Sir Anthony Eden se había embarcado en los rápidos torrenciales en una frágil canoa. Hay en Norteamérica una constante, un latente instinto matricida hacia Europa en general e Inglaterra en particular (no puede explicarse pero siempre debe tenerse en cuenta) el cual fácilmente puede activarse por la acusación de "colonialismo". El hecho que Norteamérica es el poder colonial más grande en el mundo (ya que no veo ninguna diferencia válida entre ultramar y la expansión por tierra) (*) no altera esto; es un impulso irracional que tiene siempre que ser tenido en cuenta, calculando los resultados de cualquiera acción contemplada que involucre la"opinión norteamericana".

Sin embargo, la "opinión" hoy es un producto manufacturado y puede producirse en cualquier forma deseada. Lo que era mucho más importante y no se debe haber pasado por alto, era que el Presidente Eisenhower, bastante evidentemente, fue seleccionado, nombrado y en el efecto elegido, por el grupo de "internacionalistas" que dominaban al Presidentes Wilson, Roosevelt y Truman, y esa política estatal norteamericana, bajo esta dirección, ha apoyado siempre la revolución y ha asumido una naturaleza anti-británica en los momentos de la cresta de la crisis. La última ambición "internacionalista"

* Los Estados Unidos, por supuesto, son el ocupante, por conquista o por compra, de las colonias británicas, holandesas, francesas y españolas, y de inmensos territorios mexicanos y rusos; Sólo la extirpación virtual, durante la vida de la República norteamericana, de los habitantes originales de esta gran área produce un cuadro presente que difiere de aquel de las colonias británicas, holandesas, francesas y españolas de hoy en día, con sus millones de "habitantes coloniales". Las posesiones norteamericanas de ultramar, por conquista o compra, son pocas. La Zona del Canal de Panamá el cual está bajo la soberanía permanente de Estados Unidos es un caso separado; si es que prueba algo, con respecto al Canal de Suez y Bretaña, que demuestra sólo las ventajas de un buen "título" y de adyacencia militar.[563]

es el proyecto de un Gobierno Mundial, para ser logrado a través de las fuerzasconvergentes, destructivas del comunismorevolucionario y del sionismo-revolucionario, y es la esencia de esta ambición, que los dos grandes países angloparlantes a ambos lados del Atlántico, se mantengan divididos, ya que sólo a través de su división puede lograrse el Imperio. Esta ambición dominó la Segunda Guerra.

El Presidente Eisenhower surgió primero como la tercera figura en el grupo Roosevelt-Marshall-Eisenhower. La naturaleza anti-británica de las propuestas del General Marshall en los años de guerra han sido mostradas antes; él era, de hecho, el gran adversario del Sr. Churchill y el hombre responsable para el hecho que (como la historia británica oficial de la guerra grabada en 1956) a pesar del renombre mundial del Sr. Churchill y de su autoridad aparentemente formidable,él demostró, en los hechos, ser incapaz de formar una decisión estratégica mayorúnica durante esa guerra; por el resultado del cual la política del grupo Roosevelt- Marshall-Eisenhower debe juzgarse. En la última adulación, en Yalta, el deseo dominante del Sr. Roosevelt era proferir una lesión a Bretaña, tal como lo muestran los documentos de Yalta. (*)

El General Eisenhower, como Comandante en Europa, dio la orden militar resultando en el efecto, en la cesión de media Europa a la revolución.

Contra este trasfondo, el apoyo del Presidente Eisenhower no podría contarse con él por el Gobierno británico; la prehistoria es demasiado pesada. Él era el ejecutor de la política Roosevelt-Marshall en la guerra, y siete años después de su fin, fue patentemente seleccionado por los poderosos apoyos, contra el Senador Taft, como un hombre que llevaría más allá la política "internacionalista". Lo que era inesperado, y no puede justificarse, es el nivel al cual alcanzó en la pública humillación de Bretaña en este momento, dando fuerza al retiro "incondicional" en las circunstancias más abyectas, virtualmente condenando al ostracismo al Embajador británico en Washington, y generalmente desplegando un rencor recordativo del Presidente Roosevelt en Yalta.

Este despliegue de repugnancia (el semblante de reproche fue visto por todo el país en la pantalla de la televisión) no tenía base moral. La "presión" sobre Bretaña para que se retire del Canal, y la "presión" resultante en Bretaña para unirse con Norteamérica en el insulto provocativo a Egipto que fue el verdadero comienzo de la crisis-de-guerra de 1956, se originó en la Casa Blanca.

Es más, esto fue hecho mientras seguía la matanza en Hungría y aparte de decir que su corazón estaba con las víctimas, el Presidente norteamericano y su administración permanecían pasivos en cara a este asunto mucho más grave. En esto, nuevamente, él fue consistente con sus actos anteriores: dejando caer la promesa de "repudiar Yalta", después de su elección en 1952, y la orden para detener los ejércitos Aliados

* "El Presidente dijo que le diría al Mariscal (Stalin) algo indiscreto, ya que él no deseaba decirlo delante del Primer Ministro Churchill. . . Los británicos eran personas peculiares y deseaba tener su pastel y también comerlo. . . Sugirió la 'internacionalización' de la colonia británica de Hong Kong y que Corea se ponga bajo un fideicomiso con los británicos excluidos. Stalin indicó que él pensaba que esto no era una idea buena y agregó que 'Churchill nos mataría'. Cuando vinieron las preguntas políticas pos-guerra, él tomó a menudo posiciones que eran anti-británicas". (New York Times, 17 de marzo de 1955).[564]

al Este de Berlín en 1945. El efecto de todo esto era continuar ese "apoyo a la revolución" que era el principio dominante de la política de estado norteamericana durante dos guerras.

Una gran lección se aprendió de los eventos de octubre y noviembre, 1956. Ellos mostraron que, si eran suficientemente estremecidos, algo como "opinión mundial" puede expresarse a sí misma a través de la sociedad de debates conocida como las Naciones Unidas en Nueva York. La demostración de repugnancia fue abrumadora en ambos casos, aquella del ataque a Egipto y de la matanza soviética en Hungría. Ellos mostraron, más allá, que como instrumento para dar efecto a cualquier censura moral de ese tipo, las Naciones Unidas eran absolutamente impotentes. En el caso más grave, el de Hungría, no podría hacer nada, porque los soviéticos estaban en posesión y los Estados Unidos eran pasivos. En el otro caso, el de Egipto, un resultado inmediato se produjo sólo porque ambos de estos países se unieron contra Bretaña; el uno con "medidas cortas de guerra" (la negativa de suministros de petróleo) y el otro con la amenaza directa de guerra.

De hecho, el retiro británico de Suez se efectuó por la colaboración norteamericano-soviética, y mientras "los internacionalistas" pueden controlar la selección y la maquina-electoral seguirán siendo un gran peligro para el mundo. Un pacto Eisenhower-Bulganin ya no es inherentemente "inconcebible", en las circunstancias de este siglo, de lo que fue el pacto Hitler-Stalin en 1939; a todo evento, la intención profesada (para aplastar el "Comunismo") es la misma en ambos casos.

Si el Gobierno británico puso su confianza en la "presión sionista" en Washington (y esto había efectuado el retiro británico de Palestina y el establecimiento de Israel en 1947-1948), éste era otro cálculo erróneo en ese momento en particular. Omitió en la cuenta el efecto del impacto del ataque israelita y el efecto de impacto mayor de los británicos y franceses, que hizo volver los ojos del mundo principalmente en Bretaña y fortaleció mucho más al Presidente Eisenhower en adoptar una actitud moral.

Así el Gobierno británico se encontró entre las amenazas de un ataque soviético, por un lado, y una hostilidad, aparentemente sorprendente, de la Casa Blanca, por el otro. La "línea vital de vida" fue bloqueada, y los suministros de petróleo de Bretaña se bloquearon con ella. Al parecer estaba confiado que el Gobierno norteamericano recapacitaría y luego comprendió que no podría esperar el petróleo norteamericano hasta que "se retirara"; en este momento todo el embate del asunto cayó sobre Bretaña. Los representantes británicos en Washington fueron recibidos fríamente y se encontraron que ninguna materia de importancia sería discutida con ellos; se les hizo entender que podrían llamar nuevamente si ellos lo deseaban, en su demanda por petróleo, cuando Bretaña "hubiese salido". El Presidente norteamericano por esos días fue mucho más allá en la humillación pública del Gobierno británico de lo que necesitaba ir, y la razón para esto debe buscarse en el sentimiento anti-británico que se mostró en los hechos y en las palabras registradas de su patrocinador, el Presidente Roosevelt. La historia completa de [565] las maquinaciones gubernamentales norteamericanas en la materia, durante su presidencia, lo privaron de base para una postura de honesta indignación.

Desgraciadamente, las humillaciones británicas fueron ganadas. El ataque a Egipto fue desastroso en cada punto importante: en su apariencia clara de complicidad con Israel, en su entrega en el mismo momento de la derrota soviética en Hungría, y en su indecisión e ineficacia, una vez comenzada. Sir Anthony Eden, desgastado por la tensión y políticamente arruinado, se retiró a Jamaica para recuperarse. El"retiro incondicional" (de los británicos y franceses, no del agresor original, Israel) comenzó. Una "fuerza internacional", apresuradamente congregada por las Naciones Unidas, apareció en el Canal de Suez y esperó, preguntándose que se suponía debían hacer. El renombre del presidente Nasser creció en el mundo árabe; el Canal permanecía bloqueado; Egipto declaró que no dejaría una pulgada de territorio egipcio; Israel comenzó a quejarse del "anti-semitismo" en Egipto.

Tres semanas después del ataque el ebrio Kruschev, el líder comunista soviético, abucheó a los Embajadores británicos y franceses en una recepción de la Embajada polaca en Moscú,: "Usted dice que nosotros queremos la guerra, pero ustedes están ahora en una posición que yo llamaría idiota. . . Ustedes nos han dado una lección en Egipto". ¿Quién podría contradecirlo?

Una semana después el New York Times resumió el balance: "Bretaña y Francia han jugado y parecen haber perdido desastrosamente. . . Israel ha surgido hasta ahora de la crisis en una posición algo mejor (25 de noviembre).(*)

El mismo artículo informó los comentarios de un miembro del Parlamento israelita, el Sr. Michael Hazani de forma prominente: "El Sr. Hazani expuso su teoría que el fracaso de Bretaña y Francia para remachar sus objetivos en el Canal de Suez fue algo afortunado para Israel. . . Los israelitas se sienten menos aislados hoy que antes de su avance en el Sinai el 29 de octubre, el cual alienó a los amigos y levantó las protestas de los enemigos alrededor del mundo. . . Israelitas revelaron en su amistad recientemente desarrollada con Francia que proporcionaron las herramientas que permitieron a sus fuerzas fustigar a los egipcios. . . Hace unas semanas, los israelitas tenían miedo cuando temieron que podrían haber llevado al mundo al borde de una guerra termonuclear. El susto inicial ha pasado, las amenazas se consideran como tácticas en una guerra de nervios. . . Algunos miembros de Knesset dijeron que Israel también podría jugar ese juego. . . así ellos preguntan por qué Israel no debe aprovecharse de su actual molestia para inducir a los grandes poderes para apretar Egipto y a los otros estados árabes para negociar la paz."

Estas frases pueden mostrar al lector cuan pequeña es la esperanza de tregua que el mundo tendrá hasta que la aventura Sionista sea liquidada. El fiasco es el destino inevitable de todos los que se asocian con él, porque su propio fin inevitable es el fiasco, pero el choque de cada desastre deberá y siempre caerá en estos socios, no en los autores originales de la malvada ambición. Hoy atraviesa por todas las relaciones racionales entre las naciones, haciendo oponerse a aquellos que no tienen ninguna razón para la discordia,

*Dos semana después que este capítulo fue finiquitado el mismo periódico desechó a Bretaña, de ahora en adelante como "un poder de segunda clase ". [566]

engañando a algunos a tareas que no pueden llevarlo posiblemente a algo bueno, e incitando a otros a las amenazas de guerra mundial.

En el caso de Inglaterra, que por este acto fue nuevamente comprometido en el pantano del cual el Sr. Ernest Bevin lo había desembarazado en 1947-1948, las penas en esta ocasión fueron tan duras que, si el proceso entero de envolvimiento en el Sionismo se asemeja a los trece pasos al patíbulo, puede decirse que esto ha sido el decimosegundo paso; la única cosa mucho peor que podría ocurrirle a Inglaterra a través de él, sería la calamidad final. Ya, en esta ocasión, la advertencia sobre la desintegración de la Comunidad de Naciones fue escuchada desde los lugares más altos fuera de la propia isla británica, y en ninguna ocasión previa había sido ni siquiera un peligro remoto. Fue puesta en el andén, al lado de Israel (y Francia) ante el mundo y reprendida como un sinvergüenza. De pronto se encontró con amenazas alarmantes que se levantan de todos los lados. Ninguno de los objetivos anunciados fue logrado, sus fuerzas de combate no fueron permitidas completar ni siquiera una de sus repugnantes tareas, nada más que el descrédito permanecía. Al final cayó sobre el país una contribución más alta, deprivación y dureza, como el precio, y esto fue en la verdad un extenso tributo a Sión.

En todo esto, una cosa está clara: nada de esto podría pasar si no fuera por la situación establecida en 1948. Si la guerra general hubiera venido, habría sido comenzada por Israel; y si debe salir todavía de este asunto (y ésa es todavía una posibilidad abierta cuando acabo este libro) habría comenzado por Israel.

Hablando para mí, si yo pudiera persuadirme que el ataque británico a Egipto se incitó de verdad por la preocupación de algún interés británico, lo habría aceptado en la creencia que el Gobierno británico supo cosas, desconocidas para mí, qué de algún modo justificaban lo que parecía por toda la apariencia exterior, indefendible y condenado de antemano. Yo no puedo persuadirme de eso. Esto fue el último desliz en la tragedia de errores que comenzaron con el compromiso británico original al Sionismo en 1903; Los he trazado todos en este libro.

Pienso que esto esta claramente implícito en lo que se dijo de los círculos Gubernamentales en la Cámara de los Comunes al final del fiasco. Sir. Anthony Eden estando en Jamaica, la tarea de la apología cayó en sus colegas y uno de éstos, el Sr. Anthony Head, Ministro de la Defensa, hizo yacer las disculpas , no en algún interés británico, sino en la demanda de haber evitado a "un Israel herido, a un Tel Aviv bombardeado y un mundo árabe unido" (nuevamente no tengo el texto y cito del New York Times; sostengo que los políticos deben estar de pie ante lo que el mundo entiende que dijeron).

Ahora, el corolario del logro exigido es un mundo árabe desunido, un Puerto Said bombardeado y un Egipto lisiado (de estas tres cosas una se hizo, el bombardeo, y las otras no fueron logradas). ¿Qué interés británico se sirve desuniendo al mundoárabe e hiriendo a Egipto? ¿Qué inglés habría apoyado el acto si se hubiese puesto ante él en estos términos antes de que fuera hecho? ¿Cuándo fue el caso, para apoyar "el cumplimiento de la aspiraciones Sionistas", que fue puesto ante el elector británico en esas condiciones?

En algunas enfermedades la medicina moderna puede identificar la fuente original de [567] la infección, la herida primaria. La fuente primaria de todos estos problemas, cuando ellos culminaron en los hechos del 29 y 30 de octubre de 1956, es demostrablemente el Sionismo; ellos no podrían pasar de esa forma sin él. En la sucesión lógica de cada uno de sus actos desde que tomó forma hace unos ochenta años como una fuerza política en los ghettos de Rusia, llevó al mundo al borde de una guerra universal, y en eso, no orilla ningún conocimiento que sus amigos de ayer podrían ser los enemigos del día siguiente. Aquí estaba "el engaño a las naciones" en su máxima expresión de hecho.

¿Puede el tiempo destilar algo bueno de todo esto? Claramente puede y desea; sólo para los contemporáneos es el tumulto innecesario en que nosotros vivimos enfurecidos. Las primeras señales del largamente-retardado giro para el bien empieza a mostrarse. Las naciones que yacen en las cadenas del omunismorevolucionario están empezando a tirarlas; los pueblos de Europa Oriental pueden salvarse todavía por el ejercicio de la fuerza y el resto del cautivo Occidente por su ejemplo. Yo creo que los judíos del mundo están comenzando a ver el error del Sionismo-revolucionario, el gemelo del otro movimiento destructivo, y cuando este siglo termine decidirá buscar el envolvimiento en la humanidad común finalmente.(*)

Los eventos de octubre y noviembre de 1956 por sí mismos entregan el capítulo de conclusión apropiado para este libro. (**) Creo que ellos agregan la evidencia conclusiva a sus argumentos.


* Un desarrollo que podría hacerse previsto por un informe (si es que fuera exacto) publicado en el New York Times, el 30 de diciembre de 1956, que "menos de 900 de los 14,000 judíos que han huido de Hungría. . . han decidido reasentarse en Israel", la "inmensa mayoría" prefiere ir a Norteamérica o Canadá. Por otro lado, si ellos siguen el ejemplo de sus predecesores, ellos inflarán allí la masa de "explosivos" judíos Orientales cuyo trasplante, durante los últimos setenta años, ha producido la presente situación; la incitación de éstos contra Norteamérica fue demostrada por la cita de las autoridades judías en el capítulo precedente.

** Acerca del asunto de Suez, la nota a pie de página fue proporcionada por el Presidente Eisenhower, el 5 de enero de 1957, cuando él pidió al Congreso plena autoridad para usar las fuerzas armadas de los Estados Unidos contra la agresión armada "abierta” de cualquier nación controlada por el Comunismo Internacional en el Medio Oriente. Visionaba así hacer exactamente lo que él había censurado al Gobierno de Edén por hacerlo. Un ejemplo de agresión "abierta" probablemente es el hundimiento del Maine en el Puerto de La Habana; la explosión fue "ostensible" y fue atribuida a España. Antes y después del ataque a Egipto, la prensa internacional empezó a acusar a una nación árabe después de otra de estar "controlada" por el Comunismo internacional, y la demanda al Congreso del Presidente Eisenhower abre la perspectiva que la extirpación muy-anunciada del poderío del Comunismo demuestra ser, en el evento, un ataque a los Árabes, no al Comunismo. La descripción, "controlada por el Comunismo", es incapaz de definición o probación, y fácil de falsificar a través de la propaganda. Por ejemplo, el New York Times del 2 de diciembre de 1956, publica fotos de "tanques rusos capturados por los israelitas" durante el ataque a Egipto. Las objeciones de los lectores lo llevaron a admitir que los tanques eran de hecho norteamericanos. Si ellos fueron capturados de los restos de los egipcios queda abierto para ser cuestionado; cualquiera puede fotografiar un tanque y puede escribir un subtítulo. Israel fue originalmente establecido con armas soviéticas, pero no es esa cuenta que se dice estar"controlada por el Comunismo internacional".

Las noticias del acto del Presidente Eisenhower fueron seguidas por un levantamiento agudo en varias inversiones Israelitas en la Bolsa de Valores norteamericana y por sermones de alabanzas en varias sinagogas de Nueva York. Una razón posible para esto fue el hecho que el Presidente emprendió para actuar militarmente en el Medio Oriente sólo en respuesta a la solicitud “cualquier nación o grupo de naciones” atacada. Como Egipto fue ampliamente declarado ser "el agresor" en el ataque en sí mismo en octubre de 1956, esta condición nuevamente yace abierta a muchas interpretaciones, dependiendo de la necesidad. Si las palabras significaran realmente, ellas implican que las fuerzas norteamericanas se habrían usado, ante la demanda egipcia, para repeler el ataque israelita de octubre, 1956. Eso es difícil imaginar; para ponerlo suave, la intervención militar norteamericana en respuesta a una demanda de cualquier otro estado del Medio Oriente que no fuese Israel es difícil de imaginar; sin embargo, los tiempos cambian y todas las cosas son posibles.

 


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